por Raúl Espina 17 mayo, 2022
Finalmente, el Gobierno se vio a obligado a desistir con su propuesta de estado intermedio, impulsada hace alrededor dos semanas y que buscaba evitar la directa militarización de la zona sur del país y eventuales conflictos con el pueblo mapuche, en medio de un ambiente marcado por hechos de violencia en las regiones de Biobío, Los Ríos y La Araucanía. Fue la ministra del Interior, Izkia Siches, quien este lunes anunció la aplicación del estado de excepción de emergencia, que seguirá acotado a carreteras, y según detallan desde el Ejecutivo, “restringiendo en la menor medida posible los derechos fundamentales de las personas”.
Una decisión que implica un retroceso en el discurso del Presidente Boric, quien había manifestado en varias oportunidades su visión crítica a los estados de excepción. Por lo mismo, en La Moneda se había tomado la decisión política de trabajar con una propuesta de estado intermedio que llegó junto con el anuncio del plan de devolución de tierras, lo que habría generado algunas reacciones positivas entre los actores involucrados. Pero finalmente no se logró llegar a acuerdos transversales al interior de Apruebo Dignidad, causando fisuras internas en la coalición oficialista.
Se trataba de una propuesta que generó división desde un comienzo: mientras que el Socialismo Democrático (Partido Socialista, Partido Liberal y Partido Radical) estaba a favor de la medida, en Apruebo Dignidad existieron críticas transversales, específicamente en algunos sectores del Frente Amplio (FA) y también del Partido Comunista (PC). En el FA, coalición a la que pertenece el Presidente Boric, se buscaba que el proyecto fuese más acotado y explorando fórmulas que evitasen la represión militar a los mapuches, entre otros temas que van en esa dirección, según cuentan al interior del conglomerado. En el PC, en tanto, en la reunión de comité central de este fin de semana se abrían a la posibilidad de apoyar el estado intermedio, pero tratando de acotar la intervención militar al máximo.
En ese línea, el propio presidente comunista, Guillermo Tellier, señaló este lunes en La Moneda, que "no es momento para que los militares vuelvan a territorio mapuche".
Si bien parecían existir avances con dicha medida, según detalla una fuente cercana a uno de los colectivos que forman parte del Gobierno, durante este lunes sectores de la derecha y también de la ex Concertación comenzaron a ejercer presión en el sentido de que la situación en la zona sur del país es insostenible, acusando a las autoridades centrales de ser cómplices de la violencia por inacción. Sumado al clima de hostilidad con los gremios de camioneros y empresarios forestales, y el llamado a la resistencia armada del líder de la CAM Héctor Llaitul, el escenario se complejizó y la propuesta del Ejecutivo comenzó a estrangularse.
El no haber llegado tempranamente a un acuerdo político en Apruebo Dignidad, según cuentan en la interna, fue aprovechado por la derecha para transmitir que ya no estaban disponibles para votar favorablemente en el Congreso la reforma constitucional que permitía el Estado Intermedio. Para varios la derecha jugó una carta elemental: apretó políticamente con el Estado de Excepción Constitucional en el momento de mayor vulnerabilidad del gobierno, dejándolo sin aire. En ese escenario, aun cuando las colaciones de gobierno y sus respectivas bancadas parlamentarias votaran a favor, la posibilidad que el proyecto rebotara en el Congreso, con el consecuente fracaso del gobierno, era una realidad altamente probable.
De este modo, la propuesta quedó sin piso político, por derecha, por izquierda y por centro. "La propuesta de estados intermedios se desplomó por todos lados, quedando sin apoyo por el lado de la derecha, de sectores ex Concertación y por sus propias coaliciones, por distintas razones", agrega una fuente conocedora de los detalles de la fracasada negociación.
En ese sentido, considera otro miembro de la coalición de gobierno que, tal vez, "puede ser que esto no sea malo en el sentido de que, si no hay piso político, el Gobierno tendrá que tomar las medidas que están en sus manos para enfrentar esta situación, y es lo que se decide finalmente".
La fragilidad, sin embargo, queda instalada al interior de Palacio, en donde la amenaza de una fractura de la coalición más importante, Apruebo Dignidad, ronda con fuerza, toda vez que tanto para el PC como para el FA, el estado de excepción nunca fue una opción viable, debido a que esto podría conllevar a un aumento de las hostilidades de los grupos radicales, haciéndose patente la posibilidad de generarse enfrentamientos que neutralicen las gestiones para la devolución de tierras que está impulsando el gobierno a través de la Conadi.
Por otra parte, el estado de emergencia acotado a las rutas que propuso en las últimas horas el gobierno, genera adicionalmente muchas dudas, puesto que los estados de excepción no se aplican a caminos sino a zonas geográficas, lo que en los hechos resultaría impracticable. Para reforzar la medida del gobierno, la ministra Izkia Siches adelantó también que pedirá al Ministerio Público la designación de un fiscal preferente para que concentre las investigaciones sobre atentados incendiarios y sabotaje, junto al tráfico de drogas y robo de madera, un verdadero triángulo de las Bermudas, donde se pierden de vista los límites entre uno y otro.
Es en este escenario, con un evidente debilitamiento de las relaciones internas al interior de La Moneda, que se vio reflejado en la postergación del comité político para la tarde de este lunes, las coaliciones de Gobierno deberán buscar conciliar los ánimos para enfrentar los enormes desafíos políticos de los próximos meses, en medio de un proceso constituyente que está llegando a su etapa definitiva. En ese sentido, expertos coinciden con la visión que emana de las propias fuerzas políticas que sostienen la actual gestión, en relación a que es en etapa donde será crucial el empoderamiento del Presidente Boric, en cuanto a un liderazgo que en materia de seguridad pública concierne directamente a la ministra Siches, quien ha sido duramente criticada en su primera etapa en el cargo.
De hecho y tras conocerse la medida del Estado de Emergencia “acotado”, el excoordinador de Asuntos Indígenas del gobierno, Salvador Millaleo -hasta ahora el único que ha salido del equipo de la ministra Siches- cuestionó al gobierno y a través de su cuenta de Twitter, sostuvo que: “Luchamos por una solución política y ahora tendremos de nuevo un Estado de Excepción Constitucional: necesitamos otra forma de ver y hacer las cosas. Construir la plurinacionalidad requiere de mayor convicción”.
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