“Volver a escuchar a quien piensa distinto, hacer un esfuerzo de no siempre tratar de ver el argumento del contrario de la peor forma posible, sino tratar de aprender algo de aquel. Hablar con la verdad reconociendo el espacio de mejora que puede haber en nuestras propias posiciones”.
Antes de referirme al párrafo que inicia esta nota, deseo reiterar lo que he expresado en varios artículos publicados en este medio:
Primero: “Chile no es un Estado de Derecho, sino un Estado de facto desde el 11 de septiembre de 1973. No será un Estado de Derecho, mientras no se promulgue una nueva Constitución Política, redactada por una Asamblea Constituyente”, sin intervención de ningún poder constituido”.
Segundo: Ningún partido de los que han gobernado una vez terminada la dictadura cívico-militar, en lo que erróneamente se ha llamado “transición”, puede ostentar el calificativo de “centroizquierda”: el Partido Socialista, que desde su fundación en 1933, incluida su declaración de principios, fue un partido de izquierda, con su división en 1979 y el triunfo de la parte “renovada”, sufrió una involución severa, que ni siquiera podría ubicarlo dentro de la socialdemocracia, misma de la que recibió el apoyo económico de sus colegas socialistas europeos. El PPD, como su nombre lo indica, se creó como partido instrumental, que no tiene declaración de principios. Al Partido Radical, no le quedan ni trazas de lo que alguna vez (gobierno de Pedro Aguirre Cerda) pudo detentar el adjetivo de socialdemócrata. La Democracia Cristiana, luego del gobierno de Frei Montalva y sus transformaciones en favor de las clases medias y, especialmente del campesinado, perdió toda la mística socialcristiana. No he incluido en este listado, al Partido Comunista, por dos razones: primero, pienso que sigue siendo el único partido de izquierda en Chile; segundo, su participación en el gobierno de la nueva mayoría fue muy marginal, ya que su posición dentro del gobierno, fue constantemente criticada y sus propuestas bloqueadas por la Democracia Cristiana.
Me permito copiar un párrafo del artículo “Socialdemocracia: exégesis de un concepto y de su práctica política”, publicado en Clarín, con fecha 16/9/1920:
“…Dicho lo anterior, podemos apreciar, aunque ha habido opiniones en contrario, que ninguno de los gobiernos del Chile post dictadura, se puede catalogar como socialdemócrata, mucho menos a los personeros de la casta política, incluso a los que se hacen llamar progresistas o de centro izquierda. Esto no sólo porque la Constitución de Pinochet-Lagos no se los ha permitido, sino porque, y esto es lo patético, en su ADN está profundamente arraigada la cosmovisión neoliberal del mundo. Estados de Bienestar en Chile hubo, por influencia de la Segunda Internacional (1889-1914), durante algunos momentos en el siglo pasado. Tal vez el que más se podría asemejar a esta definición, con la excepción obvia del gobierno de la Unidad Popular, sería el del presidente Pedro Aguirre Cerda, con la creación de la CORFO, y la construcción de miles de escuelas a lo largo de todo el país y la capacitación de miles de maestros para integrar a esas escuelas. La verdad, es que, si comparamos los gobiernos post dictadura con las administraciones hasta 1973, todos, hasta el gobierno de los gerentes de Jorge Alessandri, cumplirían con creces, las características de los Estados de Bienestar”. Recordar que estaba vigente la educación pública, laica y gratuita que se había instaurado en 1879.
Ahora, volviendo al párrafo que inicia la nota, estas palabras corresponden al presidente Gabriel Boric, expresadas durante el acto de ratificación del Convenio 190 de la OIT y se refieren a los sucesos producidos en dos actos de campaña: la performance en la plaza Victoria en Valparaíso en apoyo a “aprobar para reformar” y al atropello de un carretonero sobre unos ciclistas, en la Alameda en Santiago, de los adherentes al “rechazo”. Sobre estos hechos volveremos más adelante.
Cada vez que se dirige a la ciudadanía, Boric pontifica, nos entrega un sermón como si estuviera hablándole a unos niños para que se porten bien y no hagan maldades. Pero, además, él mismo se contradice, pues hace justo lo contrario de lo que expresa en su homilía: ha dicho que con Héctor Llaitul no va a haber diálogo, porque “el gobierno va a dialogar sólo con los que quieren la paz”. Además, “Llaitul decidió tomar otro camino, por lo tanto, doy la garantía de que no he dado la instrucción a nadie” (sobre entablar diálogo con Llaitul).
