En una emotiva ceremonia realizada el domingo 19 de febrero en la plaza Rubén Darío de Valparaíso, se inauguró el Mural-Memorial en homenaje al compañero Enrique Jeria Silva, dirigente obrero del Partido Comunista que el año 1976 fue detenido por agentes del Estado, siendo encarcelado y torturado, para posteriormente pasar a engrosar la lista de los Detenidos Desaparecidos en nuestro país, uno de los crímenes de lesa humanidad más deleznables cometidos por la dictadura civil militar encabezada por Pinochet.
En el sitio web Memoria Viva se consigna al respecto, entre otras cosas, que: “Enrique Jeria Silva, casado, dos hijos, obrero de la construcción, dirigente comunista, fue detenido por agentes de la DINA, el 18 de agosto de 1976, después que saliera de su domicilio en el sector de Independencia en Santiago, a las 14.30 horas. Las circunstancias mismas de su arresto se desconocen, pero se sabe que fue trasladado de inmediato al recinto de la DINA conocido como Villa Grimaldi, que estaba ubicado en José Arrieta 8.200 (…) Por esos días, la DINA desarrolló un vasto operativo en contra del Partido Comunista, procediendo a detener a numerosos miembros de esa organización política, la mayoría de los cuales se encuentran desaparecidos (…) En el caso de Enrique Jeria, éste se desempeñaba como contacto entre la Dirección del Partido y el Secretario Político del Comité Regional Norte, Julio Vega, detenido en la misma fecha y que se encuentra desaparecido al igual que el afectado.”
Alrededor de un centenar de personas, compañeras y compañeros de militancia, familiares, amigos y amigas de Enrique Jeria se congregaron a mediodía frente al Mural-Memorial, plasmado en los muros posteriores de la plazoleta Rubén Darío, expresión de arte popular de memoria y resistencia que fue realizado con la participación conjunta de la Fundación Julio Guerra y la Brigada Ramona Parra de Valparaíso.
A nombre de la Fundación Julio Guerra, su presidenta Rosa Alfaro, al dar inicio a la ceremonia, manifestó:
“Hace 35 años que un grupo de amigos y familiares de la denominada “Operación Albania o Matanza de Corpus Christi”, donde fue asesinado mi esposo Julio Guerra junto a otros 11 compañeros en una operación de falsos enfrentamientos montada por la CNI, nos reunimos y desde esa fecha nuestra labor ha sido la de exigir justicia, verdad y mantener viva la memoria de nuestros compañeros asesinados, detenidos desaparecidos y prisioneros políticos.
El 2019 formamos la “Fundación Julio Guerra Olivares, por el Arte de Vivir con Dignidad”. Hemos realizado diferentes actividades, entre esas la “Ruta por el Rescate de tu Vida y tu Dignidad”, que busca reparar, en parte, el dolor causado por la sangrienta dictadura.
Gracias al aporte del Ministerio de la Cultura, las Artes y el Patrimonio, y junto al equipo de la Fundación y sus sicólogas hemos podido desarrollar esta gran tarea y en este proceso acompañar a los familiares del compañero Enrique Jeria. Agradecemos su gesto noble de hacernos parte de la vida de este militante del Partido Comunista, hombre valiente y consecuente con su pueblo. Este sitio, este mural, es para que su familia tenga un espacio donde reconfortarse en un reencuentro, donde depositar una flor.
Queremos agradecer a Mariana, que con su trazo seguro nos entrega una verdadera obra de arte, junto a los compañeros de la BRP, que dedicaron muchas horas para este hermoso trabajo.
Así se reconstruye la historia, en donde todas y todos somos parte. Continuaremos en esta ruta de verdad, justicia y no repetición.”
