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sábado, 7 de julio de 2018

En Chile más de 200 personas realizan velatón por l@s líderes sociales asesinad@s en Colombia

Andrés Figueroa Cornejo / 6 de julio de 2018
Más de 200 personas, entre migrantes de Colombia y chilenos, se reunieron en la Plaza de Armas de Santiago, punto cero del país andino, para realizar la velatón por las y los cientos de líderes de DDHH y sociales que han sido asesinados por el palamilitarismo y el Estado narco-fascista colombiano.
Si bien el uso extremo de la violencia por la oligarquía contra los pueblos que habitan el territorio colombiano es histórico y sistemático, en los últimos tiempos ha recrudecido con el fin de contener cualquier tipo de resistencia y disidencia política.
A los inclumplimientos de los llamados Acuerdos de Paz de La Habana por parte del gobierno de Santos, se agrega la victoria electoral del uribista Iván Duque, que no sólo está destruyendo a diario lo convenido en La Mayor de Las Antillas entre la administración Santos y las ex FARC-EP, hoy convertido en partido político institucional y desarmado; también se corre el riesgo de que los Diálogos entre las delegaciones del Ejecutivo y de la insurgencia político militar del Ejército de Liberación Nacional, terminen en medio de su sexta parte, recientemente iniciada.
La velatón en la capital chilena tuvo conmovedoras intervenciones ante la brutalidad de unas clases dominantes que niegan el clamor popular porque estalle por fin la paz y acabe el asesinato cotidiano contra las y los dirigentes sociales, contra el campesinado, los pueblos indígenas y afrodescendientes, el ambientalismo consecuente, las mujeres en lucha, la juventud organizada. Las y los reunidos en la Plaza de Armas de Santiago de Chile abogaron por la paz con justicia social y una poderosa democratización en todos los ámbitos, de uno de los países más desiguales del planeta.
Asimismo, la actividad de solidaridad, paz y hermandad nuestroamericana, sirvió para comunicar a los transeúntes respecto del envío del denominado Comando Jungla por parte del presidente fascistoide Sebastián Piñera, a Colombia, formado por oficiales chilenos para hacerse de la última tecnología y capacitación contrainsurgente de procedencia estadounidense (en Colombia existen 7 bases militares del imperialismo), cuyo fin es ponerla en acción en territorio del Wallmapu o país mapuche. La resistencia ancestral del pueblo mapuche que se ha intensificado en los últimos 20 años, paulatinamente, ha cobrado un poderoso vigor bajo las banderas de la autonomía y la recuperación territorial y cultural. El carácter de la resistencia mapuche se ha definido como anticapitalista, toda vez que la ocupación de tierras atenta en contra de los intereses particulares de las depredadoras industrias forestal, minera, agroproductivista y del latifundio. El Estado de Chile, en vez de privilegiar el diálogo y ajustarse a los convenios internacionales sobre los derechos de las comunidades indígenas, se ha abocado a la militarización, los montajes judiciales, y la represión multidimensional, incluido los menores de edad. En este sentido, y como se ha desenvuelto históricamente el Estado capitalista chileno, la minoría en el poder, al igual que en Colombia, no se ha comportado sino que como un simple brazo armado de los intereses de los grupos económicos que controlan Chile, bajo las órdenes del Estado corporativo de EEUU.
Ante la noche fascista que impone con saña y exterminio de humanidad y naturaleza sus intereses privados en Colombia, la luz esperanzada de la libertad, la justicia y la igualdad popular se encendieron en el duro invierno solidario de Santiago de Chile.




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