La lucha que da nuestro pueblo en estos ya casi 2 meses de confrontación directa, ha servido para exponer muchas posiciones y visiones.
Desde aquellos que están expectantes de que algunos de estos estallidos esporádicos nos lleven a la revolución, hasta esos otros que solo esperan que el pueblo salgo de ésta más fortalecido y menos dispuesto a que se lo vacunen sin decir ni pio.
Unos y otros marchan y accionan de diferentes formas por muchos días, pero a veces se muestran renuentes a profundizar la organización de los que están hasta la coronilla. Expresan con justeza el drama y se juegan la vida por el pueblo sufriente, pero no siempre les alcanza el tiempo para invitar a ese pueblo a organizarse.
También están los que durante todo este tiempo del llamado estallido social han posteado cientos y hasta miles de noticias, acontecimientos, convocatorias e invitaciones verdaderas y falsas, pero que han permitido visualizar la barbarie desatada por las hordas de uniforme, por las bestias protegidas por el poder del Estado y sus instrumentos, porque son las bestias que protegen al Estado y a sus instrumentos.

En lo que podríamos llamar la contraparte de estos guerreros que, con razón o no, tomaron su puesto en la lucha y han estado, están y estarán dándolo todo, se ubican los buenos para discursear y conversar en todo momento y lugar, a escondidas o públicamente. Son los amigos  de acordar y   pactar con el adversario de clase, asumiendo que algunos o algunas perciben que lo que aquí hay es una confrontación de clases y que ellos han tomado posición por una de las 2 que confrontan, sin importarles lo que esté pasando en la calle.
Se han sacado la cresta más de una vez en esos empeños fallidos, no importándoles que esos acuerdos y pactos logrados entre gallos y medianoche,  sumen de nuevo al pueblo en la desesperanza y hunden aún más a quienes, paradojalmente, dicen representar.
A estos se les llama la clase política, son capaces de sacarse los ojos a picotazos y de abrazarse al mismo tiempo, junto con darse parabienes por el logro de algún acuerdito. Lamentablemente, y seguro que por la inercia y los beneficios que les entrega el sistema, muchos que han declarado abiertamente ser de “izquierdas” han caído en el jueguito tan bien urdido por estos expertos del gatopardismo y han promovido, modificado y también aprobado, muchas de las normas anti pueblo, que son el origen del estallido en curso.

También están los enemigos declarados del pueblo y sus demandas, que exigen mano dura, piden a los milicos en la calle y disparando a matar. Se permiten resucitar la araña de patria y libertad, invocan nuevos Yakartas e incluso amenazan a los más destacados miembros de los destacamentos populares, convencidos de que mostrando la imagen del tirano van a lograr silenciar a un pueblo indignado.
Junto a estos algunos que dicen estar con las demandas populares pero rechazan la violencia (sin preguntarse siquiera de donde viene o quien la provoca), conviven al mismo tiempo y lugar con Dios y con el Diablo y esperan con la mano extendida lo que caiga ya que siempre será para ellos un triunfo, total hicieron poco o nada para conseguirlo.
A mi humilde parecer, estos últimos son los más peligrosos y hay que identificarlos muy bien, ya que se mimetizan admirablemente entre todos los grupos y subgrupos, para después sacar las garras y sembrar la desconfianza y la dispersión.

LOS ATAQUES QUE NOS DAN MAS FUERZAS
Cuando decidimos sacar regularmente este Pulso Sindical, teníamos claro que ganaríamos amigos y enemigos y que los últimos se encontrarían entre nuestros adversarios de clase.
A fin de cuentas lo que perseguimos es exponer, con todo el realismo posible, las demandas y necesidades de los trabajadores y del pueblo.
Aceptamos la crítica más no la descalificación y por eso cada vez que alguien se confunde y dispara a la bandada, lo exponemos para que los lectores saquen sus conclusiones y vayan detectando quien es quien en esta pelea de los explotados contra los explotadores.

Esto se recibió por correo el 11 de diciembre desde el sindicato rendic- lautaro, aunque seguramente no es la opinión de todo un sindicato.
«Estimados, solicitamos a usted dejar de enviar mensajes del corte comunista esto porque nuestro sindicato no comparte ese tipo de adoctrinamiento, sabemos cuales son las demandas sociales que nuestros compatriotas reclaman y estamos al tanto de ello pero algo muy distinto es la vision comunista que ustedes imparten que no representa el pensamiento de muchos».

Estas expresiones son para referirse al Pulso 387, donde hacemos un pormenorizado detalle de los sucesos provocados por la explosión social en curso, además de exponer las visiones del trabajo sindical, el rol de los medios de comunicación y otros temas.
Quien escribió no se identifica y probablemente utiliza el nombre del sindicato para exponer su anticomunismo, añejo y contrario a todo lo que está pasando. Seguramente para esta persona, hablar de ojos volados por perdigones, cráneos y cuerpos lesionados por bombas lacrimógenas, cuerpos llagados por el uso de químicos en los guanacos, palizas, violaciones y represión indiscriminada a hombres mujeres y niños, información segada de la prensa y tantas cosas más validadas por 3 organismos internacionales de derechos humanos, es entregar una visión comunista de los hechos que se están viviendo.
Solo resta esperar que ni él ni su familia sufran nunca lo que ha afectado a millones de compatriotas, castigados por denunciar algo que en absoluto es fruto de una visión comunista, sino que se trata de la simple realidad que afecta al país.

