En un inicio los contratos a futuro llegarán al 2022, se valorizará en acre-pie, que según el sistema métrico decimal equivale a 1,233 metros cúbicos o lo que es lo mismo un millón 233 mil litros de agua.
De acuerdo con los operadores del CME, los futuros del agua en esa bolsa se convierten en el primer indicador del mundo al respecto, y por tratarse de una economía tan importante, seguramente determinará lo que suceda en otras partes del planeta.
Aclararon que no se entregará agua al término del contrato, ya que solo servirá para fijar precios en muchas regiones del mundo, por lo que no habrá un mercado físico, pero sí un indicador financiero que determinará el costo del bien más preciado para el ser humano que es la vida misma.
En esta primera etapa, los ciudadanos comunes no percibirán prácticamente nada de lo que pasa en el CME sobre los futuros del agua, aunque en un tiempo no lejano es posible que las cotizaciones empiecen a influir más en los precios al público, porque servirán de guías para incorporar factores como oferta, demanda, sequías, huracanes, e infraestructura.
Con la presencia del agua en la bolsa de valores será inevitable que sus cotizaciones a futuros impacten con el paso de los años, para bien o para mal, en el bolsillo de las personas.
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