Ambicioso, con redes empresariales y línea directa con el Papa, el nuevo Arzobispo de Santiago asumirá un día antes del próximo plebiscito. ¿Qué rol jugará un pastor del “ala dura”, pro vida, anti matrimonio homosexual y defensor de los derechos sociales en época de definiciones políticas ?
“Estimados hermanos y hermanas. Les pido disculpas por no poder contestar uno por uno los emails, WhatsApp, llamadas telefónicas, mensajes en las redes y cartas que he recibido. Son muchos, más de los que esperaba y merezco. Muchos más, y ello me emociona y me anima. Estoy conmovido por el cariño de tantas personas. Ayúdenme a ser un “pastor con olor a oveja”, “no andar con cara de vinagre” y hacer de la iglesia “un oasis de misericordia” centrado en Jesucristo y siempre preocupado de los pobres, según nos enseña el Papa Francisco”, escribió el arzobispo electo de Santiago, Fernando Chomali Garib (66), horas después de que el Vaticano lo anunciara en su boletín el miércoles pasado.
También declaró que extrañará con el alma a Concepción y su gente, varias fuentes coinciden en que debe estar exultante por el nombramiento. Porque si algo lo caracteriza es su ímpetu y ambición, su gusto y cercanía con el poder. “Nada le puede desafiar más que convertirse en el cura que logró levantar a la Iglesia católica en Chile”, dice una fuente que asegura por ahí va la movida de la Iglesia.
En Concepción, otros esperan que no le ocurra como a Ricardo Ezzati. “Los fieles sintieron mucho su partida, se preguntaban quién tomaría el relevo de sus obras, sin embargo, luego en Santiago pasó lo que pasó con Ezzati. Hoy estamos en las mismas, lamentando la ida de un obispo muy gestor, pero eso no asegura su éxito en Santiago”, dice un feligrés.
Con fama de buen negociador, de venderse muy bien y reconocido peso intelectual, comunicador, ingeniero, artista, deportista y con una fuerte red empresarial dentro y fuera del país, que lo sostiene cada vez que necesita levantar un proyecto. Forma parte del “ala dura” de la Iglesia católica, es anti relaciones prematrimonales, anti aborto, anti métodos anticonceptivos, anti relaciones homosexuales, anti eutanasia, y anti divorcio… Cuando se acordó legislar sobre el aborto en agosto de 2015, dijo: “La violencia del Estado entró al mismo útero de la mujer”.
Y en una de sus primeras entrevista al llegar a Concepción en 2011 habló sobre la unión de parejas del mismo sexo: “evidentemente postular que dos personas del mismo sexo puedan casarse va contra la esencia del matrimonio, que es justamente la apertura a la vida, el cuidado de los hijos que por naturaleza requieren una figura paterna y materna. Hay una verdad inscrita en nuestra naturaleza que no podemos tergiversar y que viene desde nuestra condición de creaturas”, dijo en Revista Nos.
Ante la pregunta sobre qué deberían hacer dos personas del mismo sexo que se aman y quieren pasar la vida juntos, respondió: “Yo no juzgo eso. Si me preguntan, les aconsejaría que vivieran como hermanos, pero eso es muy distinto a una política pública que plantee que da lo mismo los vínculos homosexuales y heterosexuales. No da lo mismo, porque en uno está toda la posibilidad de conservación de la especie y lo que nos dicta la naturaleza en términos de que el hombre está hecho para la mujer y viceversa. En el otro no se da. (…) Vivir como hermanos es que se abstengan de vínculos sexuales. Una persona que tenga una tendencia homosexual no tiene necesariamente por qué tener actos sexuales. Como tampoco un soltero. De hecho la invitación de la Iglesia (católica) es que las relaciones sexuales se den en el contexto del matrimonio, que es el lugar donde se produce una comunión, un proyecto de vida futuro que garantiza el derecho a un hijo a tener un papá y una mamá”.
Sus principios en estas causas las predica no solo en la misa, también por los medios de comunicación y se ha enfrascado en discusiones mediáticas con Carlos Peña por el aborto y con Axel Kaiser por políticas económicas.
