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viernes, 1 de abril de 2016

A 25 años del asesinato del ideólogo de la dictadura

La inédita declaración judicial de Guzmán por DD.HH.: “Nunca estuve en conocimiento cabal de hechos que configurasen un delito”

por  1 abril 2016
La inédita declaración judicial de Guzmán por DD.HH.: “Nunca estuve en conocimiento cabal de hechos que configurasen un delito”
En octubre de 1989 Jaime Guzmán entregó por única vez una declaración judicial ante un tribunal. La citación se hizo en el marco de la causa por la desaparición de los hermanos Andrónicos Antequera en 1974 y en ella el gremialista habló de su mala relación con Manuel Contreras, de su inocencia con respecto a las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, sobre contingencia política y su situación de chileno bien informado “como cualquier otro”, a pesar de haber asesorado directamente a Pinochet entre septiembre de 1973 y febrero de 1983. A continuación, extractos de la declaración.
“Polémica intervención, Jaime Guzmán acusa a Manuel Contreras”, se tituló una crónica del periodista Francisco Martorell en julio de 1991, publicada en la revista Análisis.
El 15 de junio de 1989, el fundador de la UDI había dado una charla sobre derechos humanos, contingencia política y el régimen militar a un grupo de residentes del Pensionado Universitario Cardenal Caro. Entre los asistentes se encontraba el abogado vinculado a casos de derechos humanos, Nelson Caucoto, quien tomó nota de las palabras del abogado gremialista y presentó un escrito ante el Cuarto Juzgado del Crimen de San Miguel para que citara a declarar a Guzmán en la causa por la desaparición en 1974 de los hermanos Jorge Elías y Juan Carlos Andrónicos Antequera.
Los hermanos habían sido secuestrados por la DINA y Caucoto explicó que la “imperiosa necesidad de recibir el testimonio del señor Guzmán”, se justificaba en que “es un hombre de vastísima y destacada actividad en el gobierno actual. Llegó a desempeñarse como asesor del propio Presidente Pinochet (…). No se trata, por tanto, de cualquier ciudadano que vierte estas declaraciones, lo hace quien tuvo y supuestamente tiene, una gran influencia y participación en el actual régimen, desde sus inicios”.
Según Caucoto, durante su exposición en el pensionado universitario, Guzmán hizo una serie de afirmaciones que concernían a la causa de los desaparecidos durante el segundo año de la dictadura.
“Los civiles que estábamos en el gobierno, nos dimos cuenta de que el régimen militar era un caballo chúcaro y desbocado al que había que ponerle freno, para que no cometiera más violaciones a los derechos humanos (…) Nosotros cuando no enteramos de que habría un fusilamiento o una desaparición, la tratamos de evitar y en muchos casos lo logramos”, fueron algunas de sus declaraciones. A ellas se sumó que aseguró en reiteradas ocasiones que le dijo a Pinochet que Manuel Contreras era un hombre que “había perdido todo sentido moral”.
Basado en lo anterior, la solicitud del abogado para que el gremialista declarara continuó apuntando a que “se trata de alguien, como él mismo (Guzmán) lo reconoce: ‘que no se puede decir que no sabía lo que estaba ocurriendo en nuestra patria’ (…). Es útil consignar probablemente, sea esta, la primera persona –que desde dentro del régimen– y con la calidad de la función desempeñada, emite juicios tan reveladores sobre el quehacer represivo vivido durante el gobierno militar”.
“En el trasfondo de los dichos del Sr. Guzmán, queda en claro que las autoridades no podrán alegar ignorancia de esos acontecimientos, puesto que él como simple asesor sí los conocía”, terminó diciendo, y luego propuso un cuestionario que guió la declaración del senador asesinado dos años después.

