Dentro del Partido Republicano, se ha generado una tensión y división palpable. Mientras su líder, José Antonio Kast, y la actual directiva, han apostado por “dar vuelta” las encuestas y promover la opción “A favor” en el plebiscito, el senador Rojo Edwards y su grupo interno sostienen que el enfoque debería centrarse en la “defensa de las ideas de la libertad” en lugar de exponerse a un referéndum en el cual, según pronostican las encuestas, la opción “En Contra” podría prevalecer, sugiriendo derechamente evitar la votación del 17 de diciembre. El analista Marco Moreno interpreta esta división como una lucha por el liderazgo de la derecha más conservadora, pero también como una vía para activar el “botón de pánico”, un último recurso para evitar una derrota electoral y demostrar que no son capaces de proporcionar gobernabilidad al país.
“Los republicanos podemos abortar el plebiscito elegantemente vía consulta vinculante a la militancia. Vemos una gran mayoría inclinada a rechazar en diciembre independiente del texto que se les presente”. Con esta declaración, el sector del Partido Republicano liderado por el senador Rojo Edwards vuelve a poner en aprietos al líder de la colectividad, el excandidato presidencial José Antonio Kast.
Ya lo había hecho en mayo de este año, cuando la corriente interna que lidera el legislador llamada Un Militante Un Voto (UMUV) expresó que no concordaba con la propuesta de texto constitucional de la Comisión Experta y que, de no cambiarse en el Consejo Constitucional —donde ostentan mayoría—, buscarían rechazar la nueva opción de Carta Magna.
El senador Edwards volvió a la carga, este lunes, con un llamado a las huestes republicanas para que analicen no solo un posible rechazo a la propuesta de nueva Constitución, sino también para evitar un traspié en el plebiscito del 17 de diciembre.
El llamado del representante de La Araucanía contrasta con la postura adoptada por el fundador del partido —JAK— y de la la directiva presidida por el exdiputado Arturo Squella, quienes se han jugado su capital político para “dar vuelta” las encuestas que indican que el voto mayoritario de la ciudadanía será “En Contra”.
De hecho, previo a la declaración del UMUV, la mañana del lunes, Kast participó en un seminario sobre economía y seguridad donde abordó el actual proceso constitucional y la caída del apoyo de la población a la labor del Consejo. “Yo soy un convencido de que si la dimos vuelta en cuatro meses (en referencia al proceso anterior), ésta la vamos a dar vuelta en dos meses”, dijo el exdiputado de la UDI, recalcando que “vamos a dar vuelta el partido”.
José Antonio Kast aseguró a los presentes en el seminario económico que “este 17 de diciembre tenemos una oportunidad inmejorable de cambiar el futuro de Chile”.
Sin embargo, según la facción comandada por Edwards, tanto Squella como Kast se han relacionado demasiado con el “A favor” de cara al referéndum, lo que a su juicio podría resultar contraproducente con los objetivos del partido, quienes desde el proceso anterior han estado en contra de cambiar la Constitución vigente.
“Los republicanos tienen la gran oportunidad, porque el proceso fue diseñado de esta manera, de no exponer nuestros principios a un plebiscito que se rechazará por motivos ajenos al texto presentado. Las ideas de la libertad no deben hacerse cargo de la fatiga constitucional que lleva este proceso al fracaso”, afirma el comunicado del movimiento interno del partido.
Recordemos que, junto a Edwards, dicho movimiento interno está integrado por los militantes Francisco Castellón, Margarita Garrido, Cristián Kunstmann, Francisca Ilabaca, Antonio Arroyo, José Eduardo Oliva, Silvana Flores e Ignacio Ávila.
Temen que se pueda “generar un desacople de intereses entre los presidenciables y la defensa de las ideas. La defensa de las ideas es más importante que el partido o cualquier candidatura presidencial. Para ganar las ideas de la libertad necesitan un 51%, mientras que un candidato presidencial queda bien posicionado con mucho menos para pasar a segunda vuelta”.
Cabe mencionar que, en enero pasado, el senador Edwards buscó la presidencia del Partido Republicano, pero el bando de Squella, respaldado por Kast, se impuso por el 86% de las preferencias.
Botón de pánico
Marco Moreno, cientista político y académico de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, ve en la división de almas del Partido Republicano una disputa por el liderazgo de la derecha dura y en la posibilidad de abortar el plebiscito un “botón de pánico” para “morir con las botas puestas”. Y es que si se rechaza la nueva Constitución también caería la gobernabilidad que puedan ofrecer los republicanos. Es decir, si no fueron capaces de sacar adelante el texto, no podrían ser capaces de gobernar el país, sobre todo porque —según el académico— se “presidencializó” la agenda constituyente tras la irrupción de Evelyn Matthei.
En ese sentido, junto con deslizar que Kast no quisiera disputar una segunda vuelta presidencial con Matthei, Moreno sugiere que lo más probable es que el Partido Republicano prefiera “morir con la botas puestas” y echar abajo el proceso por la vía de no aprobar el texto final, para no enfrentarse al “En Contra” de la ciudadanía.
El rechazo, señala Marco Moreno, “es una derrota para Kast, porque la idea es mostrar gobernabilidad”. En este sentido, comparte que el propósito detrás de echar abajo el plebiscito es evitar exponerse a la derrota política como le pasó al mundo progresista con el “Rechazo” del 4 de septiembre de 2022. “Republicanos ha levantado el relato de que el texto sin sus enmiendas más duras no los representa. Por tanto, no lo van a rechazar, pero tampoco a aprobar”.
Y, finalmente, “no gana nadie”. Para Marco Moreno, se trata del “juego de suma cero”, de “ganar perdiendo”, de ganar exactamente la cantidad que pierde el oponente, sabiendo que no va a haber tercera oportunidad.
Pero, ¿se puede suspender el plebiscito? En noviembre, luego que el texto vuelva a la Comisión Experta, si el Consejo Constitucional no aprueba por 3/5 (30 de 50 consejeros) el proyecto final, no habría plebiscito en diciembre. Y solo bastaría que los republicanos no voten a favor para que ello ocurra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario