Una denuncia por la obligación de pasar a través de un escáner de alta resolución justificado para detectar posibles robos al interior de la empresa tiene hoy enfrentados a los trabajadores de Socofar Logística S.A. con la compañía, encargada de proveer insumos para la cadena de farmacias Cruz Verde y otras empresas que son parte del holding controlado por el empresario Guillermo Harding.
Según los trabajadores, desde enero de este año han sido obligados a pasar por él mientras circulan por las dependencias de la empresa, sin saber qué daño puede ocasionar a la salud, pero principalmente porque la imagen muestra en detalle el cuerpo de trabajadoras y trabajadores, invadiendo su intimidad y vida privada.
Por esta razón el Sindicato de Trabajadores de Socofar Logística inició una tutela laboral en el Segundo Juzgado Local del Trabajo de Santiago, enfrentándose a sus empleadores en el juicio oral por este mismo tema el próximo 6 de agosto, por una medida que consideran infundada, de la que no manejan más información por la negativa a hacer más transparente su uso y por vulnerar normas del Código del Trabajo que aseguran no afectar la intimidad, la vida privada y la honra de los trabajadores.
Cabe señalar que un dictamen de la Dirección del Trabajo de junio de 2014 estableció que la empresa incurrió en prácticas antisindicales al subir el sueldo y otorgar beneficios como préstamos con pago por descuento de planilla a todos los trabajadores, menos a los que eran parte del sindicato.
El escáner EQO
Según la denuncia interpuesta por el sindicato, el control comenzó a darse al interior de la empresa el 12 de enero pasado y se unió a la revisión de mochilas que se realizaba normalmente al término de las jornadas laborales. Que se informó muy encima y que los trabajadores no han tenido opción de ver los informes de merma y robo que justifican su funcionamiento, menos las imágenes que el escáner genera.
Pero además, que se ha amonestado a quienes no quieran pasar por el escáner, lo que trae como consecuencia que el trabajador amonestado pierda un bono llamado PROM (Premio Responsabilidad Operativa Mensual) que asciende al 20% del sueldo base.
La denuncia se tradujo en una tutela laboral por la vulneración de normas nacionales e internacionales sobre derecho laboral, causando el menoscabo de derechos esenciales. Marcelo Silva, presidente del sindicato, señala que en un principio se informó que la revisión sería de forma aleatoria y de frecuencia controlada y baja.
“Antes de pasar por el escáner, los trabajadores tenemos que apretar un botón. Si se enciende una luz roja, hay que pasar por el escáner, pero si se queda blanca igual nos revisan con esas paletas que detectan metales, como las que ocupan en estadios u otros eventos para detectar metales”, dice Silva.
Pero el dirigente sindical dice que, sin recibir mayor información por parte de la empresa, desde el 30 de marzo pasado el escáner fue trasladado al interior de la planta, en un pasillo que conduce al casino de la planta, lo que obliga a los trabajadores pasar a través de él por lo menos dos veces al día.
El paso por el escáner ha provocado que en ocasiones se conmine a los trabajadores a sacarse la ropa para mostrar el torso y zapatos, plantillas incluidas, para demostrar que no llevan nada consigo. Como ejemplo, la denuncia ingresada a la Inspección del Trabajo detalla que un trabajador con un lunar de grandes proporciones en su espalda, que fue detectado por la máquina, provocó que tuviera que sacarse la camisa para mostrar de qué se trataba a los guardias, ocasionando las burlas de los compañeros que esperaban en la fila a pasar por el mismo escáner.
Lo peor es, sin embargo, para las mujeres. Según explica el dirigente sindical, durante las revisiones han ocurrido una serie de incidentes que vulneran derechamente su dignidad. Es el caso de las trabajadoras que, durante su período menstrual usan toallas higiénicas o tampones, los que son detectados por el escáner.
De esa forma, sostiene la demanda, loa funcionarios son interrogadas por los guardias para saber si efectivamente se encuentran en su período menstrual y, de generar “dudas” en los guardias, a explicar qué es lo que llevan en sus vaginas. Esto, además, muchas veces es realizado por guardias hombres porque la empresa no cuenta con guardias mujeres suficientes.
Las imágenes
Silva señala que lo primero que les preocupó del escáner fue la salud. Al no conocer los efectos que pudieran acarrear el paso por un escáner por lo menos dos veces al día, las ondas podrían ser peligrosas. Esto además de la nitidez de las imágenes que arroja, que los trabajadores nunca conocieron antes que comenzara a operar esta medida. Desde la empresa, sin embargo, se aseguró a los trabajadores que esto no ocurría y que las imágenes eran superficiales.
Pero fortuitamente un fiscalizador de la Dirección del Trabajo que concurrió a la empresa ubicada en Vicuña Mackenna #3350 por un accidente laboral, comprobó el uso del escáner y alertó que las imágenes que arrojaba eran muy nítidas.
En efecto, el informe de fiscalización número 1360.2015 señala que las imágenes pueden ser giradas en 360º y proyectarse en movimiento, y generar imágenes en blanco y negro a las que se les puede aplicar filtro para dejarla en color naranjo, además de tener opciones de contraste, brillo y zoom.
“La imagen en sí muestra la figura corporal de la persona escaneada (a excepción del segmento frontal de la cabeza, ya que aparece distorsionada), en la que se puede apreciar las diversas partes del cuerpo como brazos, piernas, abdomen, espalda, genitales masculinos y femeninos, glúteos y senos, entre otras, además de objetos que se estuviera portando, como teléfonos celulares”.
Estas son las imágenes que integran el informe:
HOMBRE
MUJER
El documento de la Inspección del Trabajo, al que accedió The Clinic Online, señala que el escáner corporal modelo Eqo Smiths está ubicado en el subterráneo de la planta, a la salida de la zona operativa y que tiene una capacidad de detección de objetos que no se limita a cerámica, metales, líquidos, cuero, papel, plástico y narcóticos, entre otros.
El sistema funciona con las personas pasando por cerca de ocho segundos en el escáner, girando sobre su eje en 360º y levantando sus brazos en 90º grados para completar la revisión. Si de la inspección no aparecen objetos extraños, el trabajador sigue su curso.
El informe dice que, según el representante legal de la empresa, Sergio Pizarro, “el escáner ha generado un impacto disuasivo, ya que antes que se implementara ese sistema, mensualmente había una merma de productos que oscilaban entre 80.000 y 100.000 unidades, luego de su implementación es aproximadamente de 5.000 unidades, lo que responde al consumo interno. Además el día de su marcha blanca, encontramos productos en los baños, los que seguramente iban a ser sustraídos por parte del personal. Por lo demás desde que opera el escáner, no se ha detectado a ningún trabajador con productos farmacéuticos a la salida.”
En el texto además se explica que de no salir de su zona, el trabajador se expone una sola vez al escáner en el día, pero que si sale a desayunar y a almorzar, estará expuesto tres veces a dicha revisión.
Sobre las imágenes, Pizarro y el Operador Remoto del escáner señalaron que sólo dos operadores tienen acceso a las imágenes. Esto, a pesar de que los trabajadores dicen que, en ocasiones, los guardias se llaman para ver las imágenes que arroja el escáner “o hacen chistes de lo que sale en la pantalla, con los trabajadores en fila para pasar por el aparato”, según comentan desde el sindicato.
Eso sí, el documento incluye un informe del Doctor Médico Zonal Metropolitano Sur de la ACHS, Dr. Cristián González, quien señala que el escáner actúa en el rango de las microondas (24GHz), por lo que se considera radiación no ionizante, contando aprobación de normas. Además, señala que “de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud no hay evidencias científicas que establezcan que las radiaciones no ionizante causen efectos adversos en la salud humana, salvo cuando se sobrepasan los límites permitidos, puesto que produce el calentamiento local de los tejidos, lo que es agudo y cede en forma espontánea, no existiendo evidencia fehaciente sobre efectos adversos al embarazo”.
En el texto también se señala que frente al fiscalizador los trabajadores no se han quejado de burlas de parte de los guardias cuando han sido escaneados, pero sí que “una trabajadora manifestó que las veces que ha sido escaneada, estando con su período, el Operador Local se sonríe mientas sujeta el auricular que tiene en su oreja, creyendo que el Operador Remoto le dice que está usando toallas higiénicas”.
Finalmente, la fiscalización arrojó que está permitida la revisión de bolsos en el Reglamento Interno, pero que el procedimiento de revisión de trabajadores mediante escáner corporal EQO Smith no se encuentra regulado en Reglamento Interno. Además, no es posible determinar que el Reglamento Interno de Orden Higiene y Seguridad, de fecha 23/05/2014, haya sido entregado a los trabajadores, porque la gran mayoría no acusó recibo de él, enviado vía correo electrónico.
Robos y riesgos para la salud
Consultada por esta situación, desde la empresa respondieron a The Clinic Onlinecoincidentemente a lo relatado al fiscalizador que la implementación del scanner se debe a la cantidad de hurtos que se producían al interior de la planta y que “una vez instalado, éstos bajaron ostensiblemente”.
“El problema que se plantea aquí no es sólo la perdida de inventarios, sino los riesgos sanitarios que significa que los medicamentos comienzan a ser vendidos en ferias libres, por internet y de otras formas irregulares, perdiéndose todo control sanitario sobre ellos, como temperaturas, humedad, contaminaciones, falsificaciones, adulteraciones, etc. Hay aquí un evidente riesgo para la población. No hace mucho se exhibió por televisión un reportaje sobre esta realidad y los riesgos involucrados para los chilenos, así como la detención de una banda que fue perseguida por meses por la autoridad policial que persigue este mercado negro que pone derechamente en peligro la vida de las personas”, dicen desde Socofar.
Además la compañía argumenta que el escáner está diseñado para ser utilizado en seres humanos y cumple con una serie de estándares que garantizan la inocuidad sobre la salud, citando la información entregada por la ACHS a la Inspección del Trabajo.
Sobre las imágenes, la empresa explica que “este sistema arroja imágenes del contorno del cuerpo de las personas, no se ven sus caras y se resguarda adecuadamente el acceso a las imágenes, las cuales se borran automáticamente de no ser requeridas” y que “desde luego, estamos abiertos al diálogo y a las mejoras en los procesos, pero tampoco debemos confundirnos. Aquí hablamos de robos y hurtos y de la generación de riesgos para la salud y la vida de las personas”.
Con todo, el juicio oral fue fijado para el próximo jueves 6 de agosto el Segundo Juzgado Local del Trabajo de Santiago. Por ahora, en la audiencia preparatoria del pasado miércoles 1º de julio se determinó como medidas cautelares que las trabajadoras embarazadas no pasen por este scanner y que las mujeres fueran revisadas por una operadora remoto y no por guardias hombres. Pero los trabajadores esperan que el juzgado laboral obligue a retirar el escáner y no se siga vulnerando la honra de los hombres y mujeres que trabajan en la planta
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