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jueves, 5 de noviembre de 2015

Faltan otros responsables: 64 condenados por Operación Colombo: pero los medios que desinformaron...¿cuándo?

Por Felipe Reyes
64 nuevas condenas por la participación en la muerte de Washington Cid, acción parte de la llamada operación Colombo, pero cabe la pregunta: ¿y los medios que colaboraron con la difusión de información falsa cuándo pedirán disculpas?
La Operación Colombo es considerada el primer episodio de la Operación Cóndor, que fue una coordinación entre las dictaduras militares de los países del Cono Sur para eliminar opositores. Un plan derechamente terrorista.

Cuando se dan pasos en el sentido de la verdad y la justicia, el país progresa y avanza en la ruta adecuada y correcta. Cuando se consigue, después de más de 30 años, dictar condenas contra los responsables de la desaparición y muerte de algunos compatriotas definitivamente la Nación se transparenta.

Las sensaciones y el dolor difícilmente desaparecerán en las familias de aquellos asesinados, pero una suerte de calma y tranquilidad puede experimentarse cuando la Justicia determina responsabilidades y encarcelamiento a los responsables.

64 condenados

El juez Hernán Crisosto condenó a penas de prisión a 64 exagentes de la DINA, acusados de la detención y desaparición en el año 1974 de Washington Cid Urrutia, una de las víctimas de la Operación Colombo.

Las penas determinadas por el juez son de 13, 10 y 4 años para los inculpados. A 13 años de cárcel fueron sentenciados los generales retirados César Manríquez Bravo y Raúl Iturriaga Neumann y los brigadieres Miguel Krassnoff Martchenko y Pedro Espinoza Bravo, todos ellos en prisión cumpliendo penas por más de 200 años tras ser condenados en decenas de juicios por violaciones a los derechos humanos.

Otros 35 antiguos agentes, entre ellos varias mujeres, fueron sentenciados a 10 años de prisión, también como autores, mientras 24 más deberán cumplir una pena de 4 años, en condición de cómplices y uno a 541 días de cárcel. También el juez absolvió a 11 procesados por falta de participación.

El caso Cid Urrutia

La sentencia se dictó por el delito de secuestro calificado (desaparición) de Cid Urrutia, de 24 años, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), quien fue apresado junto a su cónyuge, María Isabel Ortega y a Hernán Carrasco Vásquez, el 8 de diciembre de 1974, en su domicilio en Renca.

Los tres fueron llevados al centro de torturas y exterminio de Villa Grimaldi, donde según testimonios de sobrevivientes, Cid permaneció sin contacto con el exterior, vendado y amarrado, siendo continuamente sometido a torturas, hasta que a finales de diciembre nadie lo volvió a ver ni a saber de él.

En julio de 1975 apareció un listado de 119 chilenos fallecidos supuestamente en el extranjero, en luchas internas del MIR, pero en realidad se trataba de detenidos desaparecidos en Chile.

Los nombres corresponden a las víctimas de la Operación Colombo, un montaje de la DINA para encubrir sus desapariciones, que contó con la colaboración de las dictaduras militares de Argentina y Brasil, donde se publicaron ediciones únicas de dos periódicos, ‘Lea' y ‘O Novo Día' en los que se afirmaba que las víctimas murieron en luchas entre facciones internas del MIR.

La responsabilidad de los medios nacionales es un tema que difícilmente se ha tratado. El manejo informativo tendencioso que constantemente desinformaba y manipulaba los hechos, generando una impresión social falsa de la real que se vivía.

Portadas de diarios que entregaban datos inventados, utilizando fuentes extranjeras confabuladas con las dictaduras que gobernaban América y cuyo desenlace se estructuró en la mortandad dejada por la Operación Cóndor. Los medios de comunicación nacionales no han respondido frente a su participación directa en la dictadura chilena.

Correctamente condenados

Cristian Cruz es abogado de Derechos Humanos, y conversó conCambio21 sobre la situación de la condena de estos 64 ex agentes de la DINA.

"Primero colocarse en el lugar de las víctimas, después reconociendo la tremenda labor que ha llevado en esta causa el juez Hernán Crisosto, y decir que como sociedad y como país se han esperado más de cuarenta años para poder hacer justicia en este caso. Se asienta una verdad, que si bien los familiares y gran parte de la sociedad sabían, esta vez el Estado se hace cargo de lo que hicieron sus agentes", explica el abogado.

Sobre la participación de los medios y su accionar encubridor y de desinformación, Cruz comentó que "queda la sensación de la deuda que tienen los medios de la época que dieron cobertura y facilitaron la conclusión del crimen. Porque el crimen se perpetra, pero se busca cerrar al momento que se comienza a culpabilizar a las mismas víctimas de su muerte y de su desaparición, intentando hacer creer que estábamos frente a actos de venganza de los mismos grupos de izquierda".

"Se trataba de una prensa completamente afín a la dictadura, que maltrató a las víctimas con frases peyorativas, maltrató a sus familiares dando a la luz una verdad completamente falsa. Ellos no fueron engañados, y estos medios nacionales no han siquiera pedido perdón. No hay ningún acto de mea culpa", finaliza el abogado.

Otro abogado identificado con los casos de Derechos Humanos es Héctor Salazar, quien conversó con Cambio21 sobre la participación de los medios de comunicación nacionales en la desinformación relacionada con la Operación Colombo.

"Hay un caso emblemático, que es el de los 119, el que sucedió con supuestos muertos en la Argentina. Este hecho es tan falso que se inventó un medio de comunicación brasileño, desde donde se hizo rebotar la información a los medios nacionales. En esta actuación se prestaron La Tercera y El Mercurio, a través de La Segunda principalmente, de esa forma se llevó a cabo un circuito completo de desinformación tratando de dar cuenta de la situación de los detenidos desaparecidos y haciéndolos pasar como que se estaban matando entre ellos en el extranjero", expresó el abogado.

"En general en Chile los medios no tienen un gran record de reconocer culpa. A lo más aceptan desmentidos, o con algunas explicaciones a pie de página. Pero la historia de nuestros medios, sobre todo los escritos, los muestra reacios a reconocer errores o a hacer aclaraciones. Y en la Operación Colombo se graficó cómo los medios se hicieron parte, consciente o inconscientemente, de una operación de inteligencia que buscó desinformar para ocultar una serie de crímenes que habían sucedido en Chile", finaliza el abogado Salazar.

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