Miercoles 21 de Septiembre 2022
Manuel Humberto Ahumada Lillo
Pulso Sindical Diario
de la CGT Chile
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" Estoy tan enamorado de la negra Tomasa que cuando se va de casa que triste me pongo.."
canta Compay Segundo
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1.- En más de una ocasión hemos hablado de los trabajadores y la percepción que tienen sobre la organización sindical, de la misma manera que hemos expuesto lo que nosotros vemos como trabajo sindical presente y futuro. Ante diversas consultas en estos días de asueto, pero no de congelamiento del trabajo educacional, reiteramos algunos conceptos.
Muchos trabajadores no ven al Sindicato como un instrumento de lucha ni de educación sino, simplemente, como un ente que puede obtener algo de la patronal si no genera conflictos. Contra estas visiones estrechas, debe enfocarse el trabajo de la organización sindical de clase.
Ir siempre más allá del límite estrecho de la empresa, saber que la unidad más amplia permitirá avances para el conjunto de los trabajadores. Y que esto no se interprete como la renuncia al trabajo interno, que es importante y necesario. Se trata de visualizar la enorme fuerza que genera la unión de los trabajadores, más allá de la empresa en la que trabajan.
En el plano organizacional sin duda que lo ideal sería un solo y gran Sindicato donde estén todos los trabajadores incorporados, cualquiera sea la empresa. Un solo instrumento para todos según la actividad económica, que puede ser local, regional e incluso nacional tal y como se dio en los albores de la organización.
Con el auge de la revolución industrial, los gobiernos y los empresarios visualizaron lo que se les venía con los trabajadores organizados y sus demandas. Por eso se preocuparon de generar un instrumento internacional tripartito - la OIT - que dictó y dicta normas aplicables en todos los países, previa ratificación de los Estados. En cada país construyeron legislaciones para regular a su modo deberes y derechos de los asalariados, así como dictaron las pautas de las organizaciones que se pueden constituir y los roles a desempeñar por estas.
2.-Lo que vivimos en estos tiempos es el resultado de esta acción gubernativa y patronal. Esta es nuestra realidad en el siglo XXI. No hay una fuerza sindical, organizada y poderosa y eso resiente todas las luchas.
Existen miles de pequeños instrumentos llegando al extremo que en una misma empresa hay más de un sindicato y pese a ello no siempre concitan un buen grado de adhesión entre los trabajadores.
Si a lo anterior sumamos la poca convicción, la desconfianza, e incluso el miedo de los trabajadores, tenemos el terreno abonado para que el patrón imponga sus condiciones.
A no dudarlo ni perder más tiempo. La educación es la piedra fundacional para construir el edificio de la clase trabajadora organizada.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
Video de Delta Rhythm
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