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lunes, 16 de junio de 2014

Operación Albania: a 27 años del mayor fraude comunicacional de la dictadura para ocultar el asesinato de 12 opositores

El abogado Nelson Caucoto recuerda que "tuvimos que enfrentarnos yo diría al mayor despliegue comunicacional que este país haya conocido porque no hubo radio, ni diario, ni emisora de televisión que no repitiera una versión oficial que yo diría lanzada a los vientos por la CNI, con gran despliegue publicitario, es decir desde ese minuto quedó internalizada probablemente en la conciencia colectiva de la población chilena de que allí hubo un enfrentamiento entre dos bandos".
Este 16 de junio se conmemoran 27 años de la llamada Operación Albania o "Matanza de Corpus Christi", cuando doce miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) murieron a manos de agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), la policía política de Pinochet que reemplazó a la DINA. Más de 50 funcionarios del organismo represor participaron en la matanza.

Junto con reponerse del impacto, los familiares de los jóvenes asesinados debieron comenzar una batalla que duraría ocho años: demostrar que habían sido simplemente asesinados o por la espalda o mientras estaban cautivos o presos.

Sobre el tema el abogado Nelson Caucoto recuerda que "tuvimos que enfrentarnos yo diría al mayor despliegue comunicacional que este país haya conocido porque no hubo radio, ni diario, ni emisora de televisión que no repitiera una versión oficial que yo diría lanzada a los vientos por la CNI, con gran despliegue publicitario, es decir desde ese minuto quedó internalizada probablemente en la conciencia colectiva de la población chilena de que allí hubo un enfrentamiento entre dos bandos".

El profesional asevera que incluso se entregó a la prensa, como parte del engaño supuestos planos de la ubicación de los extremistas parapetados.

"Y en ese dibujo intentaban reflejar la trayectoria de los balazos y el lugar donde se encontraban los sujetos que dispararon hacia su casa, y no me calzaba a mi el que pudieran disparar desde el frente de la casa y los impactos de balas fueran verticalmente hacia el piso", dijo Caucoto.

Al día siguiente de los supuestos enfrentamientos, la CNI publicó una declaración que hablaba de cuatro heridos entre sus filas de mediana gravedad.

"Pedimos al tribunal que nos dijera quienes son los heridos donde los llevaron, cuales son las lesiones. Pero la CNI nunca pudo demostrar quienes fueron", dice Caucoto, abogado experto en las lides de los derechos humanos.

Solo diarios como el Fortín Mapocho y La Época dudaban de la versión oficial, que hablaban de duros enfrentamientos. El Mercurio le dedicó páginas y páginas "al enfrentamiento".

"Yo diría que este diario y todos los de su empresa llevaron el estandarte, junto a TVN, del montaje o falsedad de este asesinato. Colocaban los comunicados textuales de la CNI sin preguntar nada...y no estamos hablando de los primeros años de la dictadura. Sino que hablamos de más bien de los dos últimos años. Y El Mercurio y la prensa de la época son los únicos que no han pedido disculpas por ser cómplices de esos crímenes", dice otro abogado de derechos humanos.

Crimen a mansalva

Tras el intento de asesinato de Augusto Pinochet en el cajón del Maipo en 1986, como venganza la CNI logró determinar las identidades de los principales líderes del FPMR y realizó esta operación criminal, liderada por Alvaro Corbalán Castilla, ex jefe operativo del órgano de la dictadura, para acabar definitivamente con el grupo.

La matanza comenzó la jornada del 15 en un barrio residencial de la comuna de Las Condes, con la muerte de Recaredo Valenzuela Pohorecky. Posteriormente, la CNI eliminó en la calle Varas Mena, en la comuna de San Joaquín, a Patricio Acosta Castro, Juan Henríquez Araya y Wilson Henríquez Gallegos, mientras que en la Villa Olímpica fue ultimado Julio Guerra Olivares.

En tanto, otros siete frentistas fueron asesinados en un inmueble abandonado de la calle Pedro Donoso, en Recoleta: José Valenzuela Levi, y Esther Cabrera Hinojosa, Ricardo Rivera Silva, Ricardo Silva Soto, Manuel Valencia Calderón, Elizabeth Escobar Mondaca y Patricia Quiroz Nilo.

La justicia tarda pero llega

Debieron transcurrir 18 años para que la justicia -ya en democracia- lograra esclarecer los hechos y proceder a la condenada de los responsables.


De acuerdo a una recopilación hecha por radio Cooperativa, solo en enero de 2005 el ministro en visita Hugo Dolmestch condenó a cadena perpetua al ex director de la CNI, Hugo Salas Wenzel, por su responsabilidad en el caso, sentencia en la cual el mayor (r) Alvaro Corbalán recibió una pena de 15 años y un día, mientras que el oficial de Carabineros Iván Quiroz fue condenado a 10 años y un día. Además, otras 11 personas recibieron diversas condenas.

Por su parte, otros 11 encausados (entre ellos los ex agentes de la CNI Iván Cifuentes y Kranz Bauer), quienes participaron en las detenciones de los ex frentistas, fueron absueltos debido a que el magistrado estimó que sólo habían cumplido órdenes.


En agosto de 2007 la Corte Suprema ratificó la cadena perpetua para Salas Wenzel, mientras que elevó a 20 años la pena para Corbalán Castilla. El máximo tribunal confirmó la condena de 10 años y un día para Iván Quiroz, de ocho años y un día para Emilio Neira Donoso y de cinco años y un día para Miguel Morales Acevedo. Otros 10 implicados, en tanto, recibieron la ratificación de distintos beneficios, como la remisión condicional de condenas que van desde siete años y un día hasta los tres años.

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