1 Era el 4 de septiembre de 1970, elecciones en Chile, el resultado dio ganador al candidato de la Unidad Popular, poco más de un tercio de los votos válidos eligieron presidente de Chile a Salvador Allende. Era otro el tiempo y otras las miradas de la realidad.
2 Una fecha o un hecho no significan nada sino están ligados a un contexto.
3 El contexto de hace cincuenta años era de necesidades, lucha frontal, dirigentes medianamente a las alturas del momento, gente en dominio de su conciencia y certezas válidas para construir otro tipo de sociedad.
4 Medio siglo es mucho tiempo, si se mide con parámetros de vida y personas tiradas a la basura por falta de oportunidades.
5 Hoy, cinco décadas después de ese triunfo, lo valioso es lo que permanece, lo que ha resistido el desgaste del paso de los años.
6 Lo logrado en casi mil días de Gobierno Popular fue tremendo, pero no irreversible.
7 Los avances fundamentales fueron barridos por el odio de clase, usando como herramienta perversa a las Fuerzas Armadas. Una atroz forma de confirmar que las FFAA solo han servido para matar compatriotas, que se supone deben defender.
8 En hechos generales el Gobierno de Allende fue un intento de poner al pueblo en el poder, solo que a veces, los miedos a la muchedumbre empantanan los buenos deseos.
9 Como en todo intento, había componentes decididos, otros ambiguos y muchos que actuaban como si estuviesen comprobando simples teorías.
10 Más allá de lo correcto, algunos caímos en la trampa de actuar como si nosotros mismos no fuésemos el pueblo.
11 También es cierto que desde abajo se construyeron soluciones, como los cordones industriales, las juntas de abastecimiento y precios, pero estas no lograron vencer las trabas burocráticas, impuestas por quienes no quisieron entender que se trataba de construir otra forma de relaciones sociales.
12 Con Allende y la Unidad popular se nacionalizó el Cobre y otros recursos imprescindibles para el desarrollo del país, se profundizó la reforma agraria, se amplió el sector estatal de la economía, se aumento el poder adquisitivo de los trabajadores y se sufrió el acoso inhumano del riquerío y los dueños del imperio.
13 De inmediato los testaferros del imperio se pusieron a trabajar por el fracaso de este camino nuevo hacia el socialismo.
14 En realidad desde mucho antes trabajaron para impedir que la mayoría votara por Allende, con su campaña del terror anunciando tanques soviéticos en la moneda. Los únicos tanques amenazando la democracia fueron los del regimiento Tacna. Luego los aviones de la FACH se encargarían de mostrar el verdadero rostro de la burguesía. El imperio y sus testaferros locales coordinarían los poderes nefastos para impedir el éxito popular, pasando por el asesinato, el desabastecimiento organizado, una ley de control de armas, que le entregaba al ejército un poder, preparatorio de lo que sería la dictadura militar, los atentados de grupos armados y más. La guinda del pastel fue la amenaza real de una guerra civil.
15 En todos estos terrenos se actuó siempre a la defensiva. Una mirada retrospectiva de aquel entonces me permite concluir que la respuesta de “no a la Guerra civil” no fue la mejor, pues en realidad no correspondía a una lectura correcta del momento y para peor, nos inmovilizó con una ley de control de armas. Una cosa es no hacer la guerra, otra es no estar preparados para cuando llegue el golpe duro del enemigo.
16 Un gobierno son hechos, ideas, gente movilizada, y más, si es un gobierno que se impuso la tarea de avanzar hacia la construcción de una sociedad socialista.
17 En esta misión hacia adelante, no logramos dilucidar el problema mayor: reforma o revolución. Había muchos revolucionarios que solo eran simples reformistas. Había un discurso revolucionario con una práctica reformista.
18 ¿Queda algo de esos logros, tanto materiales como desde el punto de vista de las ideas?
19 Iniciar cambios requiere determinación y conocimientos profundos, que si no se tienen, por lo menos hay que desarrollar la capacidad de recurrir el conocimiento colectivo y esto requiere claridad en los objetivos finales y capacidad de ir inventando sobre la marcha. Creación heroica, en el decir de Mariátegui.
20 Mucho de eso había en Allende, los militantes y dirigentes de los partidos que conformaban la alianza Unidad Popular, pero era más teórico que práctico.
21 Necesario es detenernos en un detalle importante: los egos de los dirigentes, su procedencia de clase y, por lo mismo, las soluciones que daban a los problemas.
22 En términos generales estamos hablando de buenas personas, que realmente querían un cambio, pero sin arriesgar demasiado. Entonces nos quedamos a medio camino. Con Allende hubo una posibilidad real de llegar al poder, pudieron más las visiones mesiánicas y el miedo a la gente sencilla practicando su poder.
23 El tiempo terminó por demostrar que en muchos dirigentes, sus ansias de cambio tenían menos valor que una palomita de maíz. Al poco tiempo olvidaron su pasado “revolucionario” y se acomodaron a los nuevos tiempos. Para la gente que vive de su trabajo, para los pobres, luego de la dictadura, no hubo alegría ni tiempo mejor.
24 Muchos de los dirigentes que acompañaron a Allende, leales a su extracción de clase, optaron por que nada cambie. Pudiera escribir algunos nombres de los próceres de aquel entonces y ver que son ahora, sería un gesto inútil, mejor que los borre un viento sur.
25 Las razones que permitieron el triunfo de la Unidad Popular con Allende, siguen estando en pie, las necesidades son aun mayores. La desigualdad ha crecido. En buen romance, hay menos ricos, mucho más ricos y hay más pobres, mucho más pobres.
