En la investigación de la Fiscalía del Biobío, que derivó ayer en la detención de 11 personas –entre ellas, un carabinero activo y otro en retiro–, fue clave la cooperación de un testigo que se acogió a la reserva de identidad, gracias a lo cual se pudo revelar la operatoria interna de la organización dedicada al robo de madera y de vehículos, tráfico de armas, abigeato, lavado de activos y posible tráfico de drogas. En el operativo, además de armas de fuego de gran calibre, fueron incautados equipos de telecomunicaciones y más de $5 millones en efectivo.
La información consta en un documento presentado por el fiscal Juan Yáñez Martinich ante el Tribunal de Garantía de Curanilahue –el que acogió las órdenes de aprehensión, entrada y registro el pasado 20 de septiembre, a las 14:02 horas– y que fue firmado por la jueza Ana Elizabeth Pino.
La presentación, a la que accedió El Mostrador, revela la operatoria de siete atentados ocurridos entre marzo de 2021 y marzo de 2022 en la Región del Biobío.
Entre los antecedentes también figura cómo la agrupación criminal operaba con el funcionario activo de Carabineros de Curanilahue, el cabo primero Darwin Carrillo (detenido ayer en la madrugada), quien recibía las coimas en efectivo. Este último –de acuerdo con el Ministerio Público– entregaba información útil para el robo de madera. Básicamente, se comunicaba con Celso Fonseca, líder de la estructura delictiva y detenido desde diciembre de 2022, que a su vez fungía como representante legal de la empresa Transporte y Arriendo de Maquinarias Fonseca SpA. El nexo entre ambos fue un sujeto conocido como “Mentolato”, Rodrigo Ormeño, quien resultó detenido en octubre de 2022, acusado de liderar a otra agrupación violenta, dedicada al robo de madera.
Del mismo modo, se supo que el exjefe de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Curanilahue, el suboficial en retiro Luis Berna, jugaba a dos bandas, pues entregaba datos al grupo, pero también a sus sobrinos Marcelo y Jairo Aravena (igualmente detenido y apodado “Poto roto”), quienes trabajaban en Maxon, una empresa que presta servicios a la Forestal Arauco.
Por esta razón, Yáñez aseguró que la orgánica ilícita “penetró las bases más importantes de Carabineros”.
El joven
Sin embargo, lo central fue descubrir la identidad de Ignacio Maldonado, otro de los apresados, quien es descrito en el documento como un “sujeto joven”, de raigambre mapuche y con participación directa en atentados cometidos por la Resistencia Mapuche Lafkenche (RML).
Según lo informado respecto de él, Maldonado hacía negocios con Fonseca, en la comuna de Cañete, los que implicaban compra y venta de madera, vehículos robados y armas de fuego.
En función de lo anterior, el fiscal Yáñez describió en el mismo escrito que Celso Fonseca Rivas era el líder de la organización y el nexo necesario con los uniformados. Operaba junto a Pedro Fonseca Villagrán, Jorge Miranda Castro y Jerson Fernández Barrientos.
Por cierto, todos ellos quedaron en prisión preventiva en diciembre de 2022, cuando se descubrió la primera parte de esta organización criminal, excepto Fernández Barrientos, que se encontraba en libertad, pero fue detenido ayer, enfrentando además una acusación por tráfico de drogas.
Sacar los fierros
La indagatoria que lideró el fiscal Yáñez comenzó en diciembre de 2022, a partir de otras investigaciones relativas a hechos similares. Respecto de los apresados esta semana, el persecutor especificó ante el tribunal que las pesquisas fueron “separadas estratégicamente”, debido a que se trataba de una banda organizada con permanencia en el tiempo, funciones y jerarquía, entre otros elementos propios de la figura jurídica de la asociación ilícita.
Detalló que en esa fecha (a fines del año pasado) se decomisaron pistolas, rifles, escopetas, abundante munición de distintos calibres, una cuatrimoto, automóviles robados, compresores y una retroexcavadora. Todo lo anterior permitió que, junto a los peritajes criminalísticos, se estableciera el entramado en el que participan los detenidos durante el día de ayer.
Por ejemplo, el persecutor cita detalles de un hecho ocurrido el 12 de septiembre de 2022. En esa oportunidad, “Patas cortas”, alias de Jerson Fernández Barrientos (también detenido), era acompañado por Jorge Miranda Castro y, mientras robaban madera en los terrenos de la Forestal Arauco, en el sector de Yane, fueron sorprendidos y seguidos por funcionarios de la policía uniformada.
Según el fiscal Yáñez, no tenían chance de escapar, por lo que abandonaron la camioneta Mitsubishi en la que se desplazaban. En una conversación con Celso Fonseca (el líder de la organización, como ya está indicado), Miranda le explicó que alcanzaron a sacar la cuatrimoto y los “fierros” (armas).
Sin embargo, como consta en las interceptaciones telefónicas, Fonseca los increpó duramente, preguntándoles que por qué no arrollaron a los uniformados. Luego acordaron que los iría a buscar personalmente al bosque donde se escondían.
Otro de los aprehendidos es Pablo Carrillo Norambuena, apodado “Chololo”, quien sufrió la amputación de un dedo de un pie, debido a un accidente ocurrido durante una de las extracciones ilegales de madera. Ante ello, fue trasladado al hospital de Curanilahue, pero cuando los investigadores solicitaron el detalle del procedimiento, se les indicó en el centro asistencial que no podían entregar detalles de la ficha clínica.
Todo lo anterior quedó registrado en una interceptación telefónica, cuando habló con su pareja María Paz Robles, a las 23:40 horas del 16 de agosto de 2022. Tres meses antes, su domicilio había sido allanado por la policía, ocasión en la cual incautaron un rifle y marihuana.
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