Por María Cristina Prudant

Camilo Escalona, exdiputado, ex presidente del PS y ex senador en conversación con Cambio21 expresa su preocupación por lo que está ocurriendo en nuestro  país con la política y más claramente con la oposición que no se detiene a pensar más las cosas porque así como estamos no sabemos qué pasará la próxima elección presidencial.

Sobre la denuncia de Felices y Forrados sobre las triangulaciones de Piñera con las AFP, Escalona comentó que “el llamado fideicomiso ciego de Piñera siempre se ha sabido que es un fideicomiso con un ojo destapado. Esa también ha sido otra  ficción que debiese dar como lección a la comunidad nacional que el argumento que se daba, que la probidad estaba asegurada porque Piñera tenía dinero, ese argumento se cayó”

¿Qué está pasando con Piñera, por qué tiene una aprobación tan baja. Hay una explicación para esto?
Creo que el rechazo a Piñera es el resultado del descalabro social que se vive en Chile. La política que él adoptó, primero, hizo que la pandemia se extendiera sin control, esas llamadas estrategias de rebaño, entre comillas, que transformó el rebaño en una manada incontrolable porque no estableció los controles que se necesitaban y encerró a la población sin ingresos. Cómo las familias pueden vivir sin trabajar y sin ingresos. Eso era completamente imposible, de manera que haga lo que haga, Piñera, este juicio definitivo de la ciudadanía no va a cambiar. Porque ha tenido en una situación social desastrosa durante más de medio año a la mayor parte del país encerrado y sin ingresos. Entonces, cómo va a tener apoyo si lo que Piñera hizo un crimen social. Chile tenía recursos ahorrados para enfrentar la situación de otra manera.

Los argumentos del gobierno para defenderse es que le tocó la pandemia y el estallido social, para lo que no estaban preparados ¿Es válido ese argumento?
Sí, pero Chile tiene recursos ahorrados para enfrentar la pandemia, incluso más, desde que esta política de ahorrar los excedentes del cobre se empezó a implementar en el gobierno de Ricardo Lagos, pasaron cuatro administraciones. Una de Lagos, una de Piñera, dos de Bachelet y había un acuerdo en el país, que ese ahorro era para cuando se generara una situación imprevista, una situación de vacas flacas. Pues bien, Piñera burló ese consenso nacional porque con ese dinero se pudo haber hecho otras cosas. Por ejemplo, se pudo haber implementado la gratuidad de la Educación Superior hace muchos años, se pudo evitar el famoso CAE, se pudo invertir en más viviendas  y aumentar las viviendas sociales que han generado una situación de hacinamiento. Se pudo resolver el problema de la falta de agua potable en las comunidades mapuche, que no tienen inversión. Los niveles de inversión de la Región de La Araucanía son de los más bajos del país. Los proyectos de agua potable son muy escasos  la gente vive en la pobreza y sin agua. Es decir, en Chile se pudieron hacer muchas cosas de amplio beneficio social. Sin embargo, en el Congreso Nacional sin que hubiera un movimiento social masivo que lo objetara se pudo ir paso a paso creando este ahorro para las vacas flacas, aproximadamente calculo yo ahora, sin estar en el Congreso, calculo que son unos 20 mil millones de dólares que Chile tenía ahorrado.

Por qué no se usaron esos 20 mil millones de dólares en aliviar la situación de las familias encerradas en sus casas, sin ningún tipo de ingreso y sin trabajo. Piñera burló a Chile de esa forma, se burló de Chile porque no usó los ahorros que estaban destinados a solventar una emergencia y simplemente los retuvo con fines desconocidos porque no se sabe cuál va a ser la utilización de esos recursos en los próximos meses y años. Para qué va a usar Piñera los ahorros del Estado, para qué. Esa pregunta no tiene respuesta, pero lo que sí la gente sabe es que pasa necesidades, penurias y en no pocos casos, las familias también pasan hambre.

Se están reactivando las ollas comunes otra vez, en todos los sectores...
Porque el espíritu solidario no desaparece con la pandemia, por el contrario el espíritu solidario se transforma en un recurso que las familias tienen para apoyarse unas a otras. Y eso es lo que se expresa en la realidad de muchas comunas sobre todo en las ciudades más densamente pobladas porque no hay otra solución. Ahora, lo que ha hecho Piñera de nuevo con reponer el confinamiento o la llamada Fase 2 es un golpe tremendo a la clase media porque los que podían tener un alivio eran esencialmente del sector comercio y qué van a hacer ahora que la decisión es empujarlos a la miseria prácticamente porque los que tenían ahorro se habían preparado para vender y los que no tenían ahorro se habían endeudado y ahora no tienen ninguna posibilidad de hacer nada. O sea, es una insensibilidad criminal con la situación que se está viviendo en Chile. Y si a eso, además le agregamos que se ríe de todo el país paseándose sin mascarilla de protección. No respeta las decisiones de sus propios ministros cómo la gente lo va a respetar ni siquiera mínimamente.

