Después de la última entrevista que dio al diario El Día el general director del Ejército, Juan Emilio Cheyre, donde reafirmó ser inocente de los cargos por los que hoy está procesado, los familiares de las víctimas de la Caravana de la Muerte Episodio La Serena salieron a responderle al militar.
En una carta enviada por las familias, señalan que “con rabia y dolor hemos leído las palabras del general Juan Emilio Cheyre, publicadas este domingo en el Diario El Día, de La Serena. En esa entrevista inició su discurso burlándose de nuestro sufrimiento cuando dijo que le afectó ver a Ariosto Lapostol llorando con los familiares de los asesinados, es decir nosotros, a quienes ese mismo 16 de octubre recibió en el Regimiento”.
“No, Sr. Cheyre. Algunos de los familiares fuimos detenidos, humillados y maltratados, incluso mediante golpes, tras las ejecuciones de nuestros seres queridos sólo por ir al regimiento a saber qué había pasado o por exigir sus cuerpos para darles una sepultura digna. No se nos permitió llorar a los nuestros y ni usted ni Lapostol tuvieron un acto de humildad para con nosotros. Por el contrario, ustedes le dijeron al país que nuestros padres, hermanos e hijos eran unos terroristas que habían sido objeto de un juicio justo y que el Ejército de Chile había actuado correctamente”, dice la misiva.
Los familiares además insisten en que el excomandante en Jefe del Ejército miente. “Usted no es víctima, usted torturó a Nicolás Barrantes. Usted nos humilló, usted no tuvo siquiera el coraje de darnos la cara. Gracias al Ejército, del que fue un destacado y fiel oficial, nuestras familias fueron destruidas e iniciaron un calvario que todavía no termina. Nuestro dolor ha sido tanto que incluso alguno de los nuestros ante optaron por el suicidio y esa cruz, que día a día cargamos, se la debemos a usted y sus camaradas de armas”, dicen.
La carta además señala que “no contento con todo, usted aumenta nuestra rabia ufanándose de la impunidad que le dio el poder político y militar que le ha apoyado, poder que con tanto desprecio nos ha tratado por más de 40 años. Esta vez nos va a escuchar: No nos importa que su Hoja de Vida esté intachable, esa Hoja de Vida lleva la firma de criminales y traidores. Hoy la memoria de los nuestros lo apunta con el dedo y sus condecoraciones no nos intimidan”.
“Ya basta. No esperamos ni aceptaremos menos que la justicia y su condena y de los demás criminales nos dará un mínimo de descanso”, finaliza la carta.