La única declaración judicial

El 24 de octubre de 1989, Jaime Guzmán, de 43 años, comparecióante el Juzgado de San Miguel a la única declaración judicial que hizo.
“Frecuentemente, recibía el llamado de personas que me denunciaban que familiares suyos o personas vinculadas a ellos habían sido detenidos, por los organismos de seguridad, sin que ellos tuviesen conocimientos del paradero de los afectados, muchas de esas personas que recurrieron a mí no me conocían, ni tampoco yo a ellas. Me resulta evidente que si acudían a mí era por mi conocida preocupación por evitar los predecibles desbordes que se producen en un cuadro de guerra civil y de sus secuelas como el que Chile vivió en la etapa inmediata anterior al 11 de septiembre de 1973 y en el periodo que siguió al surgimiento del gobierno militar. En muchos casos logré que la autoridad correspondiente me señalara el lugar en el que se encontraba la persona, por cuyo paradero indagaba”, respondió Guzmán respecto de su conocimiento sobre las desapariciones durante la dictadura.
“Ni entonces ni hoy me consta que ninguna de ellas haya sido efectivamente detenida por organismo dependiente del gobierno. Sin embargo, una apreciación personal y progresiva del cuadro que se iba presentando en la materia me hace presumir que ello puede haber sido posible”, continuó el fundador del partido de calle Suecia.
 “En relación al término ‘desapariciones’, al que aparezco reacio a aceptar según lo dicho por el juez, puedo señalar que ello se debe a que la realidad de que, rectifico, a que dicha realidad se ha ido configurando como una evidencia pública de modo progresivo en el tiempo, pero no tenía un carácter igualmente claro desde su inicio”.
Sobre su opinión de Manuel Contreras, Guzmán afirmó que “yo sabía que la DINA estaba a cargo del coronel en ese entonces, Manuel Contreras Sepúlveda; de esta última persona efectivamente, le hablé al auditorio de la Residencia José María Caro y sin recordar mis palabras textuales, les manifesté el juicio moralmente negativo que tengo y he tenido de esta persona (…) antagonismo marcado que siempre he tenido con el general (R) Contreras durante el actual gobierno”.
Cuestionado sobre la responsabilidad de la DINA en las desapariciones, Guzmán dijo que “tuve reuniones con él (Manuel Contreras) esporádicas y privadas (…) en cuanto a las explicaciones que me habría dado el general (R) Contreras en esa oportunidad, puedo señalar que en síntesis no clarificaron satisfactoriamente mis inquietudes. En relación al término ‘desapariciones’, al que aparezco reacio a aceptar según lo dicho por el juez, puedo señalar que ello se debe a que la realidad de que, rectifico, a que dicha realidad se ha ido configurando como una evidencia pública de modo progresivo en el tiempo, pero no tenía un carácter igualmente claro desde su inicio”.
Cuando le preguntaron de qué desaparición tuvo conocimiento, el gremialista respondió que “el único caso en que recuerdo haber hecho gestiones que lamentablemente no dieron resultado fue el de Eugenio Ruiz-Tagle, con quien tenía amigos comunes en la universidad y que fue fusilado en Antofagasta, como resultado de un proceso muy rápido como los que acabo de aludir”.

Los recintos secretos de la DINA

“¿Sabía usted de la existencia de recintos secretos de la DINA?”, le preguntaron a Guzmán en su única declaración judicial en octubre del 89. “Debo decir que he escuchado hablar mucho de eso, pero no tengo ni tenía un conocimiento personal sobre tales lugares o sus ubicaciones”, respondió.
Al preguntársele además sobre si tuvo alguna inquietud al respecto, respondió que sí, pero nunca intentó que se le mostrara, porque su carácter secreto indicaba que si realmente existían no estaban destinados a ser accesibles por personas ajenas a los organismos de seguridad, como era su caso. “Adquirí convicción que existían dos lugares denominados ‘Villa Grimaldi’ y otro de calle Londres, por testimonios de los afectados que me merecían suficiente confianza para formar esa convicción, incluyendo entre los afectados sus familiares. No recuerdo exactamente si el gobierno reconocía estos dos lugares como tales para la detención por estado de sitio, pero creo que no estaban incluidos entre ellos, por lo cual caerían en la denominación ‘recintos secretos’ (…) si alguna de las autoridades de gobierno con quien me reuní en su oportunidad para los efectos indicados anteriormente me habrían indicado algunos lugares de detención de la DINA, respondo que sólo recuerdo el de los Tres Álamos, Cuatro Álamos y Ritoque, además obviamente del Estadio Nacional en las primeras semanas del gobierno militar”, agregó el fundador de la UDI.

Como cualquier chileno bien informado”

A raíz de sus respuestas anteriores, Guzmán fue interrogado sobre si puso en conocimiento de algún tribunal los hechos que relataba. Aseguró primero que estaba convencido de que la acción de la DINA bajo la conducción de Contreras “no daba garantías suficientes respecto de las delicadas funciones encomendadas a tal organismo”.
Luego agregó que “nunca estuve en conocimiento cabal de hechos que configurasen un delito, acreditados en términos suficientes para hacer exigible alguna acción mía frente a un tribunal, por lo que no estimé que me correspondiese hacer denuncias ante los tribunales, creo que mi situación no difiere de la de cualquier chileno bien informado ya sea por su vinculación con el gobierno o con organismos ajenos o contrarios al gobierno que tampoco lo hicieron (…). En cuanto a los casos que finalmente han resultado configurando fenómenos de los desaparecidos, creo que mis respuestas anteriores en cuanto a la gradualidad con que esta realidad fue progresivamente configurándose, explica que no se tratara de delitos que en su inicio tuviesen nítidamente ese carácter”.
Al preguntarle el tribunal a Guzmán si sentía alguna responsabilidad por las violaciones a los derechos humanos durante el régimen, las desapariciones y fusilamientos, el abogado contestó señalando que “no me siento en absoluto responsable de lo ocurrido en derechos humanos, sino que tengo la íntima satisfacción moral ante Dios y ante mi conciencia de haber realizado todo lo que ha estado de mi alcance para que esa situación vivida por Chile sea superada con los menores dolores posibles y del modo que brinde una mayor estabilidad y paz a nuestra convivencia actual y futura”.

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