Con el proceso de desarrollo económico exitoso, se producen dos líneas paralelas en la historia económica de un país en desarrollo. La línea de la izquierda muestra el crecimiento paulatino de las aspiraciones y necesidades humanas. La línea de la derecha muestra el grado de satisfacción real y verdaderamente alcanzado por la población. Estas dos líneas avanzan en el tiempo en forma paralela hasta que el país alcanza el nivel de país desarrollado. Si el proceso de desarrollo acelerado, continúa por al menos 5 décadas, el país puede alcanzar el nivel de sociedad desarrollada. Esta exitosa historia de desarrollo económico y social la tiene países tales como Corea del Sur, China Taiwán, Singapur e Israel. Es así como la línea de la izquierda muestra la ilusión y la esperanza y la línea de la derecha muestra la cruda realidad. O sea el estándar de vida verdaderamente alcanzado. Es así como lo esperado es siempre mayor que lo realmente obtenido. Pero la distancia entre lo esperado y lo realmente obtenido es corta y soportable.
No obstante, el destino económico puede ser muy distinto. Esto ocurre si el país en proceso de desarrollo no es capaz de enfrentar con éxito una gravísima crisis económica. Si eso llega a ocurrir la historia cambia drásticamente, el desarrollo se interrumpe y el país cae al final, en una catastrófica revolución.
Cuando en el mundo se produce una gran crisis económica global, la línea de la izquierda sigue creciendo (o sea, lo que es anhelado y esperado). Pero la línea de la derecha empieza a doblarse hacia la derecha y luego se desploma catastróficamente. De esta forma, la distancia (o GAP) entre lo esperado y lo realmente alcanzado, crece varias veces. Cuando este abismo es 5 veces mayor que la brecha normal, entonces se declara la revolución. La explosión se produce cuando el ingreso realmente recibido simplemente no permite seguir viviendo con el estándar de vida al que ya se había acostumbrado. En otras palabras, cuando el ingreso real se reduce a una 1/5 parte de lo que se recibía antes de la crisis, la bomba revolucionaria explota.
Es de esta manera como un individuo que tenía un ingreso de 500 mil pesos al mes antes de la crisis, ahora recibe solo 100 mil pesos al mes. La persona que recibía un millón de pesos al mes ahora solo recibe 200 mil pesos al mes. Y el profesional que recibía 5 millones al mes ahora solo recibe un millón de pesos. Ante esta tragedia económica, la mayoría de la población no puede mantener su estándar de vida. Las únicas personas que se salvan de esta situación son los super ricos. Por lo general este tipo de individuos opta por abandonar el país. Ellos tienen cuentas bancarias en dólares en el extranjero y así pueden mantener su estándar de vida fuera del país. Si en Chile el dólar sube a más de 1500 pesos por dólar esto quiere decir que muchos ricos ya han decidido irse.
¿Cómo se puede aplicar la teoría de Davis al caso Chileno?
La gran crisis económica del siglo XXI se inició en el año 2007 en los países ricos e industrializados del planeta. Esta crisis luego saltó a los países en proceso de desarrollo el año 2014. En Chile, los problemas económicos graves se iniciaron en el segundo periodo del presidente Sebastián Piñera. El mundo desarrollado ha caído ahora (septiembre 2022) en una nueva crisis económica creada por la guerra en Ucrania. El precio del petróleo y de otras materias primas esenciales se ha ido a las nubes. Es de esta forma que se ha desatado un catastrófico proceso inflacionario en todo el planeta. En el mes de septiembre del año 2022, se ha empezado a sufrir una brutal y destructiva renovación de la crisis del 2007. Las bolsas del mundo desarrollado se han desplomado. Si toda esta tremenda crisis económica continúa, la actual crisis socioeconómica y política de Chile probablemente se desarrollará y llegará a un punto crítico y pre-revolucionario.
Con todos estos eventos y antecedentes, hay grandes probabilidades de que una verdadera revolución estalle en Chile en el 2025. Para esa fecha la mayoría de los chilenos probablemente estará en la línea de la pobreza. Solo después de que las fuerzas revolucionarias ganen el total control político y militar del país, será posible escribir una nueva constitución que permita hacer los transcendentales cambios que trató de hacer la fracasada convención constitucional y que trabajó inútilmente entre los años 2021 y 2022.
Chile es todavía un país subdesarrollado desde el punto de vista político. Todas sus constituciones han sido elaboradas después de un golpe de Estado o una revolución violenta. En la actualidad los países del norte de Europa han podido elaborar constituciones por la vía democrática, es decir sin la violencia previa. Chile definitivamente no pertenece a ese grupo de países. El tratar de hacer una constitución, sin entender la verdadera realidad chilena, llevará a un rotundo fracaso.
Por Fernando Duque Ph.D.
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