Un nuevo peritaje al cuerpo de la activista medioambiental Macarena Valdés, arrojó que la muerte de la joven “no (fue) por ahorcamiento suicida, sino por estrangulamiento por ligadura, con un objeto que alguien más sostenía alrededor de su cuello y que apretaba con fuerza”. 
Eso es lo que concluye el informe del destacado médico forense británico John Clark, emitido el pasado 12 de agosto, y titulado, “Comentarios sobre la muerte de Yudy Macarena Valdés Muñoz”.
El documento, que fue publicado por la revista mexicana “Proceso“, revisa una vez más las causas de la muerte de “la Negra”, acaecida el 22 de agosto de 2016, en su domicilio en la localidad de Tranguil, en la Región de los Ríos.
Esto, luego de que el Servicio Médico Legal (SML) en autopsia realizada inmediatamente después de su deceso, afirmara que Valdés falleció de “asfixia por ahorcamiento” sin participación de terceros.

El informe Clark

El patólogo británico John Clark es un referente mundial de la medicina legal. Ex director del Departamento de Medicina Forense de la Universidad de Glasgow, ex patólogo jefe del equipo forense designado por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) -donde realizó los exámenes post mortem de las víctimas de las matanzas en Srebrenica- y actual perito de la Corte Penal Internacional (CPI).
Lo primero que destaca Clark en su informe -solicitado por la parte querellante y que en los próximos días será presentado ante la Fiscalía- es “la falta de una descripción detallada de cómo fue encontrada muerta” Valdés.  Esto, “hace que la interpretación de los hallazgos post mortem sea difícil”, dice Clark.
Ya entrando en materia, el informe agrega que “la cuerda implicada como la usada no tenía una ligadura típica para colgarse, ya que era excesivamente larga y no tenía un nudo obvio. Incluso, si este último fue cortado en el momento de bajar el cuerpo, ¿por qué no se hicieron comentarios en el informe de autopsia ni se incluyó alguna fotografía?”.
La autopsia a la que alude el británico fue realizada por el doctor Enrique Rocco, del SML de Valdivia, sobre el que pesan denuncias de severas irregularidades en su práctica profesional.
Pese a las deficiencias de las pericias previas, Clark llegó a la conclusión de que existen antecedentes para percibir la participación de terceros en la muerte de Valdés:
“La marca de ligadura en el cuello, aunque no completamente incompatible con la de suicidio por ahorcamiento, es lo suficientemente inusual como para plantear preguntas sobre su causa. Lo más importante es considerar si la muerte podría haber sido el resultado del estrangulamiento con ligadura por otra persona o personas, es decir, un elemento apretado fuertemente alrededor del cuello que impida la respiración”, dice el forense.
En la misma línea, agrega que “una marca de ancho tan irregular como este (surco en el cuello), sugiere que ha habido un movimiento considerable de la cuerda sobre la piel, frotándola y causando abrasiones (desgaste), posiblemente con más de una vuelta del lazo involucrada”.
Específicamente, Clark aclara que “aunque en casos de suicidio por ahorcamiento, las víctimas pueden moverse violentamente (…) y posiblemente causar que la ligadura se mueva sobre la piel, sin duda, en mi propia experiencia de cientos de estos casos, no es común una marca tan irregular como esta”.
Finalmente, a la luz de la evidencia disponible, el forense sugiere que Macarena Valdés murió “no por ahorcamiento suicida, sino por estrangulamiento por ligadura, con un objeto que alguien más sostenía alrededor de su cuello y lo apretaba con fuerza”.
El perito de la Corte Penal Internacional complementa que “existe la posibilidad adicional que su cuerpo haya sido suspendido posteriormente para hacer que la muerte pareciera un ahorcamiento suicida, en cuyo caso la marca final de ligadura podría representar una combinación de ambos procesos”.
Clark también hace referencia a elementos externos que apuntan a descartar el suicidio, como el hecho de que la víctima no haya dejado una carta explicando las razones de una decisión suicida; el que no exista constancia de que padeciera enfermedades sicológicas; y el que se tratara de una mujer joven con niños pequeños, uno de los cuales, estaba en la casa cuando murió.
“Considerando todo, todavía es posible que la muerte de esta mujer se deba a un suicidio por ahorcamiento, pero antes de aceptar esta conclusión, se deben responder varias preguntas sobre las circunstancias de su muerte y las características de la marca de ligadura en su cuello. Las posibilidades alternativas de ahorcamiento forzado o estrangulamiento por ligadura por parte de otros ciertamente deben considerarse”, concluye finalmente el forense.