Base familiar y moral
Es el segundo de los cinco hijos del fallecido odontólogo y académico de la Universidad de Chile, Juan Chomali Celse, quien fue dentista de los presidentes Jorge Alessandri y Eduardo Frei Montalva. Su madre, Vitalia Garib Aguad es heredera de Hilados y Tejidos Garib S.A. Ambos descendientes de familias Palestinas llegadas a fines del siglo XIX.
El mayor de los Chomali Garib es Juan Adolfo, ingeniero comercial con larga trayectoria en la banca, hoy es socio en Agrícola Benjamín Limitada. Después viene el arzobispo electo. Le sigue May, médica especialista en salud pública y directora del Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (Cens), antes estuvo 20 años en Clínica Las Condes, siendo muy cercana a Jaime Mañalich. El cuarto es Jaime, actual embajador de Chile en Australia y que anteriormente se desempeñó en China. La menor es Carmen Luz, profesora de Educación Básica, asesora educacional de Fundación Entrepares y fundadora de la Corporación Educacional Eres21.
“Monseñor es muy cercano a su familia, está siempre en contacto con ellos y es querendón de sus sobrinos”, cuenta una excolaboradora eclesiástica.
Estudió en la Alianza Francesa y terminó los últimos dos años de enseñanza media en el Instituto Nacional. Entró a ingeniería civil en la Universidad Católica (UC), donde desarrolló la espiritualidad que recibió de su madre. Sin embargo, ella se sorprendió —y no estuvo muy de acuerdo en un comienzo— con que siguiera el camino del sacerdocio. Se recibió de ingeniero en 1981, trabajó dos años como tal y a los 26 entró al seminario. Ocho años después era ordenado sacerdote por el entonces arzobispo de Santiago, el cardenal Carlos Oviedo Cavada.
Durante la siguiente década construiría las bases de su pensamiento. Realizó una Licenciatura en Teología Moral en la Academia Alfonsiana, de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma (1993) y un año después el doctorado en Sagrada Teología de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. En 1998 terminó el Máster en Bioética en el Instituto Juan Pablo II, de la Pontificia Universidad Lateranense.
Desde 1995 fue profesor de Teología Moral en el Seminario Mayor y en la Facultad de Teología de la UC. También hizo clases en Ingeniería de la misma universidad y en la Facultad de Medicina dictó los cursos: de Antropología Teológica, Bioética y Magisterio de la Iglesia.
Camino al poder
Cuando llegó a Concepción varios se impresionaron con su energía. Además de andar en bicicleta, trotar y realizar las tareas propias del obispado, comenzó a desplazarse por la región para hablar en terreno con los feligreses. De hecho, apenas aterrizó visitó a los portuarios de Lirquén que estaban en paro y a los mapuche que mantenían una huelga de hambre. Así se ganó la fama de solucionador de conflictos.
Tiene especial interés por los trabajadores, ha mostrado preocupación por un sueldo justo y por beneficios sociales. De hecho, ha estado atento a la situación de la Siderúgica de Huachipato y en sus redes anunció su participación, el próximo 2 de noviembre, en un conversatorio con dirigentes sindicales.
Entre sus apariciones emblemáticas y polémicas figura su “acción exorcista” contra el Covid-19 en medio de la pandemia. La publicación la hizo el Arzobispado de Concepción y Fernando Chomali la replicó y subió el video a su cuenta de Twitter, donde mientras lanzaba agua bendita desde un helicóptero gritaba: “Bendición de Concepción y exorcismo para alejar al coronavirus de nuestras vidas. ¡Dios es grande!”. Motoquero, suele bendecir cada año a las motos y cascos de quienes lo piden.
También ha hecho de la inclusión una de sus banderas. En 2014 creó —con la ayuda de la Universidad Católica de la Santísima Concepción— Lavandería 21, un servicio de lavado, secado y planchado atendido por personas con Síndrome de Down. Y hace tres años fundó la cafetería 440, también con trabajadores Down.
