El abogado representante de los reos de Punta Peuco, Raúl Meza, solicitó a fines de enero de 2017 que el Colegio Médico visite a los formalizados por delitos de lesa humanidad y violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Específicamente, pidió que se replicara en el penal lo mismo que que se hizo con la machi Francisca Linconao durante su huelga de hambre. Entonces, en entrevista con La Segunda, Enrique Paris adelantó ánimos de disponibilidad: “Le dije que estábamos llanos a recibir este tipo de peticiones, pero que la determinación la adoptaba la mesa directiva del Colegio Médico”. También, admitió que las eventuales críticas de familiares de víctimas de la dictadura serían esperables. En efecto, Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP) ya manifestó su tajante desacuerdo.
El gremio de doctores tomaría la decisión ese mismo 26 de enero, pero finalmente se postergó. Según la institución, durante la reunión de directivos que se sostendrá durante este jueves 2 de marzo, uno de los puntos en tabla es la visita de su Departamento de Derechos Humanos al penal Punta Peuco. Para Lira, dicha acción no es necesaria:
A fines de enero el abogado Raúl Meza solicitó al Colegio Médico una visita a los uniformados en Punta Peuco, tal como se hizo con Francisca Linconao.
El abogado Meza pierde el centro totalmente al comparar una figura como la mujer mapuche con un criminal que cometió crímenes de lesa humanidad. Durante todo este tiempo se la han jugado por mostrar a estos victimarios de Punta Peuco como criminales que cometieron delitos “comunes”, y eso es lo que me sorprende: que el fanatismo político de un abogado como Meza ha pasado la ética y al moral de forma vergonzosa.
Hoy tenemos un condenado que se enfermó en esta cárcel especial (Gustavo Muñóz, ex uniformado de Carabineros y reo de Punta Peuco que falleció este martes en Dipreca por cáncer terminal) y que recibe un trato distinto al de la población penal común gracias al acuerdo que han mantenido los militares en retiro. Eso es discriminatorio y aberrante, y es la figura que están manipulando hace tiempo: que los victimarios son víctimas. Eso no resiste análisis y violenta a esta sociedad, no solo a los familiares de detenidos desaparecidos.
¿Entonces cuál cree que debería ser la determinación del Colegio Médico?
Al Colegio Médico yo no lo he visto preocupado por la situación dramática e infrahumana en que están los delincuentes comunes. Cuando hay enfermos graves o con enfermedades terminales, no existe esa preocupación. Sin embargo, aquí se habla de una casta social, y yo juraría que si Punta Peuco estuviera lleno de procesados y condenados por graves violaciones a derechos humanos siendo solamente exconscriptos o cabos, apuesto que ni la UDI ni ninguna organización de las que hoy se mueven, se moverían. Hay un interés de clase, un estatus especial. Por eso para nosotros es tan relevante que todo uniformado y criminal por violación a los derechos humanos, sea degradado, es decir, que les quiten sus rangos, porque los rebajan socialmente. Bueno, ahí tenemos el recuerdo triste y patético de lo que dijo e hizo Manuel Contreras en Penal Cordillera.
No los vengan a victimizar cuando, además, si es que hay algo de justicia ha sido por la firmeza de los familiares de víctimas y organizaciones, no por ellos. Y al colegio Médico le quiero recordar que a la salida de su sede tienen los nombres de todos los doctores y doctoras ejecutados en la forma más cruel (ahí figuran, entre otros, Salvador Allende, Miguel Enríquez y Enrique Paris R.). ¿Les han pedido a ellos, como institución, perdón por haber asesinados a esos médicos y profesionales? No. Así que no se justifica ni amerita, porque los presos de Punta Peuco tienen mejor atención que cualquier chileno siendo criminal.
Pero Enrique Paris ya mostró disponibilidad para ir, ¿con qué objetivo ser la visita, entonces?
Yo creo que ellos no deberían ir. Pero la clase social alta es más poderosa y ahí el Colegio Médico se siente tocado, si se reúne el directivo para ver si van o no ya están aceptando.
Esa clase social alta no quiere dejar a estos militares abandonados, y eso que ellos ya tienen buena atención médica en el Hospital Dipreca y el Militar: cada vez que se enferman se hospitalizan y no piden permisos, por lo que no se condice ni justifica que el Colegio Médico tenga que ir a verlos.
Lo que pasa es que hay una campaña con civiles cómplices y la UDI -como Jovino Novoa, Alberto Cardemil y Longueira- para no abandonar a estos, entre comillas, “prisioneros políticos”. Eso es lo terrible: que nunca han reconocido que aplicaron terrorismo de Estado a la sociedad. Ninguno se ha arrepentido. Es más, reivindican lo hicieron por la patria y nunca han sentido la tragedia que trajeron a este país.
Así, Cuando hacen por ejemplo la liturgia, fue para mostrar lo “injustos” que estamos siendo nosotros, porque hoy la derecha y la concertación los han victimizado -incluyendo al lamentable Ministro de Justicia que tenemos- y nosotros somos los victimarios, los duros de corazón, los que están en venganza, etc.
¿Y si se realizara solo como una visita médica?
¿Cuántas veces sacan a los reos de Punta Peuco al hospital? Recordemos la rutina de Alvaro Corbalán, cada vez que le dolía la cabeza era hospitalizado hasta que le pillaron la trampa, y ahí yo reconozco que la ministra Blanco tuvo la valentía de mandarlo al penal de Alta Seguridad, donde deberían estar todos. Tienen la mejor atención, tiene los medios de comunicación -muchos al servicio de ellos-, tienen los médicos e infraestructura. Que sepan que no hay deshumanidad de parte nuestra, pero tienen atención y visitas especiales que no tiene la población penal común. Tienen muchos privilegios que les han dado los gobiernos desde 1990 a la fecha.