Una declaración lamentable
EE.UU. y el sistema reaccionario chileno están urdiendo contra el Gobierno de Venezuela el mismo guion golpista efectuado contra el expresidente chileno Allende.
Los medios de comunicación del sistema reaccionario chileno se han encargado de difundir declaraciones francamente lamentables que habría emitido alguien a quien se conoce como parte de la Izquierda chilena acerca del proceso político venezolano. Tales dichos no tienen excusa alguna.
Ni siquiera por la circunstancia que quien las emitió, por razones del tiempo, ignore la campaña similar que durante la Unidad Popular y el Gobierno del presidente Salvador Allende realizaron en nuestro país la CIA (siglas en inglés de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU.) y el Gobierno de los EE.UU. de Norteamérica. Por supuesto con las diferencias propias de las características de los procesos de cada país y del tiempo que se vive, la situación es la misma. Porque igual acusaban a la UP y al Gobierno de Allende de dictadura.
Aquel, el nuestro era un proceso de cambios profundos en la sociedad con todas las dificultades propias del período y al que los enemigos internos y externos acusaban entonces, como acusan hoy al Gobierno venezolano, de las peores atrocidades. Todo a fin de crear el ambiente político nacional e internacional propicio para un golpe de Estado fascista como lo fue el del 11 de septiembre de 1973 en Chile.
Eso y no otra cosa es lo que busca hoy en contra del proceso venezolano el Gobierno norteamericano, sus aparatos y agentes.
El dichoso informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue elaborado sin que la máxima autoridad de la Comisión respectiva se entrevistara con los representantes del Gobierno venezolano.
¿Dictadura en un país en que existe un demente que se autoproclama Presidente y nadie lo mete preso? ¿Será posible que alguien pueda creerle al Juan Guaidó mafioso, vinculado a tenebrosos grupos y al que el Gobierno de Washington reconoce como el verdadero primer mandatario?
¿Se ha preguntado alguien qué hubiera pasado bajo la dictadura de Pinochet si alguien se hubiera autoproclamado “Presidente de Chile y desconociera al régimen del general?
Pero en Venezuela el espantajo se permite actuar del modo que le instruye otro espantajo, (el presidente de EE.UU., Donald) Trump. Y no le sucede nada de nada. Entonces afirmar que se viola los derechos humanos en Venezuela se corresponde solo con quienes están de parte de la campaña antidemocrática del Gobierno de EE.UU.
Lo cierto es que alguien que mire de veras la realidad venezolana, con ojos propios y no de las agencias de prensa del sistema, jamás podría sostener que un sistema político con libertades y derechos, con instituciones y elecciones, es una dictadura.
Resulta imposible no recordar el ejemplo del Gobierno del presidente Allende. Aunque no se haya vivido esos años, quien quiera que revise la prensa de la época, o lea los libros de historiadores democráticos terminará por comprobar que la campaña imperialista de hoy contra el Gobierno de Venezuela, es tal y como lo fue en su tiempo idéntica campaña contra el Gobierno de la Unidad Popular o contra el Gobierno de Cuba. Y terminará por darse cuenta de la maniobra norteamericana.
Que en Chile comulguen con esa rueda de carreta diversos políticos que en su época se mostraban como de izquierda, hasta “revolucionarios”, políticos como los que hoy firman acuerdos con la ultraderecha fascistoide de nuestro país, es entendible. Es parte del libreto que se compraron hace ya varios años. De renegados del Allendismo y del Socialismo está lleno el mundo de los políticos criollos.
Pero no cabe el derecho a confundirse ni pisar el palito cuando se es de veras de Izquierda. La oportuna precisión formulada por el Partido Comunista de Chile ha salido al paso de cualquier intento por agredir al legítimo proceso democrático revolucionarios venezolano.
Por Eduardo Contreras
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