El Presidente sigue sin escuchar a sus asesores, en este caso los expertos que contrataron con motivo de la pandemia. Ellos se enteraron por la prensa de la decisión de llevar a la Fase 2 a la RM. ¿Qué le parece?
Piñera nunca ha escuchado a nadie, ni siquiera asimismo. Actúa por impulsos. La situación que estamos viviendo como país es muy delicada.

Y con un Presidente del que ahora se conocen las supuestas triangulaciones con las AFP...
El llamado fideicomiso ciego de Piñera siempre se ha sabido que es un fideicomiso con un ojo destapado. Esa también ha sido otra  ficción que debiese dar como lección a la comunidad nacional que el argumento que se daba, que la probidad estaba asegurada porque Piñera tenía dinero, ese argumento se cayó completamente ahora, carece de toda validez. El que tiene mucho dinero lo que quiere es agrandar la masa de dinero que posee eso es lo que ha quedado demostrado ahora. La codicia de Piñera no tiene límites, eso es lo que una vez más se ha confirmado. Por eso que el mandato presidencial tiene que ser puesto en manos que den garantías. Nuestra sociedad cayó, lamentablemente en una laguna moral y  confió en la Presidencia de la República, en quien no tenía las condiciones para ejercer ese cargo que es al mismo tiempo confiable a una persona, una parte del propio futuro de la familia porque la gestión de la Presidencia de la República, no cabe ninguna duda que, influye en la situación del país, en el estado económico, social, moral y cultural de la nación.

Entonces, la actitud desaprensiva de decir a mí que me importa, a mí no me interesa quien gobierne porque yo igual tengo que trabajar, ese desentendimiento moral, ese debilitamiento del compromiso con el bien común está causándole una muy mala pasada nuestro país.

La gente se dejó llevar por la campaña de la derecha que ofreció el oro y el moro. ¿Qué opina al respecto?
Es una campaña que comenzó mucho antes. Yo de verdad, creo que lo que pasó en la campaña del 2017 fue un punto de llegada de un proceso que comenzó mucho tiempo antes. La derecha económica horadó la moral pública durante unos 20 años cálculo yo. Desde la primera campaña de Lavín, cuando se disfrazó de distintas cosas y levantó la teoría del cosismo y lo que importaba era hacer cosas y el bien común no era tema de una elección presidencial. Cuando la elección presidencial no se dio en torno a los parámetros respecto de qué hacer con la nación cuál es la conducción que el candidato o candidata propone al país sino que se transformó la elección presidencial, simplemente en una lista de compras en el supermercado. Cuando se cayó en el cosismo, incluida la propia antigua Concertación, yo creo que en ese momento era cosa de tiempo, que llegáramos al punto de la última elección presidencial  en que se pasó por alto todos los criterios razonables por los que se tiene que votar en una elección presidencial. Entre otras cosas que, se perdona por el cual se vota y que no sea capaz de responder por estándares éticos fundamentales para dar garantías al país, pero todo eso se fue perdiendo en el curso de tres o cuatro campañas presidenciales. Este fenómeno no comenzó el 2017, viene de mucho antes. Naturalmente que ayudó mucho en esto la compra de los políticos por parte de los grandes consorcios. Esta compra de conciencias que hizo Soquimich, fue fatal para la democracia chilena.

Todo era manipulado por el dinero

Se rompió toda la confianza, los ciudadanos ya no creen. No tendrían por qué creer por lo demás.

¿Le parece a usted que esto puede tener serias consecuencias para la próxima elección presidencial?
Así se está viendo. La incapacidad de la oposición que representa una amplia mayoría del país. Yo hablo de la oposición en su compleja diversidad, esa oposición que el Apruebo alcanzó al 80% de los chilenos y chilenas. Ese 80% quiso una nueva constitución, cambiar el orden imperante. Ese 80% y una completa diversidad, pero ninguna capacidad de entendimiento porque, está bien, en un 80% caben muchas opiniones, pero hay una dispersión completa. Hay una lista interminable de pre candidaturas presidenciales, no se sabe que va a pasar con la propuesta de candidaturas a la Convención Constitucional y en consecuencia el destino de la futura convención constitucional no está resuelto porque no se sabe si a haber acuerdo o no. Se van a presentar una cantidad enorme de listas que faciliten  que la derecha optimice su votación. No hay una estatura política que esté dando cuenta del grado de deterioro que se ha venido produciendo en la situación institucional del país.

