Varios días antes de que se concretara la donación de la chilena residente en Estados Unidos, Lucy Ana Avilés, para que el avión Super Tanker arribara al país y se trasladara a la Región del Maule a combatir incendios, el representante de la empresa en Chile, Hans Dieter Linneberg, miembro del directorio de SQM, realizó un arduo lobby frente al Gobierno.
Llamó a distintos personeros del Ejecutivo para ofertar los servicios del SuperTanker. En esta cruzada empresarial, se comunicó con ministerios técnicos, como el de Agricultura, y con instituciones como la Conaf, según confirman fuentes de gobierno a este diario.
En paralelo, y en medio de la polémica por las críticas ante la supuesta lentitud del gobierno para reaccionar frente a la donación que hizo Lucy Ana Avilés, Linneberg se dedicó a repartir presupuestos entre distintas autoridades oficialistas con la información y las características de los servicios del SuperTanker, en su calidad de representante en Chile. Así, personeros oficialistas, pudieron constatar los costos que tendría para el Estado mantener el Super Tanker en el país en caso de que den resultados los días de prueba del avión. Según la Conaf, la donación es para dos días de funcionamiento; según la Fundación que dirige Avilés, el beneficio es para seis días.
Como sea, una vez que Avilés deje de pagar por el SuperTanker, el Estado debe contratar por un mínimo de 30 días a la empresa, ello independiente de que lo requiera por menos tiempo.
La oferta recibida por las autoridades es la siguiente: Costo diario, US $72.000; hora de vuelo, US $21.600 (12 horas mínimo); Valor diario, US $331.200 (12 horas operación); Mínimo, 30 días de operación.
El valor total por 30 días de Operación asciende a US $9.936.000.
Además del costo económico, la propuesta indica que se deben cumplir con ciertas condiciones: autorización para operar en Chile, permiso y uso de pistas territorio nacional autorizadas, combustible para la operación y para el regreso del avión a la base en Estados Unidos; agua o agentes químicos que se requieran y 2 vehículos para movilización.
A estos detalles desconocidos por la opinión pública, se añade información que sí ha sido difundida en los medios de comunicación, como la posibilidad de volar con 72 mil litros que equivalen a 24 aviones Air Tractor; capacidad táctica diurna y nocturna contra el fuego, entre otras características.
En tanto, ayer el diario La Segunda informó que la familia Luksic se haría cargo de mantener los costos del avión por una semana.
El REPRESENTANTE
Hans Dieter Linneberg es desde 2015 integrante del comité de directores y del Gobierno corporativo de Soquimuch. Hasta ese año 2015, en que la minera no metálica dio a conocer la participación accionaria de sus directores, poseía 455 acciones de SQM S.A. (400 de Serie-A y 55 de Serie-B) con un valor, a la época, de $7.136.105.
A la compañía, investigada por financiamiento irregular de la política, llegó como director independiente en representación de la sociedad de inversiones Pampa Calichera, manejada por el empresario Julio Ponce Lerou. Para el puesto, compitió con el candidato de SailingStone Holdings Limited quien postuló al abogado canadiense Edward J. Waitzer.
Linneberg es ingeniero comercial de la Universidad de Chile. Fue director Ejecutivo del Centro de Gobierno Corporativo y Mercados de Capitales de la FEN y académico de la misma universidad.
Tiene, además, varios emprendimientos propios: Inversiones y Asesorías Linneberg Ltda, constituída en mayo de 2007 junto a su esposa y de un giro comercial amplio. En el año 2011, mientras Linneberg prestaba servicios a la universidad de Chile, esta sociedad tuvo cuatro órdenes de compra de la casa de estudios; Hans Dieter Linneberg Arancibia E.I.R.L, que data del año 2012 y se especializa en asesorías en gestión y bienes raíces; Def Consultores, creada en 2013 con fines similares a sus otras empresas.
Aparece también mencionado como parte del directorio de Inversiones Águila SpA, dedicado al mercado aéreo.
Hoy figura en los medios por ser representante de la empresa encargada del SuperTanker. Al respecto, el ingeniero ha dicho que la nave “apaga los incendios, pero es colaboración a todas las personas que trabajan en tierra y también es complementario a aviones pequeños y helicópteros”.
“Esto no es una herramienta que pueda ser sustituto del resto de las cosas, no es una varita mágica que va a apagar incendios solo, sino que es complementario a todos los elementos que están”, ha afirmado.
También ha sostenido que “esto no es prueba, vamos a combatir los incendios desde el primer lanzamiento. Esto no es una prueba del avión”.
Desde el entorno de Hans Dieter Linneberg explicaron que el presupuesto total es de 9 millones de dólares y que no se requiere ser contratado por un mínimo de 30 días, que era lo recomendado por la magnitud de la emergencia. Los documentos revisados por este diario indican que el mínimo para era 30 días de contrato.