por El Mostrador 27 abril, 2021
Crédito: Aton
Una nueva derrota para el Gobierno de Sebastián Piñera propinó esta jornada el Tribunal Constitucional al rechazar la admisibilidad del requerimiento presentado por la Moneda para frenar el avance del proyecto de tercer retiro de fondos de pensiones.
Con esta decisión del TC, el Gobierno queda en condiciones de promulgar esta reforma aprobada por abrumadora mayoría en ambas cámaras del Congreso, aunque también La Moneda podría optar por el camino del veto presidencial.
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De hecho, según versiones de Palacio, ante lo inminente de esta derrota, en el Gobierno ya estaban preparando la redacción de un veto para incorporar ciertos elementos a la reforma, lo que es interpretado como una nueva maniobra dilatoria desde la oposición.
La votación en el TC en definitiva fue un efecto bumerán para el Ejecutivo, que puso todas sus fichas en este tribunal encabezado por la histórica asesora de Sebastián Piñera, María Luisa Brahm.
El Gobierno confiaba en repetir el escenario de diciembre pasado, cuando gracias al voto de Brahm, se inclinó la balanza a su favor. Pero ahora, el proyecto ni siquiera entró a la discusión de fondo del requerimiento.
Sin embargo, el revés del Gobierno había sido anticipado de cierto modo por las declaraciones del expresidente del TC, Iván Aróstica, quien a su llegada al edificio para la crucial sesión, había deslizado que la votación sería distinta a la de diciembre. “Lo que revisará el TC no es de donde viene la ley o competencias, sino cómo se ayuda a la ciudadanía”, agregó.
Además, la votación en el TC deja fuera de juego el proyecto propio de tercer retiro presentado por el Gobierno, que intentó en una jugada de último minuto inclinar la balanza a su favor con la presentación de una iniciativa que contiene algunos elementos diferenciadores al despachado por el Congreso, como la incorporación de un bono de $200 mil para quienes tienen saldo menos a $200 mil en sus cuentas o una fórmula de reintegro.
Para la oposición, la iniciativa del Gobierno es el “cuarto retiro”, y el proyecto despachado por el Congreso el tercero, por lo que el Ejecutivo solo debe promulgarlo.
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