En la ruta 207 en la Región de Valparaíso, el General (R) Flavio Echeverría Cortez cuenta con un terreno que no figura entre los bienes que ha declarado poseer ante el Ministerio Público. El uniformado ha reconocido que es dueño de dos departamentos en Ñuñoa -con tres bodegas y un estacionamiento-, una casa en La Reina y depósitos en Fondos Mutuos por $416 millones. También ha admitido que obtuvo recursos de forma irregular y que la suma de estos dineros es de $420 millones.
Pero una omisión ha alertado al fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos. En la calle Víctor Domingo Silva 3011 en Olmué, el General tiene un terreno de alrededor de 1800 metros cuadrados que adquirió en sus tiempos de coronel en dos compras -entre los años 2010 y 2011- por alrededor de $30 millones. Allí construyó una casa. Alguien que lo conoció señala que al lugar “no iba mucho. Era cordial y extremadamente reservado”.
Según pudo constatar The Clinic Online, allí figura como titular de las cuentas de servicios básicos. Una de ellas, de la Cooperativa de Servicios de Agua Potable y Saneamiento El Granizo Limitada lo identifica como el cliente 1703 y consigna su nombre completo y RUT.
La incógnita sobre este domicilio podría despejar el gran misterio del fraude en Carabineros: dónde está el dinero que no aparece invertido en propiedades, vehículos y productos bancarios de los imputados en la causa. La cuenta es simple: hasta ahora se ha corroborado el robo de $17.500 millones. En la indagatoria interna de Carabineros ya se acreditan más de $20 mil millones defraudados y el último cálculo indica que el monto definitivo oscilaría entre los $28 mil y $30 mil millones. Ese sería el techo. Las posesiones de la “Mafia de la Intendencia” no alcanza esa cifra. El coronel Jaime Paz, uno de los líderes de la banda tiene, por ejemplo, un patrimonio austero, acorde con su salario y que no se condice con sus actividades delictuales.
Por ello, según fuentes del Ministerio Público, Campos indaga el escondite de los millones y uno de sus próximos pasos es solicitar a tribunales una autorización para allanar la parcela de Echeverría, es decir, “reventar” el sitio buscando “entierros”: dinero sepultado al más puro estilo de Pablo Escobar. La tesis de que podría ser real una performance de este tipo cobra fuerza tras indagatarias iniciales. Un extrabajador del sitio ha señalado, por ejemplo, que Echeverría mandó a “secar el pozo de agua”, información que debe ser corroborada en la investigación.
Otra línea que sigue la Fiscalía sobre el paradero de los fondos es que parte de ellos pudieron haber sido trasladados fuera de Chile a través de un viaje a Europa que realizaron a mediados de 2016 el coronel Héctor Nail, el coronel Robinson Carvajal y el mayor Nelson Valenzuela.
LOS COLETAZOS DEL FRAUDE 
Echeverría en una de sus primeras declaraciones en Fiscalía –que publicó The Clinic Online en abril– insistió en que él sólo era un miembro más de la máquina de defraudar, pese a que testimonios recogidos por este medio indican que incluso reclutó de forma personal cuentacorrentistas. También ha dicho que sólo se quedó con $420 millones del total robado. Sin embargo, fuentes de la institución aseguran que fue él quien le abrió las puertas a la pareja dorada del Pacogate: los dos civiles que entre dineros de la cuenta de desahucios y la operacional habrían recibido $4 mil millones.
Del General Echeverría dependían cuatro cuentas del Banco Estado: La de Gastos en Personal, sindicada con el número 901813-1, donde se giran todos los recursos relacionados con el ajuste y pago de las remuneración; la de Tesorería, identificada con el número, 900413-1, donde van a parar dineros de reintegro y de licencias Médicas; la del Fondo Desahucio, 901815-8, con la que se pagan las indemnizaciones de los uniformados y que corresponde a dinero ahorrado por carabineros y la de Gastos Operacionales, que corresponde a la cuenta 901306-7 y que cubre gastos e inversiones originados por la Dirección de Finanzas y distintos departamentos.
Echeverría y el resto de la Mafia de la Intendencia no dejaron ninguna cuenta indemne.