El motivo de todas estas actividades -recalca- es siempre predicar el Evangelio. Lo que también realiza comunicando a través de Redes Sociales, conversatorios, entrevistas, columnas en medios de comunicación, programas de radio, el diario del Arzobispado, obras de teatro, documentales…
De su padre, pintor y pianista amateur, heredó la veta artística. Ha escrito teatro, expuesto varias veces sus pinturas, cuyas ventas han ido a financiar obras sociales. Hace poco y en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, estrenó el documental “Memorias de una ausencia” inspirado en la búsqueda de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Concepción. Le llevó, hace poco, una copia al Papa y consiguió que fuera exhibido, por gestión de la embajada, en Roma.
Además, como árabe es bueno para los negocios y posee una excelente relación con el mundo empresarial. Fue asesor de la Unión Social de Empresarios Cristianos (USEC). “Posee contactos empresariales chilenos y norteamericanos, es considerado un buen financista, sabe perfectamente qué puertas tocar en Chile y en Estados Unidos”, cuenta una emprendedora.
El abogado Juan Carlos Claret conoció a Chomali, como vocero del movimiento laico en contra de Juan Barros cuando el Papa lo designó obispo de Osorno. “Me llamó positivamente la atención porque cuando le pregunté que le parecía el movimiento anti Barros, respondió que mientras estuviésemos actuando en conciencia, ningún obispo podría decir que estábamos actuando mal”.
Agrega que “creció en un ambiente acomodado, fue formado en la élite, cumple perfectamente los requisitos para el cargo de Arzobispo”.
Coinciden con esto algunos de sus excompañeros del Seminario Pontifício Mayor de Santiago, quienes lo recuerdan como “brillante”. “Se perfilaba como obispo. Fue cumpliendo con el checklist para ser parte de la cúpula. Se comentaba que estaba destinado para grandes ligas y solían encomendarle tareas donde se lucía”, comenta una fuente.
Su trayectoria en la Arquidiócesis de Santiago fue dándoles la razón a esos exseminaristas. Fue delegado episcopal para la pastoral universitaria, párroco de la parroquia María madre de la misericordia; decano del Decanato Manquehue de la Vicaría de la zona cordillera; moderador de la curia metropolitana y presidente delegado del Consejo de Asuntos Económicos.
Es buen navegante en círculos sociales y de poder. Se las ha arreglado para estar siempre cerca del Papa de turno. Con Juan Pablo II (1978-2005), luego con Benedicto XVI (2005-2013) y ahora con el Papa Francisco. Desde el año 2001 es miembro de la Pontificia Academia para la Vida, fue miembro del Comité Directivo de dicha Academia vaticana entre 2010 y 2012. En abril de 2006 Benedicto XVI lo nombró Obispo auxiliar de Santiago. En junio de ese mismo año recibió la ordenación episcopal, de manos del entonces Nuncio Apostólico en Chile, monseñor Aldo Cavalli. Más tarde en abril de 2011 el Papa Benedicto XVI lo nombró Arzobispo de la Santísima Concepción donde ha permanecido hasta ahora. Actualmente, además es el Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Chile.
Un Arzobispo para los tiempos que corren
¿Por qué el Papa Francisco lo eligió?
“Porque no tiene mucho más de dónde escoger. Todos los que podrían estar en competencia han sido salpicados por encubrimiento de abusos o mantienen procesos. A Santiago no se puede llegar a experimentar y él no es sinónimo de escándalo. Además, es un buen puente entre la élite y lo social. Su sello en Concepción ha sido ese, venderse muy bien”, responde Juan Carlos Claret.
“Llevo a la Arquidiócesis de Santiago tres peces y cinco panes para que el Señor los multiplique abundantemente. Llevo también tinajas llenas de agua para ponerlas delante del Señor para que las convierta en vino y vivamos como comunidad creyente la alegría de las bodas de Caná. (…) Por mi parte, ofrezco los dones y el carisma que Dios me ha regalado a la Iglesia de Santiago con entusiasmo y ardor misionero. Me sumo con fe y esperanza a la larga historia de la Arquidiócesis con sus alegrías y sus penas. Frente a esta nueva y exigente tarea pastoral pongo delante del Señor toda mi vida y todo mi ser…”, siguió escribiendo el obispo.
Una de las teorías sobre su regreso a Santiago es que “el nombramiento obedece a una movida por levantar a la Iglesia chilena, ante la inercia que se produjo tras los escándalos por abusos y el avance de otros sectores cristianos como evangélicos, Opus Dei”, opina una académica.
Sin embargo, Claret esboza otra tesis que responde a la forma como se mueve la Iglesia en la alta política mundial.
“Hay que poner atención a algunas señales y/o cambios en el manejo de los tiempos últimamente en la Iglesia. Los nombramientos recientes se han realizado con una anticipación inédita. El nuevo obispo de Osorno, Carlos Godoy Labraña, asumirá un mes después de su nombramiento y Chomali un mes y medio a contar de haber sido comunicado su puesto. Esto no suele ocurrir. Jamás. Lo normal es anunciar y comenzar de inmediato, a los pocos días cuando mucho. No sé si es una decisión para dejar las cosas en orden, para organizarse… Para recibir lineamientos… Hay que agregar que Fernando Chomali estuvo hace dos semanas con Francisco, quizá se lo anunció ahí… Le dio líneas a seguir…”.
Y reflexiona sobre el timing del nombramiento del Arzobispo electo en el contexto sociopolítico del país.
“La Iglesia es muy cuidadosa, ultraprudente. Es muy, muy raro que hagan anuncios cerca de una elección, suelen esperar y observar las situaciones… Y después se pronuncian. Que en este caso, lo hagan con un plebiscito en ciernes es insólito. Que, además, el Arzobispo asuma un día antes de la votación es más extraño. Quizá el Papa quiere transmitir un mensaje o piensa que Chomali tiene algo en que influir, aportar, a través de sus redes… Es atípico ese movimiento en esta época”.
Y añade otro dato: “Celestino Aós presentó su renuncia el día en que cumplió 75 años: ¡hace tres años! Pero recién ahora, en esta fecha, se anuncia su reemplazo… Nada es casualidad en la Iglesia. Hay algo ahí…”.
—¿Se relacionará con el proceso constitucional? Chomali es pro vida, muy acorde con el texto, con republicanos…
—Su movimiento no es contestatario. Va más afín con el texto constitucional, pero si bien coincide con lo moral y pro vida y anti aborto —porque todo lo lleva hacia allá—, tiene una postura social cristiana en lo económico y ahí discrepa rotundamente con la ultraderecha. No oculta su postura social cristiana con justicia social, para nada. Pienso que debe estar de acuerdo con hacer reforma de pensiones, por ejemplo, además debería estar por un Estado social y democrático de derecho…
Y agrega que el Vaticano no se mueve a tientas. Lo hace con certezas. Por eso llama la atención “tanta innovación”. “Por ejemplo, la Iglesia suele o solía nombrar pastores de distinto origen al lugar de destino. Pero ahora designó un Arzobispo que es oriundo de Santiago. Chomali regresa a un lugar concoido, donde se mueve con comodidad y regresa con nuevas redes y experiencia. Hay que observar”.
Reposicionar los abusos
“Me porté mal“, dijo hace más de 10 años Chomali, haciendo alusión al caso Karadina y en específico a Juan Carlos Cruz, quien varias veces pidió ayuda por la situación que estaba viviendo con el párroco de El Bosque, Fernando Karadima, pero nunca tuvo respuesta.
La historia está en El señor de los infiernos (Penguin Random House, 2011) el libro de María Olivia Mönckeberg a quien Cruz le contó sobre Chomali: “No ha querido quemarse ayudando a las víctimas porque, como muchos, está en una carrera por el poder”. En otro fragmento del texto, calificó al nuevo líder de la Iglesia católica chilena como “un personaje que sólo ha hecho declaraciones erráticas”.
Si bien estas declaraciones tocaron al obispo de Concepción. Este se encargó de publicitar, tiempo después, que había pedido disculpas y cada vez que le han preguntado se ha encargado de condenarlo y decir que cometió un error.
