Este jueves, el Registro Civil liberó el certificado de defunción del ex arzobispo emérito de La Serena, Bernardino Piñera, quien murió el pasado fin de semana.

De acuerdo al documento, la causa de muerte del religioso fue “insuficiencia respiratoria/neumonía por COVID-19”.
La información contrasta con lo señalado por la vocera de gobierno, Karla Rubilar, quien el domingo sostuvo que Piñera había superado el coronavirus, aunque agregó que “no obstante de eso, ya tenía avanzada edad”.
En tanto, Herman Chadwick, hermano mayor del ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, y sobrino del fallecido, afirmó que el deceso fue por “las consecuencias de un COVID-19”.
El funeral del sacerdote se convirtió en objeto de controversia luego de que se conociera un video que muestra la participación del presidente Sebastián Piñera, quien también era su sobrino, y quien en la instancia manifestó que quería abrir el ataúd para verlo.

Finalmente la acción se realizó y tanto el mandatario y otros acompañantes se acercaron a mirarlo, lo que se convirtió en objeto de críticas ya que, se señalaba, se habría infringido los resguardos solicitados por las autoridades. 

Sin embargo, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, aseguró que el féretro estaba sellado con un vidrio y que, de este modo, “el protocolo está totalmente cumplido”.
En la misma línea, el cementerio Parque del Recuerdo, recinto en el que se realizó el funeral, emitió un comunicado en el que señaló que “de acuerdo con el Protocolo de Funerales en contexto de pandemia por COVID-19, la urna se encontraba sellada“.

En redes sociales, se apuntó además a que algunas funerarias manejan un protocolo que indica que los cuerpos de fallecidos por COVID-19 deben ser enterrados en bolsas mortuorias. Pero en el registro de la ceremonia se escucha que alguien incluso elogia la ropa con la que fue enterrado el sacerdote.

Sobre ese aspecto, el intendente metropolitano, Felipe Guevara, aseguró que “el protocolo habla de un ataúd sellado”.