Que lo sepa él y otros que en algún momento nos han llamado y escrito amparados en el anonimato. No cejaremos en el compromiso que asumimos y aunque hemos pagado bastante por ser consecuentes, mantenemos las mismas fuerzas y empeños que cuando comenzamos a trabajar para educar y educarnos, con el claro fin de combatir al capital, responsable absoluto de todos los dramas que afectan a los pobres y desamparados.

INSISTIMOS. LA ORGANIZACIÓN ES FUNDAMENTAL

No vamos a extendernos en pormenores ni detalles sobre lo acontecido desde el 18 de Octubre. Está en la historia, en la memoria de todos los que han puesto su granito de arena.
Lo que si podemos hacer, es insistir en mostrar cómo esta exposición abierta y clara de descontento llegó a la organización sindical y la está preparando para nuevos saltos. Hombres y mujeres de trabajo tienen claro que solo hablando de los dramas de su diario vivir encontraran la fuerza para organizarse y dar la pelea. Y es así que comienzan a formar sindicatos, hablan en la asamblea sobre sus carencias y los abusos de poder de los patrones, al mismo tiempo que se deciden a preparar pliegos de peticiones que reflejen que quieren.
Y donde ya había organización partieron pidiendo que les aseguraran traslado seguro a sus casas después de sus turnos y que no les descontaran por atrasos que no eran de su responsabilidad y seguramente irán por más. Lento o rápido, pero irán.
En los grupos organizados aún hay temor y desconfianza, pero también más compañerismo y solidaridad. En la reciente visita a 2 sindicatos en Aysén fuimos testigos de cómo ahora exponen cuestiones que antes les provocaban conflictos y divisiones.
En una empresa de la zona llamaron a un maestro y le ofrecieron $ 90 mil pesos por hacer un trabajo que cuesta $ 250 mil. El exigió lo justo y lo desecharon, llamaron a otro y le ofrecieron un poco más que al primero y tampoco acepto. Un tercero hizo finalmente el trabajo por un valor más cercano al que ellos dicen que es justo.
¿Qué es lo bueno ante algo que es común en las empresas? Que el tema se conversó en la asamblea y estaban todos, quedando claro que ya no van a permitir más que los llamen de a uno, deben pagarles lo que merecen y en eso están todos de acuerdo.

30 de 34 trabajadores de un restaurante en Santiago se han organizado a principios de diciembre. La empresa despidió a 10 de ellos y les llamó en forma individual a negociar los finiquitos “para que tengan platita antes de navidad”. Ninguno aceptó y todos fueron con el presidente del Sindicato a denunciar ante la Inspección del Trabajo el despido ilegal y pedir la reincorporación porque están aforados. Y esperamos la próxima asamblea para decirles que si presentan contrato colectivo al termino del fuero por constituir Sindicato dispondrán de 3 meses más de fuero si se deciden a negociar colectivamente.
En San Pedro de Atacama la empresa logró llevar al sindicato a receso por no cumplir el mínimo de socios. Luego de 3 años, un trabajador que perteneció al sindicato que entró en receso junto a otros 7 compañeros, comenzaron a trabajar para reactivarlo. En menos de un mes suman 70 afiliados y nos esperan en estos días para hablar de la próxima negociación.

Esto y más también es parte del llamado estallido social, son victorias de trabajadores  y debemos difundirlas porque cada ejemplo de organización motivará a otros a dar el paso.
No se trata solo de la pelea de los convencidos, de los comprometidos a asistir a las marchas, ondeando las banderas de la organización.
Se trata principalmente de motivar con ejemplos concretos a los que están peleando pero solos, fuera de su lugar de trabajo o lejos de la población. Invitar a hacer organización a esos que luego del trabajo se van a tomar parte de la pelea con los pacos represores y a los otros que están o cayeron en la cesantía por el delito de reclamar lo justo.
Nuestra siembra de organización debe ser constante para que prolifere, honesta para que otros quieran hacer lo que hacemos, solidaria para que se entienda que una mano lava la otra y juntas lavan la cara, humana para que se aprenda que luchar por lo mío que también es de los otros, hasta vencer por que no hay otro camino.

Hace 112 años miles de valientes pampinos nos dieron un ejemplo en Iquique y su luz ilumina hasta hoy. También fueron reprimidos, baleados, lanceados y asesinados. Sepultados de noche y en el anonimato unos, otros subidos a carros de tren y devueltos a las oficinas,  creyendo los poderosos que así apagarían las ansias de dignidad y organización.

No lo lograron ni lo lograran. La organización nos dará la victoria. Estamos seguros de eso.



MANUEL AHUMADA LILLO
Secretaria C.G.T. CHILE
Presidente Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras