Les avisó a dirigentes de su partido (PC), al embajador de Chile en España y después de eso lo hizo público. Cristián Cuevas anunció su renuncia al cargo de agregado laboral de Chile en España, como respuesta a la muerte del contratista de Codelco, Nelson Quichillao.
Fue una reflexión a la que no le dio tregua durante las últimas horas. Pero no dudó en ponerle fin a la labor que realiza hace poco más de un año en Europa. “Era el mínimo gesto de lealtad a los trabajadores y a la CTC”, señala desde Madrid.
“Esto es también un gesto ético, político y moral. Yo no puedo estar representando al Gobierno mientras se está reprimiendo a comunidades mineras, a sus trabajadores”, comenta.
-¿Cómo evalúas la figura del ministro Burgos en este contexto?
-El año año 2007 se empieza a visibilizar la precariedad de los trabajadores, no solo del cobre, también del salmón y los trabajadores asalariados. Hay un levantamiento y eso hace que se vayan desarrollando mínimos derechos. Ahora digo esto porque en esa ruptura nosotros fuimos conversando con las empresas contratistas y Codelco y seguimos caminando durante los años siguientes.
Este año toca negociar, pero yo creo que la respuesta que ha dado la actual administración en el Ministerio del Interior, en una negociación que se enmarcaba en un proceso normal, que ya tenía establecida la forma, se ha desplegado una fuerza brutal, destinada a someter y a pisotear a los trabajadores. Se ha aplicado un garrote en vez de diálogo y eso no puede ser. Por tanto, la situación que se vivió en El Salvador y Diego de Almagro obedece a una responsabilidad política desde el Ministerio del Interior, porque tú no puedes estar respondiendo con balas a una manifestación. Hoy día hay un cambio de mano y esa mano es dura contra el movimiento social, contra los trabajadores.
Creo que mi deber hoy era renunciar como un gesto mínimo. Yo espero, en este sentido, que el Gobierno escuche, que la Presidenta escuche. No podemos tenerle miedo nosotros a la participación del pueblo porque con esas acciones lo que se hace es alejar al pueblo. La verdad es que los sectores más conservadores del Gobierno están tomando o controlando el escenario y eso no puede ser, porque de lo que se trata acá es de avanzar con las reformas y dar respuestas al mundo social.
-¿Hasta dónde puedes estirar esa contradicción?, porque la crítica es al Gobierno.
-Yo te hablo de mi situación personal, de mi entrega total a lo que ha sido el movimiento de trabajadores. Creo que mi deber hoy era renunciar como un gesto mínimo. Yo espero, en este sentido, que el Gobierno escuche, que la Presidenta escuche. No podemos tenerle miedo nosotros a la participación del pueblo porque con esas acciones lo que se hace es alejar al pueblo. La verdad es que los sectores más conservadores del Gobierno están tomando o controlando el escenario y eso no puede ser, porque de lo que se trata acá es de avanzar con las reformas y dar respuestas al mundo social.
-En este sentido, ¿cómo evalúas que el Partido Comunista se sumara a la Concertación, con el paso de los meses?
-Sin duda el PC y yo tomamos una decisión de asumir este compromiso con el conglomerado Nueva Mayoría y apoyar la candidatura de Michelle Bachelet a partir de un programa, programa que es un primer paso en un proyecto de transformaciones. Ahora, el Partido Comunista tiene esta relación con el Gobierno, pero también tenemos este input irrenunciable con el movimiento social y los trabajadores. Por tanto nosotros somos el puente entre la demanda y que esa demanda sea acogida.
Sin duda que hay un bloqueo feroz con sectores de derecha y ultraneoliberales –que también están dentro del propio Gobierno–. Y por tanto nosotros tenemos que dar una batalla tendiente a que se siga cumpliendo el programa y que no haya vuelta atrás en el proceso de transformación social. Ahora, eso va a depender de la correlación de fuerza que tengamos los ciudadanos y ciudadanas y, por supuesto, que en ese marco yo sigo apoyando la idea de este proyecto de Nueva Mayoría. Ahora, como también lo dice Camila (Vallejo), si es que no se cumple el programa ni los ejes fundamentales, obvio que el partido y nuestra juventud tendrán que evaluar en su minuto. Pero yo creo que nuestros seremis y ministros, que están en distintas dependencias, están marcando la diferencia.
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