La noticia sobre el proceso de la “Carola” es algo inédito. Esto tiene mucha relevancia y será determinante en los próximos procesos. Ella sabe lo que pasó con cada uno de nuestros desaparecidos o ejecutados, esa ha sido siempre mi íntima convicción.
Cuando recibí la noticia sentí que mi cuerpo no podía contener mi corazón. Fue un impacto. pasé la noche compartiendo la información y respondiendo a mucha gente que incluso no conozco, cuyos testimonios eran de decir que por fin esas mujeres deben ser juzgadas.
Yo no tengo ninguna duda de que “Carola” participó en el asesinato de Humberto y Hernán, por eso mi corazón casi ¡explotó!
¿Si fuera posible, usted vendría a Chile a prestar su testimonio contra la “Carola”?
Absolutamente y pienso que otras personas también lo harán.
¿Mantiene contacto con algún integrante del MIR?
Toda mi familia era militante, mis hermanos militantes del MIR, yo era de la estructura FER (Frente de Estudiantes Revolucionarios).
Después del golpe entré a militar en el MIR, es en ese contexto que conocí a Humberto. En Francia seguí militando. Desde aquella época casi todos mis amigos chilenos son ex miristas. Juntos hemos trabajado mucho por la memoria y hemos participado en todos los procesos, uno de los más importante se produjo en Paris donde Pinochet fue condenado por contumacia por el asesinato de compañeros de origen francés.
Hoy lo único que espero es que los dirigentes del MIR de aquella época, hagan lo mismo.
¿Cómo fue su salida de Chile a Francia?
Yo no quería irme, solo lo hice para proteger a mi familia. Durante el viaje me preguntaba cómo iba a poder volver a amar la vida.
¿Cómo ha sido el desarrollo de su vida después de todo lo que vivió en Chile?
Cuando llegue a Francia tenía 18 años. Fui recibida por compañeros del MIR, entre ellos Marco Antonio Enríquez (hermano de Miguel). Ellos me permitieron ir a Ginebra ante la Comisión Internacional de los Derechos Humanos donde pude dar mi testimonio, había representantes de 50 países. Supe con el tiempo que ese testimonio fue determinante en la decisión de la Comisión.
Más tarde mi único objetivo fue de estudiar lo más posible, pensando en mi vuelta. Solo regresé a Chile en diciembre de 1989 para las elecciones presidenciales, 14 años habían pasado.
En Francia tenía responsabilidades y las vicisitudes de la vida hicieron que me quedara. Mi vida la he vivido dando testimonio cada vez que me lo solicitan, en escuelas, universidades, barrios, prensa. Es mi deber de memoria.
¿Qué le parece el avance que Chile ha realizado en cuanto a castigar los crímenes de lesa humanidad?
Es un ejemplo, en el mundo ha habido crímenes que jamás han sido juzgados. La justicia avanza en Chile. Ha sido largo y difícil, pero aún quedamos testigos.
El trabajo de abogados y organizaciones de Derechos Humanos, incluso en plena dictadura, han permitido todo este proceso de verdad y justicia. Tengo mucha admiración por ellos.
Espero que este proceso llegué hasta el final, como espero que Chile adopte una Ley Memorial para que nunca más se ponga en duda las atrocidades de la dictadura, que ningún individuo implicado en los crímenes de lesa humanidad siga viviendo impunemente u homenajeado.
Fuente: Verónica Romero, Cambio 21.