El “decálogo” ofrecido a la ciudadanía por el Presidente Petro durante su discurso en la Transmisión de Mando, puede resumirse en tres ejes centrales: el primero y el más importante dice relación con la búsqueda de “la paz total”; el segundo, la propuesta de dos grandes reformas económicas – la tributaria y la agraria – a fin de acortar la abismal brecha entre ricos y pobres; el tercero se refiere al reemplazo de la dependencia del petróleo y el carbón por instalación de energías limpias que garanticen el gran cambio climático.
La violencia ha marcado la historia de Colombia: durante el siglo XIX: la famosa guerra de Los Mil Días, en que se enfrentaron comunidades campesinas, entre liberales y conservadores, en el XX la “Matanza de las Bananeras” 1928 ; marcado por el período llamado propiamente “de la violencia”, desde “el bogotazo”, con el asesinato del líder popular, del Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán, hasta el reparto alternado de poder entre los dos Partidos históricos, el Liberal y el Conservador. Durante el Gobierno del Presidente Belisario Betancourt se produjo la masacre, perpetrada por el ejército colombiano, en que mueren Magistrados del Tribunal de la Corte Suprema, militantes del M-19, (habían tomado el Palacio de Justicia), y civiles que se encontraban en el edificio. Es de destacar también que en un lapso muy corto murieron asesinados tres candidatos presidenciales, Luis Carlos Galán, liberal progresista, Bernardo Jaramillo, del Partido Frente Unido, y Carlos Pizarro, fundador del M-19.
Hacia 1964 nació la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), grupo liderado por Manuel Marulanda Vélez, (alias “Tirofijo”), y el Movimiento 19 de Abril, (M-19); conjuntamente con la guerrilla surge el Movimiento de las Autodefensas, los paramilitares, (aliados al ejército regular para el exterminio de los miembros de la guerrilla), además de los Carteles del narcotráfico, especialmente en Medellín y Cali, (Pablo Escobar y los Rodríguez Gacha, respectivamente).
La violencia en ese país ha costado más de siete millones de campesinos “desplazados”, un millón de muertes violentas y, más adelante, la masacre de líderes sociales, llevada a cabo por agentes del Estado, y hoy, oficiales del ejército colombiano han reconocido el asesinato de 6.400 “falsos positivos”, (para premiar a los oficiales y soldados que masacraran a campesinos e indigentes, (haciéndolos pasar por guerrilleros), además de pobres del campo y la ciudad, hechos ocurridos durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Los Acuerdos de Paz, firmados en La Habana, hasta ahora no han sido cumplidos: el gobierno de Iván Duque ostenta el verdadero récord de asesinatos de líderes sociales, y basándose en un plebiscito fraudulento y manido, ha inaugurado un paréntesis en estos acuerdos que, fundamentalmente, afectaron al ELN.
El ahora ex Presidente, Iván Duque, orientó su política internacional hacia el quiebre de relaciones diplomáticas con el gobierno venezolano, reconociendo como presidente legítimo al usurpador, Juan Guaidó, quien ha usado a Colombia como su “cuartel general” para conspirar contra el gobierno de Maduro, (hoy, Guaidó es una personaje desprestigiado y despreciado, (incluso, durante el gobierno del Presidente, Donald Trump, lo califica como “un político de pocas luces”). Actualmente, personajes como el ex Presidente de Chile, Sebastián Piñera, el cantante español, Miguel Bosé, el Ex Presidente Iván Duque, y otros, son despreciados por el intento de pasar la frontera en Cúcuta-Táchira, con el fin de derrocar a Maduro e instalar a Juan Guaidó en el poder.
El ahora Presidente de Colombia, en uno de sus primeros actos de su gobierno, nombró como Canciller a Álvaro Leyva Durán, un aristócrata, perteneciente al antiguo Partido Conservador, quien ha consagrado su vida a la defensa de los derechos humanos, así como a la búsqueda de la paz y el Acuerdo entre el gobierno y las guerrillas. Leyva ha mantenido amistad con “Tirofijo”, con Mono Jojoy, Timochenko, Cano, el cura Pérez, (algunos de ellos han muerto).
Álvaro Leiva es un personaje polémico, odiado por la derecha y, como antiguo militante del Partido Conservador, es admirado por la izquierda. A sus lúcidos 80 años ha propiciado reuniones con el gobierno de Colombia y Venezuela, en la provincia de Táchira; a su vez, con el Canciller de Cuba, a fin de reiniciar los diálogos para lograr un Acuerdo de Paz con el ELN, acciones estas en sus primeras incursiones como Ministro de Relaciones Exteriores.
En el diálogo entre los Presidentes Gustavo Petro y Gabriel Boric se planteó la posibilidad de que Chile fuera la sede del diálogo para el Acuerdo de Paz y, a su vez, la participación de los países garantes, sobre todo, Noruega y Chile.
El quiebre de relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela ha permitido que la frontera Simón Bolívar, Cúcuta- San Cristóbal, sea un lugar privilegiado para el tráfico de delincuentes comunes y de narcotraficantes. Según el Presidente Petro, la reapertura de relaciones diplomáticas entre los dos países permitiría que Cúcuta y San Cristóbal se conviertan en un eje de desarrollo económico, esencial para los dos países. Las relaciones diplomáticas tienen como base los intereses de las naciones y no de los gobiernos efímeros.
El difícil camino de “la paz total” es la propuesta estrella del Presidente, Gustavo Petro que, esperamos, se vaya concretando a medida que haya voluntad general entre el gobierno y la ciudadanía.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
15/08/2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario