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sábado, 5 de diciembre de 2015

Tomás Roberto Carrasco Burgos. dueño de VSA y Siglo Outsourcing

La declaración del empresario que complica a Golborne por pagos irregulares de 10 compañías a su campaña presidencial

por  5 diciembre 2015
La declaración del empresario que complica a Golborne por pagos irregulares de 10 compañías a su campaña presidencial
En su testimonio dijo a los fiscales que el propio ex ministro le entregó una lista de compañías a las que debía emitir facturas, datos que fueron luego entregados al encargado de facturación de Siglo Outsourcing y más tarde VSA emitía los documentos a nombre de terceras empresas por servicios que no se prestaban.

El dueño de las empresas VSA y Siglo Outsourcing, Tomás Roberto Carrasco Burgos, vinculó al ex candidato presidencial y ex ministro de la administración de Sebastián Piñera, Laurence Golborne, a pagos irregulares de 10 compañías para financiar a su equipo de campaña, emitiendo boletas por $160 millones.
VSA y Siglo Outsourcing es un holding de empresas que presta servicios contables y se ha diversificado hacia otros rubros como el inmobiliario, según consigna La Tercera.
La declaración que el empresario prestó ante la Fiscalía, que se mantiene en reserva, podría complicar al ex abanderado presidencial y ex candidato a senador por Santiago Oriente.
Carrasco es un ingeniero de 58 años que también está imputado por forward irregulares con Penta, y en su declaración ante los persecutores señaló que sus empresas emitieron facturas por $160 millones a diferentes compañías, a petición de Golborne.
Según la información, los dineros fueron posteriormente distribuidos por VSA y Siglo Outsourcing a personas que estaban ligadas a la candidatura del ex ministro, contra boletas a honorarios.
La declaración de Carrasco precisa que el ex secretario de Estado le dijo a finales de 2012 que sería candidato presidencial, por lo que necesitaba apoyo para facturar ingresos para su campaña, petición a la que el empresario accedió porque lo conoce hace más de dos décadas.
Por tal motivo, Golborne le entregó al dueño del holding una lista de empresas a las que debía emitir facturas, datos que fueron luego entregados al encargado de facturación de Siglo Outsourcing y más tarde VSA emitía las facturas a nombre de terceras empresas por servicios que no se prestaban.
El propio Carrasco le dijo a los fiscales que esos dineros eran depositados a través de vales vista o cheques en las cuentas de VSA, terminando estos en los destinatarios finales, quienes eran personas que trabajaban en la campaña de Golborne y que el propio candidato definía.
Estas personas entregaban a VSA boletas de honorarios para justificar tales pagos, de acuerdo a lo declarado por Carrasco. Además, se indica que las firmas del dueño del holding también pagaron una factura a la empresa de publicidad Huerta y Contreras, por $ 24 millones.
En su declaración, Carrasco también entrega los nombres de las empresas a las que VSA facturó a petición del entonces precandidato presidencial como es el caso de las multitiendas Ripley (Golborne es su director desde 2014), a la que se le emitieron tres documentos por $5 millones cada uno.
También aparece Inversiones Caburga, ligada a la empresa Said Somavía, a la que VSA le facturó $20 millones, monto por el cual Caburga rectificó su declaración ante el Servicio de Impuestos internos este año.
Otra de las empresas a las que se le facturó fue la acerera CAP por $5 millones e igual monto fue para la empresa de productos de bebidas y alimentos Watt's.
En el listado figuran dos facturas por $10 millones al banco BCI, dos por $12,5 a Inmobiliaria Ecomac, de la familia Mas; $2 millones a GT Advisors. Además, Carrasco también mencionó a dos sociedades ligadas al grupo Hurtado Vicuña, Inversiones Paso Nevado e Inversiones Longovilo, con facturas y pagos por $25 millones cada una.
Inversiones Santa Virginia, , sociedad ligada a la familia Said Handal, es nombrada con una factura por $20 millones, mientras que otras cuatro facturas fueron hechas a la constructora FFV, de Eduardo Fernández, por $20 millones, las cuales fueron luego anuladas por instrucción del propio Golborne.
Carrasco señaló a los fiscales que la facturación total ascendería a $160 millones, monto con el que se cancelaron honorarios y servicios ordenados por el ex ministro.

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