Siete funcionarios de la Segunda Comisaría de Graneros –dos oficiales y cinco subalternos– fueron sorprendidos de manera flagrante consumiendo bebidas alcohólicas al interior de la unidad policial. El hecho fue constatado por colegas del Departamento de Asuntos Internos, quienes precisamente se encontraban controlando que ello no ocurriera al interior de los recintos policiales. Los uniformados fueron pasados a la Fiscalía Militar.
Corría la tarde del jueves pasado y en la Segunda Comisaría de Graneros ya estaban listos y preparados para el Dieciocho. Para evitar que los festejos previos no se convirtieran en una fonda verde, la Sección de Asuntos Internos de la Prefectura Cachapoal de Carabineros hizo una ronda por las unidades policiales del sector, a fin de comprobar que nada estuviera fuera de los cauces normales. Sin embargo, grande fue su asombro cuando, al llegar a la Segunda Comisaría, sorprendieron de manera flagrante a dos oficiales y cinco suboficiales empinando el codo.
De acuerdo con el jefe de la Sección de Asuntos Internos de la Prefectura Cachapoal, teniente Franco Allendes Guzmán, su patrulla sorprendió a un suboficial mayor, a tres sargentos 2° y una cabo 1° “ingiriendo bebidas alcohólicas, quienes luego de haber sido consultados por lo constatado señalaron que el capitán y el teniente también se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas”.
A simple vista, en la oficina había indicios de las bebidas alcohólicas consumidas y todos fueron sometidos a prueba respiratoria Intoxilyzer, que arrojó el siguiente resultado: el capitán P.B.R., 0.52 g/l.; teniente A.C.A., 0.36 g/l.; suboficial mayor R.H.C., 0.55 g/l.; Sgto. 2° A.G.M., 1.33 g/l.; Sgto. 2° Y.C.O., 0.53 g/l.; Sgto. 2° J.N.M., 0.82 g/l.; y cabo 1° P.A.C., 0.19 g/l.
En estos casos, según la reglamentación, corresponde hacer un sumario breve, que es cuando un funcionario es sorprendido consumiendo alcohol al interior de un cuartel policial, quedando a disposición del coronel de esa zona y podría, incluso, darse la baja inmediata, dependiendo de la gravedad de los hechos.
Dada la situación, se constituyó el prefecto de Servicio, teniente coronel Erich Anfossy Salazar, y asimismo se informó a la Fiscalía Militar de Rancagua, “disponiendo que solo se diera cuenta del hecho, adjuntando el sumario breve y actas de intemperancia”. Además, se “inició trámite administrativo para ser recibidos por el Prefecto Subrogante, conforme a atribuciones disciplinarias”.
En el Reglamento de Disciplina de Carabineros de Chile, N° 11, Título V, Clasificación de las Faltas, artículo 22, letra h), se establece la norma sobre “la ebriedad o intemperancia expuesta al público fuera del servicio, vistiendo uniforme o de civil haciendo notoria la calidad de miembro de la Institución”.
Pero es en la Orden General Número 001598, decretada el 28 de septiembre del 2004, donde se especifican las “Faltas por intemperancia alcohólica en actos del servicio o fuera de este y consumo de alcohol al interior de los cuarteles, que refunde, actualiza e imparte instrucciones relativas a faltas por intemperancia alcohólica y consumo de licor”.
Para establecer el estado de intemperancia alcohólica, se señala que “el sumario breve será individual, por cuyo motivo si fuera necesario determinar el estado de intemperancia o temperancia de dos o más integrantes de la institución, deberán instruírseles por separado a cada uno de ellos”.
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