La ministra Siches ha reiterado que “no ha existido ninguna instrucción de tomar contacto con la CAM ni con sus líderes”.
Veamos: ¿y quién le sopló al presidente Boric que Llaitul no quiere la paz? Justamente eso es lo que desea el líder de la CAM, pero no sólo él, todo el pueblo mapuche, porque está cansado de que el Estado chileno los siga asesinando y criminalizando desde hace 200 años. Y si la CAM y otras comunidades, han decidido tomar otro camino, es porque el Estado de Chile, ha decidido tomar el mismo camino que no ha dado ningún resultado y, como dicen en México, les “sigue dando atole con el dedo” (el atole es una bebida de leche con avena; ésta le da el carácter un poco más cremoso). El diálogo, entonces, como dice Boric, es obviamente, con los que piensan distinto, pero siempre que haya algo que ofrecer y exponer sobre la mesa, como ha explicado el senador Francisco Huenchumilla.
Entonces, si el gobierno quiere diálogo con quienes quieren la paz, quiere decir que desea dejar todo como está; en síntesis, diálogo sólo con los que están de acuerdo conmigo. Así jamás se va a llegar a ningún acuerdo, porque con los que están de acuerdo conmigo, prefiero tomarme un cafecito o “conversar” una botella de buen vino (como decíamos antes entre periodistas). Una pregunta al señor presidente: ¿a quién o a quiénes le da la garantía de que no ha dado la instrucción a nadie?
Respecto del robo de madera en la Araucanía, les dejo el enlace de la entrevista que le hace el portal La voz de los que sobran al ex capitán de carabineros, Miguel Ángel Toledo, en la que denuncia la verdadera situación relativa al robo de madera, en que están involucrados carabineros activos, miembros de la PDI, fuerzas armadas, aduana, servicio de impuestos internos, además del montaje de atentados. Todos estos hechos, Toledo los viene denunciando hace años, incluso, le ha enviado una carta al presidente Gabriel Boric:
https://www.youtube.com/watch?v=K6i5SNdgSic
Sin ánimo de darle un consejo al presidente de la República, sería bueno que observara lo que ha realizado en apenas unos pocos días desde su toma de posesión, el presidente de Colombia Gustavo Petro, que inició, de inmediato, el diálogo con el FLN, no sin antes instruir que “desde este momento, no se detiene a ningún miembro de ese movimiento”. Es preciso recordar, que el Frente Nacional de Liberación de Colombia, constituye una guerrilla, que había iniciado un diálogo con el gobierno en La Habana; sin embargo, el expresidente Duque, lo abortó, así como no respetó el acuerdo de paz con las FARC y asesinó a más de doscientos desmovilizados que creyeron en el acuerdo.
Mientras no superemos nuestra cosmovisión europeísta, no habrá solución a la causa mapuche. Copio un párrafo del mi último libro Reconstruir nuestra idea del mundo, publicado en 2021, pero presentado en abril de este año, que hace un repaso a la cosmovisión de los pueblos ancestrales de América y sus demandas concretas:
“Simón Bolívar, el gran prócer de la liberación latinoamericana, decía: ‘Los americanos en el sistema español que está en vigor, y quizá con mayor fuerza que nunca, no ocupan otro lugar en la sociedad que el de siervos propios para el trabajo, y cuando más, el de simples consumidores.
“Queriéndose borrar el pasado colonial impuesto se buscó fuera de la ‘única’ realidad el ‘modelo’, el modo de ser de lo que no se era y no se quería ser. Los grandes ‘modelos’ se encontraron en las pujantes culturas ‘modernas’, en las ‘nuevas civilizaciones’ que, al expandirse, buscaban la justificación a nuevas formas de colonialismo. Así, pretendiéndose borrar la servidumbre del pasado se hipotecó el futuro. Fue la experiencia cultural de los civilizadores positivistas latinoamericanos que soñaron con hacer de esta América, otros Estados Unidos, Inglaterra o Francia; con hacer de sus hombres sajones los ‘yankees del sur’. Intento inútil, pues los mismos grandes imperios se opondrán a la posibilidad de que otras naciones y hombres se les igualen y les disputen la hegemonía impuesta a sus empeñosos imitadores. Pronto se tomaría clara conciencia de la nueva colonización y, con ello, de la necesidad de liberarse de ella”. (Leopoldo Zea, América Latina en sus ideas, Siglo XXI – UNESCO, México, 1986).