Posteriormente hizo uso de la palabra Olga Jeria, hermana de Enrique Jeria Silva, quien efectuó una pequeña reseña bibliográfica de su hermano, expresando en parte de su intervención:
“Enrique nació el 6 de abril de 1939, se casó con Dolores Campos y tuvieron dos hijos, Pedro y Rodrigo. Fue militante del Partido Comunista desde muy joven. Siguió el ejemplo de su papá, de mi padre, Raúl Jeria, él era sindicalista y comunista. Yo tenía cerca de 7 años cuando él falleció. Salía con él cuando iba a repartir El Siglo y era un defensor de sus compañeros, entonces me dio lecciones sin decirme nada, no me dijeron tienes que ser así, tienes que hacer esto, no, vivían lo que ellos creían. Esas cosas recuerdo de mi padre y que nos decía lean, culturícense, él era un maestro albañil, hacía tejas, todo eso, y nos decía lean porque los pobres tenemos pocas oportunidades (…) Como mi padre era comunista, mi hermano mayor siguió su línea.
Mi hermano Enrique también participó en un club deportivo en el cerro Las Colinas, Sol de Mayo, pera desde muy joven para él su vida fue el Partido. Fue súper consecuente siempre. Me recuerdo que para el año 71, cuando fue el terremoto, yo fui a verlo al Partido, que estaba allí en el Parque Italia, y le digo Enrique, si tú estás a cargo de la ayuda para los damnificados, llévale de todo a mi mami. Él me miró y me dijo, nuestra madre no es damnificada, y efectivamente no era damnificada, era pobre. Fue una lección que Enrique me hizo.
(…) Él estuvo preso un año en Tejas Verdes y volvió a su casa (…) Mi mamá fue a verlo y mi cuñada Dolores le dijo que no tocara a Enrique. Y yo me preguntaba por qué no va a poder tocar a su hijo si hace tanto tiempo que no lo abraza, y Enrique estaba tapado hasta el cuello para que mi madre no le viera sus heridas ni sus torturas. Le doy gracias a Sergio, porque él nos contó eso (…)
Mi hermano hasta hoy día es un Detenido Desaparecido y le agradezco a la Fundación porque nos ubicó y le han hecho este hermoso trabajo con Pajarito, Mariana y todo un equipo, hasta yo hice unas pinceladas ahí donde está el nombre. Este es un lugar para que nosotros vengamos a recordarlo y seguir insistiendo para encontrar la verdad y también la justicia.
Ese era mi hermano Enrique Jeria Silva, un ejemplo, un orgullo, así es que no vamos a descansar hasta que no sepamos la verdad y dónde están sus restos.
En las imágenes del Mural tenemos a la derecha a mi madre, que ella vivió esperándolo con la puerta abierta, tomando mate, por eso hay un mate allá, todo tiene sentido. Y acá al otro lado del rostro de Enrique está Pedro y Rodrigo con Dolores, preguntando dónde está el papá.
Agradecer a Daniel, ellos dieron la idea, Pajarito puso su arte, Mariana también, y ha resultado este hermoso Mural, que para nosotros va a ser un lugar de encuentro…”
Intercalando intervenciones musicales y poesía, junto a las palabras de distintas compañeras y compañeros, se fue desarrollando este potente acto artístico, político y cultural.
En representación del Partido Comunista, el Secretario Político de la Dirección Comunal Carlos Andrade de Valparaíso, entregó un saludo destacando que “el compañero Enrique cumplió una labor fundamental en el Partido Comunista de Chile, en labores de enlace, durante la dictadura cívico militar hasta su detención (…) al compañero Jeria lo mataron por sus ideas, así como a otras compañeras y compañeros. Hoy tenemos que levantar las banderas de unidad, las banderas de verdad, justicia y reparación (…) este hermoso homenaje a nuestro compañero Enrique Jeria se tiene que ver plasmado en las poblaciones, en nuestros sectores, en nuestros barrios para seguir luchando por construir un nuevo Chile, pero sin olvidar lo que pasó. La memoria y la exigencia de justicia por nuestros caídos la tenemos que levantar continuamente…”
A nombre de la Brigada Ramona Parra, hizo uso de la palabra Gabriel Canelo, manifestando, en parte de su intervención:
“Este Mural lo construimos en tres días, con hartas manos, compañeros de la Jota, de la BRP, del Partido, amigos, la familia, la Fundación Julio Guerra, así es que en este Mural están plasmadas las manos de mucha gente (…) Fue un gran equipo el que trabajó aquí para hacer este espacio de memoria, hacer un trabajo colectivo de memoria es fundamental para poder construir un futuro donde proyectemos una vida digna, una vida distinta a la que hemos tenido estos últimos casi cincuenta años, desde la dictadura (…) esta obra es un mensaje de memoria, de fraternidad, de sororidad, de unión, de dignidad, por eso es tan importante poder plasmarlo en una obra de arte…”
Un momento muy especial de esta ceremonia fue conducido por la sicóloga comunitaria Sofía Retamal, quien, con Juani, también sicóloga, trabajaron en conjunto con los familiares de Enrique Jeria para acompañar este proceso de memoria.