Las nuevas tendencias políticas que traía consigo el Frente Amplio, que se hablaba de la renovación de la política también ahora está en entredicho y algunos han abandonado este referente. ¿Qué puede decir al respecto?
Las fuerzas democráticas en su conjunto enfrentan una situación muy difícil y no es un problema generacional. Esto es problema de la estatura política con la se enfrentan, la encrucijada que Chile está viviendo. No sé cómo no se ha tomado conciencia de verdad y yo, lamentablemente no puedo desprenderme de mi propia experiencia. Yo recapitulo la crisis del año 73 cuando tenía 18 años, pero recuerdo perfectamente bien que solamente uno o dos grandes estadistas fueron capaces de advertir sobre el momento que vivíamos. La mayor parte no se daba cuenta de lo que iba a pasar. Yo recuerdo dos estadistas: Salvador Allende y Radomiro Tomic que advertían lo que iba a ocurrir, pero la mayor parte el sistema político, simplemente no los escuchó.
 
Entonces ahora se camina hacia una situación incierta y no hay capacidad de lograr frenar un movimiento que no tiene un destino claro. Frenar para ponerse de acuerdo, eso es lo que debería hacerse. Detenerse un momento e ir y tomar un acuerdo de hacia dónde vamos a terminar y no simplemente dejarse empujar por los diferentes momentos por los que está atravesando  la crisis política que vive Chile.


Piñera transformó los fondos de pensiones en depósitos de ahorro
 
¿Qué le parece que más de cinco millones de personas ya han solicitado el segundo retiro del 10% en su respectiva AFP?
Esa  es la manifestación material de la crisis, la gente no tiene recursos. Naturalmente que está recurriendo a esta transformación que se produjo de los fondos de pensiones en  depósitos de ahorro. La crisis transformó eso, produjo un hecho increíble: transformó los fondos de previsión en cuentas de ahorro y la gente recurre a esos ahorros porque no tiene otra posibilidad. O sea, Piñera con su desaprensión y frivolidad y egocentrismo, consiguió que se derrumbara la Constitución del 80 y las AFP. Por eso que no tiene ni siquiera el apoyo de la derecha. Cómo lo podrían apoyar si bajo su mando, lo que eran las  bases de la herencia de Pinochet en lo institucional la Constitución del 80 y en lo económico social la AFP, esos dos pilares del modelo pinochetista se derrumbaron irremisiblemente. Piñera no dio respuesta a la clase trabajadora ni a la clase media, las encerró sin ingresos y las empujó a una situación de empobrecimiento tremendo y demás, tiene el repudio de la derecha tradicional pinochetista porque los baluartes del modelo de dominación están en el suelo, o sea, quien lo puede apoyar, nadie. Y, lamentablemente para Chile todavía le queda más de un año.

Los jóvenes encarcelados son presos políticos
 ¿Está de acuerdo usted con el proyecto de un grupo de senadores para que se le dé solución a la situación judicial de un grupo de jóvenes, presos políticos, que están en la cárcel hace más de un año?
Fruto del movimiento del 18 de octubre se pudo de acuerdo ni más ni menos en un plebiscito para reemplazar a la Constitución Política el Estado. En consecuencia, es el movimiento político más importante que ha ocurrido desde las protestas nacionales que exigían libertad y democracia. Cuando se hicieron las protestas pedían libertad y democracia, era un movimiento político que logró echar abajo la Constitución de Pinochet. O sea, un movimiento político en sus objetivos y en su desarrollo, organización y convocatoria. Independientemente de que se pueda mejorar la redacción del proyecto porque tenga errores de redacción que siempre los proyectos lo tienen yo considero que es un proyecto, completamente justo porque esto jóvenes que están presos son prisioneros por razones políticas, son presos políticos. Yo creo que h habido mucha debilidad en el Parlamento, sí porque esto se tendría que haber parado ahí. El parlamento tiene una herramienta que es la acusación constitucional, no solamente contra los miembros del gabinete también en casos de ministros que no cumplan con sus funciones. No se puede tener a las personas, ya más de un año, sin presentación de cargos. No, eso no hace sino que exacerbar los ánimos, o sea, se está alimentando la confrontación. Aquí parece que hubiera alguien detrás del escenario que tiene la voluntad de agudizar la confrontación social en Chile y que está teniendo todos los días éxito, porque todos los días se generan hechos que no hacen más que agudizar la situación que se está viviendo.