Deseo agregar, además, algunos datos pertinentes de la conquista española y portuguesa a Abya Yala. Copio otro párrafo consignado en el mismo libro, tomado de Las venas abiertas de América Latina, del gran Eduardo Galeano:
Aquella violenta marea de codicia, horror y bravura no se abatió sobre estas comarcas sino al precio del genocidio nativo: las investigaciones recientes mejor fundadas atribuyen al México precolombino una población que oscila entre veinticinco y treinta millones, y se estima que había una cantidad semejante de indios en la región andina. América Central y las Antillas contaban entre diez y trece millones de habitantes. Los indios de las Américas sumaban no menos de setenta millones, y quizá más, cuando los conquistadores extranjeros aparecieron en el horizonte; un siglo y medio después, se habían reducido, en total, a sólo tres millones y medio. (Según Darcy Ribeiro, con datos de Henry F. Dobyns, Paul Thomson y otros).
“La violencia contra pueblos originarios es por su relación con la naturaleza. O vivimos en armonía con la naturaleza o persistiremos en nuestra marcha hacia el suicidio de la especie, llevándonos gran parte de la vida con nosotros”. (Noam Chomsky)
Performance porteña y atropello santiaguino
Sobre los hechos del fin de semana pasado, quiero expresar mi opinión totalmente contraria a la actitud que tomó el gobierno y algunos parlamentarios del oficialismo. Respecto a la performance de Valparaíso, en que se ultrajó la bandera chilena, en un acto de connotación sexual, lo considero totalmente reprobable, pero que no deja de ser una soberana estupidez que, obviamente debe ser sancionada con la fuerza que entrega la juridicidad vigente, toda vez que se realizó en el espacio público ante la presencia de familias acompañadas de sus hijos. El oficialismo cayó en el mismo juego de la derecha hipócrita, cínica y mentirosa que no condenó el ultraje a la bandera de su querido presidente Piñera, al incrustarla en la bandera norteamericana, acto que presenciaron millones de espectadores en todo el mundo y que significaba no sólo mancillar la bandera, sino que reconocer el estado de vasallaje en que nos encontramos todos los ciudadanos de este país. ¿Qué dijo la derecha y, especialmente las Fuerzas Armadas de la Copia Feliz?
“No tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender”. Arturo Illia, expresidente de Argentina.
Lo que encuentro bastante patético, es que el gobierno en particular y el oficialismo en general, hayan asimilado la famosa performance con el atropello a los ciclistas por parte de un carretonero adherente al rechazo, con el propósito explícito de asesinar a alguno de los ciclistas por el apruebo. Sí señor Boric, lo que hizo el carretonero fue un intento de asesinato y debe ser querellado por intento de homicidio, homicidio frustrado o cuasi delito de homicidio. Pero claro, los carabineros lo detuvieron para defenderlo de ser linchado y fue liberado a las pocas horas. Este hecho contrasta con la violenta detención de un alumno del Instituto Nacional que se manifestaba frente a la Municipalidad de Santiago por las pésimas condiciones en que se encuentran los establecimientos educacionales: el estudiante, sólo un niño, fue golpeado, aplastado contra el suelo entre cuatro energúmenos, carabineros de Orden Público, ante la mirada impotente de los transeúntes y mientras el muchacho pedía ayuda a gritos. Este hecho se produjo el día lunes, es decir, tres días después del intento de asesinato de los ciclistas por parte del carretonero.
Una pregunta para los diputados de oposición que desplegaron una bandera chilena en el hemiciclo, antes de iniciar la sesión del día lunes: ¿La bandera que desplegaron, se la pidieron prestada al carretonero que trató de asesinar a los ciclistas y que la llevaba instalada en la parte posterior de su carreta?
Señor presidente de la República, Gabriel Boric, mientras más explicaciones entregue sobre cualquier actuación del gobierno que no le guste a la oposición, más presión ejercerán sobre su mandato; y más debilidad demostrará, ofreciéndole cambiar los artículos del proyecto de nueva Constitución que no sean del agrado de la derecha.
Si gana el apruebo, se debe respetar el texto elaborado por los constituyentes, elegidos por la ciudadanía, ateniéndose a las estrictas normas de redacción. Espero que la presión de la ciudadanía, ayude a que en el Congreso se pueda mantener lo más fiel posible el texto original, durante el proceso de la legislatura, tarea difícil, tomando en consideración la relación de fuerzas políticas del Congreso actual.
Por Hugo Murialdo
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