El Clarin de Chile
Firme junto al Pueblo
Una multitudinaria marcha, que congregó a miles de porteñas y porteños, se realizó la tarde del 11 de septiembre en Valparaíso. El lugar de encuentro fue la Plaza Aníbal Pinto a las cinco de la tarde, para desde allí marchar hasta la Plaza del Pueblo Salvador Allende, ubicada a un costado del Parque Italia.
Los lienzos y pancartas con las más diversas consignas, pertenecientes a partidos, colectividades y movimientos políticos y sociales, incluyendo pancartas enarboladas por familiares y amigos de Mauricio Hernández Norambuena, el Comandante Ramiro, exigiendo su libertad, daban cuenta de las características unitarias que tuvo esta movilización y que se realizó, a diferencia de lo que sucedió en Santiago, sin ningún tipo de diferenciaciones odiosas, sectarismos o acreditaciones especiales para poder participar de ella. Como siempre se ha hecho acá en Valparaíso, las porteñas y porteños ocuparon las calles céntricas del puerto para expresar su rebeldía, su constante e inclaudicable lucha por la memoria, la verdad, la justicia y contra la impunidad.
En la Plaza del Pueblo Salvador Allende se realizó un acto político cultural en donde distintos artistas y conjuntos musicales entregaron su arte popular, mientras se intercalaban las intervenciones de integrantes pertenecientes a las diversas organizaciones que acudieron a esta marcha convocada por la Mesa de Trabajo de Derechos Humanos de Valparaíso.
Transcribo parte de algunas de dichas intervenciones:
“Nos encontramos aquí, 50 años después, en la Plaza del Pueblo, la plaza en homenaje a Salvador Allende. Aquí están las organizaciones sociales y políticas que conforman la Mesa de Derechos Humanos y el pueblo de Valparaíso que acudió a nuestro llamado. Venimos a entregar un reconocimiento y homenaje, por la admiración y el respeto que merece, al compañero presidente Salvador Allende, a las detenidas y los detenidos desaparecidos, a los ejecutados y ejecutadas políticas, a las ex presas y ex presos políticos, a los exonerados y exoneradas políticas, a las exiliadas y exiliados políticos, a las organizaciones de derechos humanos, a los marinos antigolpistas, a los niños y niñas torturadas, a las mujeres torturadas, a las mujeres violadas, a las niñas que nacieron en las cárceles, a las disidencias que sufrieron la represión, a las y los artistas reprimidos, a las trabajadoras y trabajadores, a las pobladoras y pobladores que sufrieron la persecución y la represión y a todo el pueblo de Chile que sufrió la barbarie del fascismo golpista durante 17 años…”
“El gobierno de Salvador Allende fue el heredero de las huelgas de los lancheros de Valparaíso, de los pampinos de Iquique, de la lucha por la tierra en Ránquil, de las movilizaciones de los obreros chilenos y del carbón por mejores condiciones de trabajo, de las luchas de los estudiantes en 1957 contra el alza de la movilización y de la lucha de las mujeres por el derecho a voto. El gobierno de la Unidad Popular, que fue revolucionario y de carácter profundamente transformador, orientó su programa por la justicia social y para dar dignidad todas las personas (…) su proyecto político alcanzó la máxima expresión democrática visibilizando los derechos de los humildes, de los trabajadores, de las trabajadoras, pobladores, pobladoras, niños y niñas, mujeres y estudiantes, campesinos y campesinas Entre 1970 y 1973 el pueblo organizado emprendió los desafíos de justicia social con nuevas ideas, con organización, con solidaridad y voluntad popular”
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 11 de septiembre 2023
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