Esta semana estuvo marcada por las nuevas violaciones a los derechos humanos en nuestro país y que tiene en la mira a Carabineros y al Gobierno de Sebastián Piñera.
El registro de la jornada de este viernes, donde se ve a un uniformado empujando a un manifestante al río Mapocho desde el puente Pío Nono, dio la vuelta al mundo.
Por lo que la columna del periodista Daniel Matamala publicada en el diario La Tercera, hace una fuerte crítica a la institución: «Las imágenes son estremecedoras. Varios videos muestran cómo un carabinero empuja a un adolescente y lo hace caer al lecho del río Mapocho. El joven de 16 años queda tendido en el río hasta que algunos civiles, y luego bomberos, lo rescatan».
«Después de todos los informes internacionales constatando violaciones contra los derechos humanos, este primer viernes de octubre sugiere que poco y nada ha cambiado», redactó el comunicador, agregando que «Seamos claros: la inmensa mayoría de los carabineros son personas honestas y bienintencionadas, que quieren trabajar en beneficio de la comunidad. Pero la institución ha degenerado a tal punto, que el ocultamiento de acciones delictivas se ha convertido en un instinto, un tic nervioso que hace a sus autoridades ocultar pruebas, negar hechos evidentes y acusar a otros por sus propias faltas».
«El Alto Mando de Carabineros, capturado por una lógica tribal, actúa como una institución autárquica en conflicto con parte de la civilidad, y no al servicio de esa misma sociedad. Y, por lo mismo, se da el lujo de dividir a Chile en amigos y enemigos: trabajadores de la salud o de los camiones; manifestantes del Apruebo o el Rechazo, son medidos con distintas varas cuando protestan en la vía pública o cometen alguna infracción», continuó.
«Esta suerte de policía ideológica llega a extremos tragicómicos: mientras la revista Time proclama a LasTesis como una de las 100 personalidades del año en el mundo, Carabineros se querella contra sus integrantes. Y hace unas semanas, usaron sus focos para evitar la proyección lumínica de un símbolo mapuche en Plaza Italia, en una actividad patrocinada por un programa del Ministerio de las Culturas», sostuvo.
Además, Matamala cuestionó la falta de colaboración de la institución con la justicia: «Cada vez que un funcionario es agredido, como en el criminal ataque con bombas mólotov contra dos carabineras en noviembre pasado, los videos policiales que muestran lo ocurrido son difundidos en cosa de minutos. Cuando esa evidencia, en cambio, les perjudica, es sistemáticamente ocultada o destruida. Las investigaciones de la fiscalía reciben dilaciones y obstáculos en vez de la colaboración de quienes deberían ser los primeros interesados en establecer la verdad y sacar las manzanas podridas de su cajón».
Por otra parte, hizo pebre la gestión del Ejecutivo en la crisis social que atraviesa el país: «El gobierno tuvo siete meses de relativa calma, por la pandemia, para acometer la reforma de Carabineros y establecer mecanismos de control. En vez de hacerlo, se convirtió en su aval incondicional (…) Tampoco es coherente que La Moneda dé plena credibilidad a los informes internacionales cuando tratan de Venezuela, pero los minimice o cuestione cuando esas mismas organizaciones denuncian abusos en Chile».
Finalmente, el periodista concluyó que «Tras 30 años de democracia, la jerarquía de Carabineros sigue anclada en las lógicas de la dictadura, actuando como una fuerza de represión social antes que como garante de la igualdad ante la ley. Nuestra sociedad merece una fuerza policial confiable, y miles de carabineros honestos merecen trabajar en una institución respetada por la comunidad a la que debería servir. ¿Cuántos abusos, cuántas mentiras, cuántos muertos más se necesitan?».
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