Foto: El diputado Eduardo Durán, evángelico, que habló en el Te Deum, usando el púlpito de la catedral en Septiembre, tres meses antes de la elección, junto a Piñera
Este domingo, el diario La Tercera da a conocer una información sobre los que participaron en el último te deum evángelico donde participó la ex presidenta Michelle Bachelet, cuando desde el púlpito y desde las propias tribunas de esa catedral ubicada en la comuna de Estación Central fueron groseros con su lenguaje con la ex mandataria. Todos o la gran mayoria, están trabajando para el Gobierno de Piñera, como posiblemente un pago a sus groserías religiosas.

El próximo domingo 16 de septiembre está contemplado que Piñera participe del tradicional tedeum que se realizará en la catedral evangélica.

En la ceremonia coincidirá con quien será el anfitrión del evento: el obispo Eduardo Durán Castro, padre del diputado Eduardo Durán Salinas (RN) y uno de los protagonistas del polémico tedeum de 2017, que estuvo marcado por fuertes críticas de los religiosos a la administración de la entonces Presidenta Bachelet. Sobre el obispo Durán, además, la Fiscalía de Alta Complejidad de la Zona Oriente abrió una investigación para determinar eventuales delitos de lavado de dinero o infracciones tributarias. Esto, por su alto patrimonio, cercano a los $1.152 millones.

La situación de la ceremonia evangélica, en todo caso, tiene otra particularidad. Además de Durán -quien fue parte del Consejo Ciudadano durante la campaña del Mandatario y hoy es el representante protocolar de las Iglesias Evangélicas y Protestantes ante el Estado chileno-, Piñera coincidirá durante el acto con otros de los protagonistas del controvertido tedeum evangélico del año pasado, algunos de los cuales terminaron siendo contratados por su gobierno, señala La Tercera.

En 2017, para la preparación del tedeum se realizó una reunión entre representantes evangélicos y el equipo de avanzada de Bachelet para revisar los detalles del acto. Pese a ese encuentro, por esos días señalaban desde el gobierno que no se les informaron todos los detalles ni lo que consideraron como “sorpresivas” intervenciones de algunos personeros.

Aquella vez se redactó un documento con el programa, en el que figuraba como coordinador el pastor Patricio Moya, secretario ejecutivo del Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas, y quien fue uno de los que lanzó críticas en el tedeum al gobierno de Bachelet.

Moya -quien dijo esa vez que “no ha habido leyes urgentes para las necesidades reales de la gente”- fue candidato a concejal de Pudahuel en 2012 por RN. Y varios en la centroizquierda dicen que es cercano al exalcalde Luis Plaza, en cuyo mandato en la Municipalidad de Cerro Navia lideró la Oficina de Asuntos Religiosos.

Actualmente, Moya aparece desde el 18 de junio contratado a honorarios como “experto” en el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres) -que lidera Gonzalo Blumel (Evópoli)- con una remuneración de $1.032.355 y con una “calificación profesional o formación” de “Licencia de Enseñanza Media”. Todo esto, de acuerdo al registro que aparece en el portal de Transparencia de la Segpres.

Otro de los protagonistas del controvertido tedeum de 2017 es el entonces director de comunicaciones del Concilio de Iglesias Evangélicas, Cristián Nieto, quien días después del evento rechazó la reacción del gobierno de Bachelet y habló de un “enfriamiento” de las relaciones con La Moneda, señala La Tercera.

Nieto fue candidato a diputado de RN por Cerro Navia en 1997 y asesoró a Augusto Pinochet Hiriart en el período en que el padre de este último se encontraba detenido en Londres. Y actualmente se encuentra trabajando a honorarios, desde el 16 de abril, en el Instituto de Previsión Social (IPS), organismo dependiente del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que encabeza Nicolás Monckeberg (RN).
Foto: Cristián Nieto con la primera dama

Según la información del portal de Transparencia de esa unidad, Nieto -de profesión periodista- figura con la función de “asesorar al subdirector de Servicios al Cliente y a las distintas áreas de la Subdirección en el proceso de mejora continua de la gestión en distintos ámbitos con un foco en el perfeccionamiento de la atención ciudadana”. Esto, con una remuneración mensual de $3.333.333.
Ahora, cualquiera que lea esta crónica entiende tanta odiosidad, más allá del credo religioso de estos personeros evángelicos.