Por María Elba Troncoso
Abogado de derechos humanos dijo que se confirma la tesis del plan de eliminación física de los organismos de Inteligencia de las Fuerzas Armadas para el asesinato de personas relevantes opuestas a la dictadura de Pinochet.
Abogado de derechos humanos dijo que se confirma la tesis del plan de eliminación física de los organismos de Inteligencia de las Fuerzas Armadas para el asesinato de personas relevantes opuestas a la dictadura de Pinochet.
Recién
cumplidos los 31 años del magnicidio y cuando se preparan 50 nuevas
diligencias por orden del Juez Alejandro Madrid, se confirma un primer
intento de asesinar al presidente Eduardo Frei Montalva, en agosto del
año 1976.
En un reportaje de la edición impresa de Cambio21, el abogado Álvaro Varela, quien fuera representante de la familia en la causa, señaló que esta información no fue conocida en su tiempo porque desde altas esferas de la inteligencia militar se le bajó el perfil al hecho.
Esto actitud de ocultar la verdad se prolonga hasta estos días. El abogado especializado en la defensa de casos de atropellos a los derechos humanos Héctor Salazar, afirmó en Cambio 21 que "el tema que hoy día estamos enfrentando es cómo lograr avanzar en una investigación que tiene tantas aristas, puntos oscuros y tanta resistencia para llegar a la verdad por parte de quienes deberían colaborar, que son las instituciones vinculadas y que sistemáticamente se cierran."
El atentado olvidado
De acuerdo al abogado Varela, al momento de la muerte de Frei no estaban dadas las condiciones para un crimen violento "era más difícil eliminarlo con un atentado, pese a que se intentó años antes".
Esta tesis se confirma en el libro "Magnicidio" del escritor y periodista Benedicto Castillo, quien investigó la historia tras el crimen del Mandatario y que en su capítulo 13 relata detalles del primer intento de eliminación física, en el marco de un plan ordenado por el general Augusto Pinochet.
"Frei Montalva concurrió a una comida la noche del 13 de agosto de 1976 en la casa del ex embajador Oscar Pinochet de la Barra, ubicada en Martín de Zamora 4358. Estaban presentes los embajadores de Francia y Dinamarca, y Clemente Pérez Zañartu con su señora. Había toque de queda y los militares patrullaban las calles de Santiago".
La investigación recoge el testimonio del yerno de Frei, Eugenio Ortega, quien recordó como su suegro en la tranquilidad de su hogar, con un puro encendido en su mano derecha, le contó que una llamada anónima los alertó. "Un señor que sólo se identificó como un vecino, que había visto desde su ventana cómo unos sujetos extraños habían estado interviniendo y intentando robarse un auto azul."
Posteriormente "encontraron en el ángulo que se hace entre el capó y el parabrisas dos paquetes alargados de los cuales salían alambres hacia el motor. Vuelven a la casa y al entrar observan que debajo de las flores adyacentes al porche de entrada había una caja de zapatos con un sonido de reloj".
Luego que llamaron a la policía "el oficial a cargo les informó que le habían disparado al reloj del dispositivo y que no había peligro". Agregó Frei que él tocó con su mano el fondo de la caja de zapatos y que había una gelatina gris como masilla".
El plan de eliminación ordenado por Pinochet
Eduardo Frei Montalva fue finalmente envenenado el año 1982 con gas mostaza y talio cuando se encontraba en la Clínica Santa María, donde había ingresado para operarse de una simple hernia al hiato.
A juicio del autor del libro, ambos hechos confirman la tesis que su muerte era parte de un plan de inteligencia y que la decisión de cambiar la estrategia para asesinar a Frei, "se debe a que Pinochet, presionado por el gobierno de Estados Unidos, saca a Manuel Contreras de la dirección de la Dina. El "Mamo" desaparece y asume Odlanier Mena quien tiene otro estilo de exterminio. Cambia el modus operandi porque cambia el director de la orquesta asesina".
Consultado por Cambio21 recordó que durante los años en que Contreras fue el máximo director de la DINA, el acoso de la Brigada Purén a Frei fue incesante y lo atestiguó el propio mandatario: "el Mamo Contreras llamó a Frei cuando estaban haciendo arreglos en su casa para preguntarle qué estaba pasando".
El abogado Salazar consideró que es "evidente que esto fue parte de un plan para eliminar a un adversario político de envergadura tal que podría poner en peligro la permanencia de Pinochet. No hay que olvidar nunca que en estos aparatos hay una red verticalizada extraordinariamente rígida y que nada se mueve sin la orden del jefe máximo, que en este caso era el general Pinochet".
