El Producto Interno Bruto (PIB) del país registró dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, lo cual, según expertos, señala la caída en esa situación.
La oficina alemana de estadísticas precisó que en términos interanuales, el PIB descendió un 0,5 por ciento.
Analistas atribuyeron la entrada en recesión en buena medida a la enorme inflación que gravita sobre el consumo y arrastra consigo a toda la economía.
Andreas Scheuerle, analista de DekaBank, consideró que el consumidor alemán ha caído de rodillas ante ese fenómeno.
Por su parte, el economista jefe de Commerzbank, Joerg Kraemer, opinó que el crecimiento masivo de los precios de la energía pasó factura en el semestre de invierno.
De acuerdo con la información estadística, el consumo de los hogares descendió un 1,2 por ciento intertrimestral tras los ajustes por precios, estacionalidad y calendario, así como que el gasto público disminuyó significativamente, un 4,9 por ciento en los primeros tres meses de 2023.
Según expertos, la pregunta ahora es si habrá alguna recuperación en la segunda mitad del año.
A juicio del jefe de macroeconomía global de ING, Carsten Brzeski. el suave clima invernal, un repunte en la actividad industrial, respaldado por la reapertura de China [tras la pandemia] y una disminución de las fricciones en la cadena de suministros, fueron insuficientes para sacar a la economía de la zona de peligro.
El optimismo de comienzos de año parece haber dado paso a un mayor sentido de la realidad, sostuvo.
Fuente: Prensa Latina
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