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jueves, 15 de agosto de 2013

Profesor de la UTEM que informaba a la ANI trabajó con estudiante involucrado en caso bombas


El Dínamo reveló este lunes que Alejandro Hernández Suárez, profesor de Trabajo Social de la UTEM, trabaja de forma encubierta para la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI). El escándalo estalló el segundo semestre de 2012 cuando un informe reservado de la Contraloría alertó que Hernández había sido contratado simultáneamente como informante del gobierno.

“Se filtró esta información y a mí me pareció que era incompatible su trabajo en la Agencia con la docencia aquí en la Universidad. Yo tengo que velar porque nadie se sienta inhibido de expresar sus ideas, sean de izquierda o derecha”, confidenció Rafael Pizarro, Director de la Escuela de Trabajo Social.

Era tanta la cercanía del profesor con los alumnos, afirma El Dínamo, “que los estudiantes más politizados de la carrera siempre lo llamaban para que guiara sus tesis”.

Uno de los trabajos guiados por el funcionario de la ANI fue “Subversión y Delincuencia: Aproximación al rol del Trabajo Social, frente a la ideología, la hermenéutica y la praxix rebelde”, cuyo autor no es otro que Nicolás Soriano Mora (alias “el Iguana”), quien también ha sido denunciado como un ‘sapo’ del gobierno.

De acuerdo a un informe elaborado por el teniente de Carabineros Carlos Espinoza Garín – reconocido más tarde como auténtico “desde el seno de la ANI” – el estudiante Soriano Mora recibía dinero de la Agencia. En virtud de lo anterior, “El Iguana” había sido enviado a la zona del conflicto mapuche a inicios de este año para reunirse con su amigo Francisco Abarca Arap, junto al cual se involucraría, presuntamente, en actividades relacionadas con la “violencia política”.

“Soriano Mora fue blanco de Dipolcar (Dirección de Inteligencia de Carabineros), debido a que se encontraba directamente ligado a imputados del Caso Bombas, además de participar de actividades de tipo anárquicas, entre otros hechos”, explica el documento del teniente Espinoza difundido en internet.

La defensa del Iguana

A través de una declaración pública marcada de ironía, Soriano negó las imputaciones y lanzó sus dardos contra el portal electrónico “Panoramas News”, filtrador original del informe. Para intentar desacreditar el contenido del mismo, Soriano apuntó a las denuncias que hiciera el periodista Patricio Mery, director del medio, respecto a la existencia de una red de narcotráfico encubierta por autoridades chilenas, cuyos excedentes serían utilizados para desestabilizar al gobierno de Ecuador.

“Tamaña conclusión fue desmentida por el propio gobierno chileno hace un año, desacreditando todo lo que el periodista publicara”, escribió el estudiante de la UTEM, tomando partido con la línea oficial del gobierno y protegiendo indirectamente al ex ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, por encubrir el contrabando (Lea detalles de la denuncia aquí).

En su defensa, “El Iguana” admite haber sido amigo, en el pasado, de Gustavo Fuentes Aliaga (alias “El Grillo”), quien es sindicado como el principal responsable de las imputaciones falsas que iniciaron el denominado caso bombas.

“Lo otro y para hacerla corta, pues debo decir que en mi cuenta de mil amigos de Facebook, he estado loco respondiendo si es verdad o no que soy un agente secreto, es que yo quiero decir de una vez por todas, hasta romper mi camisa, que no soy amigo del Grillo. Que lo fui, pero que ahora ya no”, escribió Soriano.

En mayo de 2012, el juicio oral de la causa logró establecer que parte de la declaración de Fuentes Aliaga, en la que se involucró a 10 personas como miembros de la supuesta “asociación ilícita terrorista” involucrada en la colocación de artefactos explosivos en Santiago, fue literalmente dictada por el fiscal Francisco Jacir. El joven también denunció haber sido torturado por el coronel de la Dipolcar, Sergio Escobar Berríos, en presencia de los fiscales Xavier Armendáriz y Jacir, al momento de dar su declaración, lo cual puso en duda la veracidad de sus imputaciones y concedió razón a las sospechas de un montaje.

Estudiantes reaccionan frente al espionaje

Los nexos que Soriano Mora y Hernández Suárez habrían mantenido con la ANI generan un montón de interrogantes. El Dínamo agrega en su artículo, basado en supuestos comentarios fuera de micrófono de alumnos y docentes, que “Hernández había organizado un grupo de trabajo con tres estudiantes de Trabajo Social para elaborar perfiles de los activistas que operan al interior de la carrera”.

El profesional de la UTEM reveló que aún sigue trabajando para la universidad. “Yo coordino el Magíster en el Programa de Estudio de Política Pública, especialmente en lo vinculado con la prospectiva y análisis estratégico, que es lo que yo hago en mi pega”, confiesa Hernández.

El Centro de Estudiantes de Trabajo Social de la UTEM (CETS) difundió ayer un comunicado, en el que condenó “las vinculaciones existentes entre el actual funcionario administrativo de la Universidad, Alejandro Hernández, y la Agencia Nacional de Inteligencia, ANI, y estudiantes de la carrera”. Los universitarios alegaron que “estas prácticas atentan directamente contra cualquier forma de organización, debilitando la existente y llenando de desconfianza otras instancias de discusión a nivel Universidad, como por ejemplo, la construcción de una verdadera Triestamentalidad”.

“No compartimos su actuar (de la ANI), ni lo escudamos, considerando que bajo otro contexto histórico, su trabajo o el de grupos de inteligencia (DINA, CNI en dictadura o La Oficina con la “vuelta a la Democracia”), han sido actores principales de la represión para perseguir, torturar y asesinar a compañeros y compañeras, para destruir la organización del pueblo, para generar miedo y empujar la pasividad y la desmovilización, generando una ‘paz social’ propicia para la instalación, avance y reproducción del neoliberalismo”, concluye la declaración, pidiendo la “desvinculación definitiva del funcionario”.

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