“Intentó distanciarse claramente de todo lo relacionado con la parroquia de El Bosque. Como administrador diocesano de Osorno, le correspondía revisar las denuncias presentadas por los laicos y presentarlas ante el Vaticano. Llevó antecedentes ante Francisco, me consta. Y fue el Papa quien golpeó la mesa y le hizo anotar una lista con tareas que debía hacer para respaldar a Barros. Después de eso Chomali se alejó y fue muy evasivo conmigo y el grupo de Osorno”, cuenta Claret.
Si bien esta etapa como administrador diocesano de Osorno fue compleja, le valió hacerse cercano y conocido ante el Papa y el poder vaticano. Los años de informar sobre los abusos están dando frutos. “Desde entonces le fue fácil hacer lobby… Hoy es conocido en Roma. Y ahora recibe su recompensa”, agrega otra fuente.
El secretario general de la Universidad Central, abogado, agnóstico y ex subsecretario General de Gobierno de la administración Bachelet, Neftalí Carabantes considera que el Arzobispo electo Chomali tiene desafíos en dos planos: hacia dentro y fuera de la Iglesia católica. “En el plano interno su reto más importante es la lograr la unidad del clero, para lo cual aparece como una persona idónea, pues ha sido formador de numerosas camadas de seminaristas, destacándose siempre por ser un hombre de unión. En un plano más general, uno de sus principales desafíos será abordar los casos de abusos sexuales cometidos por miembros del clero, tema que ha enfrentado en Concepción con expulsiones de sacerdotes”.
Considera que la Iglesia católica y particularmente la gestión de Chomali debe enfocarse en fortalecer el trabajo de prevención de este tipo de delitos. “Es hora de revisar la forma en que ha operado la justicia y el sistema procesal canónico, y, por ende, reformar aspectos tan sustantivos como, por ejemplo, que el tribunal eclesiástico sigue siendo juez y parte a la vez, sin las garantías del debido proceso para víctimas ni para acusados”.
“En mi opinión hay mucha opacidad, poca transparencia en estos procesos, e ineficacia al momento de asignar penas y medidas, precisamente para la prevención de nuevos delitos”, agrega.
Sugiere crear una Comisión Nacional de Verdad, Justicia y Reparación. “Las víctimas tienen derecho a que se haga justicia y se consagre la verdad, respetando, por cierto, las garantías para los acusados y sobre todo para las víctimas que pidieron resguardo de su identidad ante la sociedad. Algunos delitos pueden estar prescritos pero el dolor de las víctimas no caduca. Ahora es cuando la Iglesia católica chilena tiene la gran oportunidad de mostrarse dispuesta a revisar su pasado y a decir toda la verdad sobre los abusos sucedidos al alero de la institución, puesto que la verdad no prescribe. Monseñor Chomali tiene tiempo para realizar lo que el Papa quiere, que es terminar con la nube negra sobre la iglesia, él puede porque es joven y porque se abrió el secreto pontificio, podrá realizar las investigaciones, escuchar a las víctimas, es parte del gran desafío que tiene Chomali por delante”, señala Carabantes.
Juan Carlos Claret coincide en que los abusos han sido el gran tema de los últimos años en la Iglesia católica, “sin embargo, las conferencias episcopales los dieron por superados con la pandemia, no así Francisco. Tal vez —no se sabe— el Papa le ha pedido al nuevo Arzobispo que logre la reposición del tema de los abusos. Chomali tiene experiencia, en Concepción llegó a un acuerdo extrajudicial con una víctima, aunque ahora hay algunos problemas”.
Un día antes del plebiscito, el sábado 16 de diciembre, Fernando Chomali Garib asumirá su puesto como Arzobispo de Santiago. En junio de 2025, Celestino Aós cumplirá 80 años y el Papa tendrá que nombrar a un nuevo cardenal. Monseñor Chomali debería tener prioridad, “aunque el Papa ha estado innovando nombrando a sacerdotes que no son los obvios para los nuevos cargos, pero ser cardenal sería el paso natural para Fernando Chomali”, advierte Claret.
No hay comentarios:
Publicar un comentario