Recientemente el juez, Alejandro Madrid dispuso más de 50 nuevas diligencias, que podrían confirmar la tesis de que la muerte de Frei Montalva fue planificada en el marco de una "Operación Especial de Inteligencia de Eliminación Física", como codifican los organismos de inteligencia de las Fuerzas Armadas el asesinato de agentes enemigos o de personas relevantes.
En un reportaje de la edición impresa de Cambio21, el abogado Álvaro Varela, quien fuera representante de la familia en la causa, señaló que esta información no fue conocida en su tiempo porque desde altas esferas de la inteligencia militar se le bajó el perfil al hecho.
Esto actitud de ocultar la verdad se prolonga hasta estos días. El abogado especializado en la defensa de casos de atropellos a los derechos humanos Héctor Salazar, afirmó en Cambio 21 que "el tema que hoy día estamos enfrentando es cómo lograr avanzar en una investigación que tiene tantas aristas, puntos oscuros y tanta resistencia para llegar a la verdad por parte de quienes deberían colaborar, que son las instituciones vinculadas y que sistemáticamente se cierran."
El atentado olvidado
De acuerdo al abogado Varela, al momento de la muerte de Frei no estaban dadas las condiciones para un crimen violento "era más difícil eliminarlo con un atentado, pese a que se intentó años antes".
Esta tesis se confirma en el libro "Magnicidio" del escritor y periodista Benedicto Castillo, quien investigó la historia tras el crimen del Mandatario y que en su capítulo 13 relata detalles del primer intento de eliminación física, en el marco de un plan ordenado por el general Augusto Pinochet.
"Frei Montalva concurrió a una comida la noche del 13 de agosto de 1976 en la casa del ex embajador Oscar Pinochet de la Barra, ubicada en Martín de Zamora 4358. Estaban presentes los embajadores de Francia y Dinamarca, y Clemente Pérez Zañartu con su señora. Había toque de queda y los militares patrullaban las calles de Santiago".
La investigación recoge el testimonio del yerno de Frei, Eugenio Ortega, quien recordó como su suegro en la tranquilidad de su hogar, con un puro encendido en su mano derecha, le contó que una llamada anónima los alertó. "Un señor que sólo se identificó como un vecino, que había visto desde su ventana cómo unos sujetos extraños habían estado interviniendo y intentando robarse un auto azul."
Posteriormente "encontraron en el ángulo que se hace entre el capó y el parabrisas dos paquetes alargados de los cuales salían alambres hacia el motor. Vuelven a la casa y al entrar observan que debajo de las flores adyacentes al porche de entrada había una caja de zapatos con un sonido de reloj".
Luego que llamaron a la policía "el oficial a cargo les informó que le habían disparado al reloj del dispositivo y que no había peligro". Agregó Frei que él tocó con su mano el fondo de la caja de zapatos y que había una gelatina gris como masilla".
El plan de eliminación ordenado por Pinochet
Eduardo Frei Montalva fue finalmente envenenado el año 1982 con gas mostaza y talio cuando se encontraba en la Clínica Santa María, donde había ingresado para operarse de una simple hernia al hiato.
A juicio del autor del libro, ambos hechos confirman la tesis que su muerte era parte de un plan de inteligencia y que la decisión de cambiar la estrategia para asesinar a Frei, "se debe a que Pinochet, presionado por el gobierno de Estados Unidos, saca a Manuel Contreras de la dirección de la Dina. El "Mamo" desaparece y asume Odlanier Mena quien tiene otro estilo de exterminio. Cambia el modus operandi porque cambia el director de la orquesta asesina".
Consultado por Cambio21 recordó que durante los años en que Contreras fue el máximo director de la DINA, el acoso de la Brigada Purén a Frei fue incesante y lo atestiguó el propio mandatario: "el Mamo Contreras llamó a Frei cuando estaban haciendo arreglos en su casa para preguntarle qué estaba pasando".
El abogado Salazar consideró que es "evidente que esto fue parte de un plan para eliminar a un adversario político de envergadura tal que podría poner en peligro la permanencia de Pinochet. No hay que olvidar nunca que en estos aparatos hay una red verticalizada extraordinariamente rígida y que nada se mueve sin la orden del jefe máximo, que en este caso era el general Pinochet".
Recientemente el juez, Alejandro Madrid dispuso más de 50 nuevas diligencias, que podrían confirmar la tesis de que la muerte de Frei Montalva fue planificada en el marco de una "Operación Especial de Inteligencia de Eliminación Física", como codifican los organismos de inteligencia de las Fuerzas Armadas el asesinato de agentes enemigos o de personas relevantes.
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