El Mostrador
En fallos unánimes, la Tercera Sala del tribunal de alzada —integrada por los ministros Mauricio Silva, Gloria Solís (suplente) y la abogada integrante María Cristina Gajardo— confirmó en su totalidad las seis condenas que dictó el ministro en visita Alejandro Solís, entre 2008 y 2010; causas que fueron acumuladas en un solo proceso por tratarse de hechos similares y los mismos involucrados.
Según el Informe Rettig sobre violaciones a los derechos humanos, elaborado en 1991, este centro llegó a tener en ciertas épocas más de un centenar de prisioneros, y funcionó desde el 11 de septiembre de 1973, día del golpe de Estado, hasta mediados de 1974.
Las víctimas de secuestro calificado por las que se emite este fallo son Rebeca Espinoza Sepúlveda, Miguel Andrés Heredia Velásquez, José Orellana Meza, José Pérez Hermosilla y Félix Marmaduke Vargas Fernandez, cuyo rastro se perdió en esos años.
Por cada uno de esos crímenes se condenó a quince años de prisión a Manuel Contreras, antiguo jefe de la policía secreta de la dictadura (1973-1990), la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA).
Contreras está recluido desde 2005 junto a otros antiguos exmilitares en una prisión especial cercana a Santiago, donde gozan de mayores comodidades que en las cárceles comunes, por numerosas condenas por violaciones a los derechos humanos que suman más de 350 años.
A otros cinco antiguos miembros de la DINA se les impuso cinco años y un día por cada uno de esos crímenes. Los condenados son Nelson Valdés Cornejo, Raúl Quintana Salazar, David Miranda Monardes, Klaudio Kosiel Honing y Vittorio Orvietto Tiplitzky.
En tanto, otro exintegrante de la DINA, Patricio Carranca Saavedra, fue absuelto por falta de participación.
Además, Manuel Contreras fue condenado a cinco años y un día por los delitos de torturas a veinte prisioneros en el mismo regimiento de Tejas Verdes.
Por los mismos hechos fueron condenados a cinco años de prisión, pero con del beneficio de la libertad vigilada, Nelson Valdés, Raúl Quintana, Klaudio Kosiel y Vittorio Orvietto, y por tres años, también en libertad, a David Miranda y a Jaime Núñez Magallanes, también de la DINA.
En total, unos sesenta antiguos represores cumplen prisión por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, en la que 3.200 personas fallecieron, de las que un millar siguen desaparecidas, y 38.000 sufrieron prisión política y tortura.
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