Sofía expresó que:
“En los procesos de memoria no siempre consideran a los familiares y por esta razón, con la Fundación se ha decidido que los familiares sean actores claves en la construcción de este espacio de memoria. En razón de lo anterior, toda la ceremonia que van a ver de aquí en adelante es una propuesta elaborada conjuntamente con los familiares. Ellos decidieron relacionarlo con los elementos de la naturaleza, en tres momentos, el primero de ellos es la Tierra, donde la familia ha decidido plantar, porque la tierra nos permite enraizarnos, conectarnos, para continuar con este proceso de lucha y de búsqueda permanente. Este primer momento nos conecta con nuestro cuerpo físico y desde allí se relaciona con la tierra. El segundo momento determinado por la familia es el elemento Agua, que nos conecta con nuestro cuerpo más emocional, para que así todas las emociones que fueron parte de este proceso puedan encontrar un cauce para continuar en la búsqueda de justicia, y también con nuestro cuerpo mental a través del aire, que nos conecta más bien con los pensamientos, entendiendo que el viento con su movimiento trasciende tiempo, trasciende distancias, va más allá de las temporalidades, y en ese sentido nos permite conectarnos con la memoria de Enrique Jeria. El último momento dice relación con el elemento del Fuego, principalmente por su capacidad para poder transmutar, no solo lo físico, sino también nuestras emociones, nuestros sentimientos. El fuego también nos une en nuestras trayectorias de lucha y está presente en nuestros corazones.”
Los familiares se aproximaron al Mural dejando allí algunas plantas que materializaron el momento “Tierra” de esta ceremonia, luego, nuevamente los familiares, en conjunto con compañeras y compañeros, depositaron claveles rojos en el Sitio de Memoria, como parte del momento “Agua”. Finalmente, en el tercer momento, “Fuego”, se repartieron páginas de papel entre los y las asistentes que quisieran escribir algunas palabras o mensajes para Enrique Jeria, papeles que fueron depositados en un recipiente de metal para luego encenderlos frente al mural y proceder a quemarlos.
Los elementos tierra, aire, agua, fuego y metal se complementaron armónicamente en esta particular y emotiva ceremonia, donde familiares, amigos y amigas, compañeras y compañeros de Enrique Jeria Silva, se amalgamaron en un abrazo de energía fraterna para rendir un homenaje a este compañero Detenido Desaparecido.
Como parte final de esta actividad se procedió a destapar una pequeña Placa de Memoria colocada en uno de los extremos del Mural, mientras los compañeros y las compañeras presentes cantaban La Internacional.
La Placa contiene el siguiente texto: Homenaje al Compañero Enrique Jeria Silva, Detenido Desaparecido por agentes de la dictadura cívico militar. Miembro del Comité Central del Partido Comunista, 37 años, casado, dos hijos. Fue detenido en Santiago por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) el 18 de agosto de 1976 y hasta ahora se desconoce su paradero. Honramos su memoria y tenaz lucha por los derechos humanos. “VIVÍ POR Y PARA MI PUEBLO”.
20 Febrero, 2023
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 19 febrero 2023
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