Todo esto, en medio de mediáticas defensas que realizó a pederastas como Claudio Spiniak y el sacerdote John O´Reilly, como asesorías a turbios empresarios como Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín y otros de la empresa Soquimich, propiedad del yerno de Augusto Pinochet. Para caer, finalmente, bajo una formalización judicial por sus manejos impropios con los empresarios de apellido Sauer, Rodrigo Topelberg y una abogada y la asesora financiera Leonarda Villalobos. Según parece, experta en acopiar miles de facturas ideológicamente falsas, a objeto de abultar ficticiamente los estados financieros de sus representados para, con ello, tramitar onerosos préstamos bancarios. |
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