26 Por otro lado, hay menos capacidad de conocer la realidad y proponer un camino para cambiar lo que es urgente y necesario cambiar.
27 Los mecanismos de dominación del imperio y sus burguesías locales han logrado un triunfo en el terreno de las ideas y de la cultura.
28 Nosotros, los de abajo, los que necesitamos con urgencia cambiar la vida, estamos en su mayoría presos de un mecanismo que nos obliga a invertir lo mejor de nuestras energías y tiempo a trabajar para vivir a medias.
29 ¿Qué ha sido primero para los iluminados de ayer, los miedos ocultos en una nebulosa romántica o el giro que le han dado a su acción post dictadura? qué si ayer no se atrevieron a más, hoy renunciaron de plano a las poderosas ideas de cambio.
30 En el terreno de las ideas, el resultado es una ideología del desprecio, una despolitización casi total, una cultura que prioriza lo banal, una demonización del pensamiento marxista.
31 Los marxistas de antes ya no son ni sombra de lo que eran. Sin embargo el problema de fondo sigue su curso. Los ricos en su negocio de matar la vida y los pobres en su trabajo de vivir al día.
32 A cincuenta años de un triunfo, que pudo llegar lejos, pero no alcanzó a llegar a la esquina, la vida impone la necesidad ineludible de contar con las herramientas de análisis que da el marxismo.
33 Para cambiar la realidad hay que conocerla, entiendo que decía Galeano. Urgente y necesario es poner la herramientas del marxismo al alcance de todos.
34 En esta tarea, los intelectuales, los cuadros con capacidades de estudio y de enseñanza, más las tecnologías modernos pueden y debieran jugar un papel de primer orden, no solo difundiendo resultados sino también desarrollando capacidades dormidas en los otros.
35 ¿Qué significado podemos darle a las cifras de la pobreza? Detrás de ellas hay miles de personas sin otra posibilidad que vivir sobreviviendo, sin tiempo para el ocio, la creación y los placeres del trabajo cultural.
36 En cifras netas esto tiene un significado inmoral: en 1970 Chile tenía una población de 8.884.768, de ellos un 20% eran pobres (1.776.954); hoy, 2020, con más ciencia, más tecnología y mayor dominio de la técnica, la población es 18.967.347, lo perverso es que un 29% son pobres (5.497.631). Vamos hacia atrás.
37 Más pobres en cifras y pobreza son los resultados en contra de una dictadura, una política neoliberal y unos progresistas de monumento con pies de barro, valen menos que una alpargata vieja.
38 Estos “progresistas” cuando han estado en situaciones de poder, poco, casi nada, ha valido su trabajo.
39 Los negocios del imperio, los negocios de los “dueños del país” marchan muy, pero muy bien.
40 Algo huele a podrido, algo anda profundamente mal. Se necesitan los Allende de ahora, los que luchan y están dispuestos a llegar hasta el final.
41 Una cosa infinitamente pequeña, invisible a nuestros ojos, un virus, que no está vivo ni esta muerto, pero donde encuentra condiciones se reproduce a gran velocidad y puede matar si nos descuidamos, ha venido a cambiar las reglas del juego.
42 ¿Qué es la civilización humana ante una pandemia de la envergadura del Covid-19?
43 ¿Somos civilización humana o simples piezas en los juegos del mercado? Humanidad o barbarie es el problema de fondo y lo humano solamente puede florecer en toda su potencia si la organización social lo posibilita.
44 De lo pequeño podemos pasar a lo grande, para ello necesitamos hoy un cambio de cultura, en realidad una revolución cultural.
45 Revolución en el contenido y la forma de relacionarnos: establecer relaciones simbióticas, crear igualdad de oportunidades para todos, priorizar lo que funciona.
46 El objetivo ulterior de esta revolución ha de ser: desarrollar el potencial creador de todos y cada uno de los seres humanos.
47 La rebelión iniciada en octubre pasado, la pandemia, el historial nefasto de lo ya conocido, nos dice que se necesita y se puede actuar como un movimiento de nuevo tipo, donde lo primero sea el aporte creador de cada uno, con la meta final de construir una nueva sociedad.
48 Lo tan imperioso como necesario, la voluntad de cambio, imponen una conducta ética: superarnos en lo individual y en lo colectivo, ejercer nuestro deber de hacer historia, rebelarnos ante lo inaceptable, crear las herramientas para avanzar, políticamente hablando.
49 Si entendemos cultura como la forma en que se producen los bienes materiales y los bienes espirituales, podemos ver que la cultura es un asunto de todos y para todos. Es algo que se construye y modifica cada día. Quienes estamos en el trabajo cultural tenemos el deber moral de ser la crítica mortal al mortal sistema.
50 Estamos a las puertas de un momento único en la historia de Chile, la posibilidad de ser arte y parte en la discusión de una nueva constitución, para que este ejercicio sea en verdad un avance debiéramos fijarnos como meta que la constitución consagre:
el agua como un derecho, que debemos cuidar y un bien para disfrutar libre de pago;
la educación universal, de calidad, gratuita;
la salud como un derecho del cual podamos usufructuar todos;
el trabajo para todas las personas en capacidad de trabajar;
la justicia social con salarios éticos para suplir todas las necesidades humanas;
la propiedad del estado de todos recursos estratégicos;
el derecho de los pueblos originarios a su modo de vida, su cultura, su tierra, su idioma, su autodeterminación
Tito Alvarado
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