Detención de general activo complica liderazgo del comandante en jefe del Ejército

Por Felipe Díaz 
La información es de Néstor Aburto 

Contexto | AgenciaUNO

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Este lunes la ministra que indaga el caso “Fraude en el Ejército”, Romy Rutherford, dio un duro golpe a la institución castrense al someter a proceso y apresar al comandante de la Primera Brigada Acorazada de Arica, general Alejandro Villagra Ramírez, algo que no ocurría desde el regreso a la democracia pues todos pedían su baja antes de que se ordenaran las detenciones.

Su situación procesal deja entredicho la posición del comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, quien le había asegurado al ministro de Defensa, Alberto Espina, que la lista de nombres propuestos para el Alto Mando 2019 estaban ajeno a cualquier conducta contraria a la probidad.

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La investigación que dirige la ministra en visita extraordinaria de la Corte Marcial, Romy Rutherford, que indaga desde 2017 el caso fraude en el Ejército, derivó en una de las aristas “Empresas de Turismo”, que involucra ahora al mencionado general activo.

Por lo anterior se resolvió someter a proceso a Villagra Ramírez, investigado por supuestamente haber defraudado a la institución que sirve entre los años 2011 y 2013 por más de $9 millones de pesos, todo bajo el concepto de pasajes de avión.

Villagra, de momento, no ha presentado su retiro. Fuentes al interior del Ejército, que dirige Ricardo Martínez, explicaron que se habría resuelto que el general no presente su retiro, pese a estar detenido.

De hecho, se envió pasadas las 18 horas de ayer lunes un correo electrónico a todos los funcionarios en que se subraya la “presunción de inocencia”, tal como ha ocurrido con Juan Miguel Fuente-Alva y otros militares en retiro procesados por casos similares.

De esta forma, y sin la baja respectiva, se impone la teoría que defiende el Ejército respecto a que no existirían irregularidades ni ilegalidad en el actuar de los oficiales y que la justicia ha rotulado como arista “empresas de Turismo”.

Pero, internamente en la institución castrense, es un secreto a voces que también está en juego el liderazgo de Ricardo Martínez como comandante en jefe del Ejército, puesto que él, le aseguró al Ministerio de Defensa que la lista del alto mando 2019 estaba chequeada y saneada respecto a actuaciones alejadas de la probidad funcionaria.

Nexos familiares con Ejército peruano

Uno de los puntos que resaltan en la vida del general Villagra es su parentesco por afinidad con militares peruanos, esto luego que el oficial contrajera matrimonio con la ciudadana peruana Gladys Rivera Donoso, que a su vez tiene dos hermanos que mantienen el rango de coroneles activos del Ejército del Perú y suenan dentro de los nombres para ascender altos puestos.

Dos coroneles que, según la legislación chilena, artículo 31 del Código Civil, se reconocen como “parientes por afinidad” del general chileno, tal como lo detalla la misma ley: “al existir entre una persona que está o ha estado casada y los consanguíneos de su marido o mujer, se tratará de familiares por afinidad”, como ocurre en este caso.

Si bien no es cuestionable su relación, sí parece al menos extraño al interior de la llamada familia militar que se le haya nombrado al general Villagra a cargo de la Primera Brigada Acorazada de Arica, puesto que es el regimiento estratégico y clave dentro del despliegue de las fuerzas militares en caso de un conflicto armado.

Es más, consultados militares en retiro, todos reconocen en el regimiento de Arica es una “zona clave que maneja información sensible para la defensa de Chile”, por ello se advierte que hubo errores del mando en la nominación, ya que perfectamente podría haber estado a cargo de otros regimientos en el país para dar total transparencia para Villagra como para la institución.

Las mismas fuentes que explicaron el punto se preguntan si el ministro de Defensa, Alberto Espina, conocía de estos “otros” antecedentes a la hora de evaluar las nominaciones que propuso al Presidente Sebastián Piñera.