- 24 junio 2020
Un reportaje del influyente e importante diario estadounidense The Washington Post calificó al Gobierno de Chile de haber sido "demasiado confiado" frente a la pandemia de Covid-19 y planteó que su "caótica" estrategia de comunicación ha "socavado" su respuesta durante la crisis.
En el artículo, escrito por el corresponsal John Bartlett, la epidemióloga integrante del Consejo Asesor del Ministerio de Salud, Ximena Aguilera, reconoció que las autoridades perdieron una "oportunidad temprana" de frenar el avance del coronavirus.
"El Gobierno perdió una oportunidad temprana cuando no hicieron lo suficiente para rastrear el contagio o aislar a los viajeros que regresaban en los suburbios más ricos del noreste, y luego relajaron los bloqueos demasiado rápido", dijo Aguilera al Post.
"La apuesta era que podrían detener la propagación temprana del virus, pero la estrategia se centró desproporcionadamente en la atención hospitalaria, cuando el aspecto social es igual de importante", añadió la profesional.
En el artículo, escrito por el corresponsal John Bartlett, la epidemióloga integrante del Consejo Asesor del Ministerio de Salud, Ximena Aguilera, reconoció que las autoridades perdieron una "oportunidad temprana" de frenar el avance del coronavirus.
"El Gobierno perdió una oportunidad temprana cuando no hicieron lo suficiente para rastrear el contagio o aislar a los viajeros que regresaban en los suburbios más ricos del noreste, y luego relajaron los bloqueos demasiado rápido", dijo Aguilera al Post.
"La apuesta era que podrían detener la propagación temprana del virus, pero la estrategia se centró desproporcionadamente en la atención hospitalaria, cuando el aspecto social es igual de importante", añadió la profesional.
“No fue hace tanto tiempo que el Presidente chileno Sebastián Piñera se jactó de que el país estaba listo para el coronavirus. ‘Mucho mejor preparado que Italia', así lo expresó en marzo. Y después de confinar a la población, reforzar los hospitales y realizar pruebas agresivamente, parecía que al país le estaba yendo bien contra la pandemia”, dice el texto para luego detallar las cifras actuales que sitúan al país como el octavo en el mundo con más casos, con más de 250.000 contagios y 4.500 muertes.
"Caótica" estrategia comunicacional
En su artículo, el Post señala que "no fue hace tanto tiempo que el Presidente chileno Sebastián Piñera se jactó de que el país estaba listo para el coronavirus", recordando que el Mandatario dijo en marzo que el país estaba "mucho mejor preparado que Italia".
"Después de confinar a la población, reforzar los hospitales y realizar pruebas agresivamente, parecía que al país le estaba yendo bien contra la pandemia", continúa el reportaje, que luego detalla las cifras actuales que sitúan a Chile como el octavo en el mundo con más contagiados.
"Los primeros casos se concentraron en un grupo demográfico más joven en las áreas más ricas de Santiago, manteniendo las hospitalizaciones y muertes relativamente bajas y llevando a los funcionarios a creer que el brote estaba contenido. Pero el movimiento de trabajadores por la capital pronto llevó el virus a los barrios más pobres y superpoblados. El enfoque de imponer y levantar bloqueos 'dinámicos' por área no tuvo éxito", repasa el texto.
El artículo también menciona el llamado de la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, a "tomar un café" a fines de abril, al mismo tiempo que se reabrió un centro comercial, que tuvo que cerrar rápidamente ante el aumento de los casos.
El Post plantea que la tasa de mortalidad por Covid-19 en los hospitales públicos de la ciudad de Santiago ha sido el doble que la de las clínicas privadas y expone que en sectores como la población Lo Hermida, de la comuna de Peñalolén, "las políticas de aislamiento escritas para las clases altas y medias de Chile parecen irrelevantes".
"Chile ha mantenido niveles comparativamente altos de test. Pero la impopularidad de Piñera después de las protestas del otoño pasado (de la primavera en el hemisferio sur) y una estrategia de comunicación caótica durante el brote han socavado la respuesta del Gobierno", recalca la nota.
"Después de confinar a la población, reforzar los hospitales y realizar pruebas agresivamente, parecía que al país le estaba yendo bien contra la pandemia", continúa el reportaje, que luego detalla las cifras actuales que sitúan a Chile como el octavo en el mundo con más contagiados.
"Los primeros casos se concentraron en un grupo demográfico más joven en las áreas más ricas de Santiago, manteniendo las hospitalizaciones y muertes relativamente bajas y llevando a los funcionarios a creer que el brote estaba contenido. Pero el movimiento de trabajadores por la capital pronto llevó el virus a los barrios más pobres y superpoblados. El enfoque de imponer y levantar bloqueos 'dinámicos' por área no tuvo éxito", repasa el texto.
El artículo también menciona el llamado de la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, a "tomar un café" a fines de abril, al mismo tiempo que se reabrió un centro comercial, que tuvo que cerrar rápidamente ante el aumento de los casos.
El Post plantea que la tasa de mortalidad por Covid-19 en los hospitales públicos de la ciudad de Santiago ha sido el doble que la de las clínicas privadas y expone que en sectores como la población Lo Hermida, de la comuna de Peñalolén, "las políticas de aislamiento escritas para las clases altas y medias de Chile parecen irrelevantes".
"Chile ha mantenido niveles comparativamente altos de test. Pero la impopularidad de Piñera después de las protestas del otoño pasado (de la primavera en el hemisferio sur) y una estrategia de comunicación caótica durante el brote han socavado la respuesta del Gobierno", recalca la nota.
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