Uno de los hechos más importantes en la historia de Chile, fue el combate naval de Iquique.
Este combate fue uno de los enfrentamientos navales más importantes ocurridos durante la Guerra del Pacífico, ocurrida entre 1879 y 1884 y que enfrentó a Chile que enfrentó a Chile con los aliados Bolivia y Perú. Esta guerra, se desarrolló en el océano Pacífico, en el desierto de Atacama y en las serranías y valles peruanos.
Este combate naval, tuvo lugar en la bahía de Iquique el miércoles 21 de mayo de 1979 y en él, se enfrentaron monitor peruano Huáscar, al mando del almirante Miguel Grau Seminario y la corbeta Esmeralda al mando del capitán de fragata Arturo Prat Chacón con el resultado del hundimiento de la corbeta chilena y el levantamiento del bloqueo del puerto de Iquique por parte de la marina chilena.
Este hecho se constituyó en un hito en la historia de Chile.
Han pasado 144 años desde que la Corbeta Esmeralda se hundió en la rada de Iquique, dejando un legado indeleble entre las generaciones de chilenos venideras, quienes todos los años rinden homenaje a los héroes navales.
El año 2004, La Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi, interesada en hacer un aporte de relevancia a la ciudadanía iquiqueña para conmemorar el Bicentenario de la Primera Junta de Gobierno de Chile, realizó una encuesta entre sus trabajadores, con el fin de determinar cuál sería la mejor opción para materializar un proyecto que resultara emblemático dentro de la próxima celebración del Bicentenario de la Nación y que fuera una obra que permaneciera en la vida cotidiana de los iquiqueños y de los chilenos.
La idea que tomo fuerza fue la construcción de una réplica de la corbeta Esmeralda y este proyecto tomo fuerza el año 2009 cuando se incorporaron a él, la Corporación Patrimonio Marítimo de Chile, la Armada de Chile, el Gobierno Regional y la Municipalidad de Iquique, quedando su ejecución bajo la administración de la citada Corporación cultural patrimonial.
Luego, minera suscribió́ dos convenios con la citada Corporación, en octubre de 2009 y marzo de 2010 y esta, contrató la construcción de la réplica con los Astilleros Marco Chile de Iquique.
Y el 20 de mayo de 2011, se inauguró́ en el Paseo Lynch de la ciudad de Iquique, una reproducción a escala de la Corbeta Esmeralda de Prat, que en su interior cobija una muestra museográfica, la cual permite reconocer y destacar la historia del buque con anterioridad al Combate.
Actualmente, el Museo “Corbeta Esmeralda” es administrado por la Corporación Patrimonio Marítimo de Chile y el año 2019 se concretó el Proyecto “Recuperación, Mejoramiento y Ampliación” de un museo de sitio permitiendo que el museo cuente con una sala multipropósito, donde se desarrollan actividades de corte educativo y exposiciones complementarias que pueden ser visitadas por el público general.
Como no existen los planos que mostraran sus detalles originales ni sus modificaciones o tampoco se ha realizado una arqueología marina no se tenía fuentes para recabar experiencias para su desarrollo por lo que debía conjugarse la reproducción de un buque sobre el cual se tenían antecedentes históricos incompletos, la incorporación en su interior de una conceptualización museológica definida y un relato de acuerdo con su característica de patrimonio cultural histórico.
El recorrido guiado por guías expertos, se realiza a través de trece escenas museográficas que recrea cómo era la vida a bordo el día 20 de mayo de 1879, la jornada previa al combate naval.
En ellas se muestran las habitaciones de los oficiales, sus detalles más personales tratando, de recrear de la manera más fidedigna posible la vida a bordo de la nave. Esta el comedor de oficiales, donde se atendió a los heridos durante el combate; están recreados el comedor, escritorio y el camarote del capitán donde se muestran su uniforme y se pueden apreciar fotografías de su esposa y de sus hijos.
Luego el recorrido continúa en el entrepuente configurado para el día, con las mesas de rancho desplegadas, como podrían verse en la realidad a las horas de las tres comidas diarias. En otra parte, se muestra el entrepuente de noche, con sus coyes listos para ser ocupados para dormir, estando las mesas y bancas de rancho trincadas.
En la cubierta principal o de cañones, se replicó de la forma más exacta posible. En ella, está indicado el sitio por donde el capitán Prat saltó a la cubierta del Huáscar
Se alteraron algunos accesos para permitir la circulación segura de los visitantes. Uno de los cambios más visibles es el de los guarnes del timón. La evidencia señala, que estaban laboreados por el piso de la chupeta, pero debieron cambiarse al techo de este recinto y tampoco, todos los espacios, departamentos o subdivisiones ubicadas en este sector son accesibles al público.
En el otro extremo de la cubierta de cañones, en el espacio bajo el castillo, se utilizaron las pocas evidencias que existen para aproximarse a la realidad y se representó́ la bajada de las cadenas de la maniobra de fondeo hacia el pañol respectivo, la que probablemente tendría una protección que no está́ representada en este museo.
Lo que está representado de manera más fidedigna a lo que debió ser en el buque, es la maniobra de las velas, ya que se utilizaron manuales técnicos de la época para lograr una reconstrucción muy cercana a la realidad excepto en las cofas que eran superficies planas, carentes de toda protección permanente.
En cuanto a la artillería, al existir en los museos los tres tipos de cañones que estaban a bordo el día del célebre combate, se pudo replicar con bastante fidelidad su diseño, no pudiendo afirmarse lo mismo respecto de los tres tipos de cureñas, debido a que no fueron rescatadas íntegramente del pecio, debiendo hacerse una representación simplificada.
El sistema de propulsión a vapor, las santabárbaras y pañoles de granadas y otros espacios para el acopio logístico, se prefirió representarlos de otra forma porque, en la realidad, eran recintos bastantes estrechos, a los cuales el acceso de visitantes habría resultado difícil y riesgoso.
Todas estas modificaciones, debieron hacerse para cumplir funciones que son propias de un museo del siglo XXI e inexistentes en un buque del siglo XIX con el objetivo, de permitir la circulación segura de los visitantes.
La visita al sitio, culmina en el puesto de mando desde donde el capitán Prat les dirigió a sus hombres, la arenga antes del combate y donde los guías se la repiten a los visitantes, siendo el momento de mayor emoción de la visita.
En cuanto a la cantidad de turistas que han visitado el museo, desde 2011 a la fecha se han contabilizado 800.000 visitantes.
Los recorridos guiados son cada 30 minutos de martes a domingo en jornada AM y PM al igual que los autoguiados que en español, inglés, chino, portugués, francés y ruso, permiten a los turistas conocer en su propio idioma la historia del museo y su protagonismo en la historia chilena.
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