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martes, 20 de octubre de 2020

Disparo le llegó al pulmón

 

Las últimas horas de Aníbal Villarroel, el joven baleado en La Victoria durante el 1° aniversario del estallido social

Por: Lissette Fossa
Francisco Velásquez

Una hora después de un enfrentamiento armado entre Carabineros y encapuchados en la tenencia de La Victoria, un carro policial arremetió en contra de otros manifestantes que se encontraban a seis cuadras del lugar. Ahí estaba Villarroel, quien, según testimonios, no se encontraba en el ataque de la comisaría ni atacó el carro policial.

Aeso de las ocho de la tarde de este lunes 19 de octubre, una velatón organizada por vecinos y amigos se desarrolló en calle Departamental, en la población La Victoria, comuna de Pedro Aguirre Cerda, en el lugar exacto donde Aníbal Villarroel recibió el disparo de parte de un carabinero que le quitó la vida este domingo 18 de octubre, en medio de manifestaciones que recordaban el inicio del estallido social. 

Velas, canciones y un mural con el rostro de Villarroel que se estaba pintando en ese momento, eran parte del acto en recuerdo del joven de 26 años, padre de una niña y activista conocido en la población. El joven, a pesar de que era oriundo de la comuna de Lo Espejo, era conocido en La Victoria por su participación en organizaciones sociales. Apoyaba las batucadas para la celebración del aniversario de La Victoria, cada 30 de octubre; participaba haciendo hip hop con jóvenes del lugar; y apoyaba la creación de murales en la zona. “Aunque era de la José María Caro, en realidad parecía que fuese de acá, porque pasaba acá en la Victoria”, cuenta una vecina y dirigenta social, quien conocía al Pupi, como le decían sus amigos.

Mientras la vecina comenta esto, en medio de la velatón, pide resguardo de su identidad. Arriba de ella y de las casas que rodean la velatón, pasan al menos dos drones, vigilando el acto, al que asisten al menos unas cincuenta personas. Unos minutos más tarde, a la velatón la rodean barricadas por una de las calzadas de Departamental. En el muro donde recibió el disparo Villarroel, aún quedan marcas de los impactos de balas.

En un momento, el padre de Aníbal toma el improvisado micrófono. Emocionado, explica que su hijo amaba La Victoria y que siempre le inculcó la preocupación por los otros y por temas sociales. Minutos después, se retira, mientras las velas siguen acumulándose.

“Aníbal estaba aquí en la esquina, parece que había participado en la manifestación de la Plaza Dignidad y después se vino para acá, porque teníamos una manifestación en esta esquina. Como ve, acá siempre llega gente”, agrega la vecina. 

Villarroel no esperaba encontrarse de frente con carabineros esa noche. Vestido con un polerón y unos jeans, su destino volcó a trágico la noche de este domingo.

Según relata una de las dirigentas sociales de la población La Victoria, se había convocado a una manifestación pacífica para conmemorar el primer aniversario del 18 de octubre en el lugar. Como es habitual en este tipo de actos, la comunidad se encontraba sobre la avenida Departamental, cortando el tránsito en medio de diversas manifestaciones culturales, con música y cantos. 

Entre nueve y diez de la noche, un grupo de manifestantes de la población llegó e interrumpió dicho acto con el afán de concertar a los vecinos a atacar la comisaría, ubicada a seis cuadras de la intersección del acto, en Departamental con La Feria. Dicho grupo avanzó hasta el cuartel policial, atacándolo con molotovs, piedras y armas de fuego. Allí se produjo un enfrentamiento armado en el que tres personas resultaron heridas de bala, según relataron los vecinos. Ellos aseguran a INTERFERENCIA que también resultaron heridos uniformados. Los mismos testigos aseguran que Aníbal Villaroel no participó de estos hechos.

Por medio del relato de algunos vecinos, INTERFERENCIA pudo constatar que luego de que terminó el enfrentamiento en la comisaría, los manifestantes se retiraron de ese lugar y las manifestaciones continuaron en Departamental, principalmente con barricadas.

Cerca de las 11 de la noche, apareció un micro de Carabineros a alta velocidad, contra el tránsito, arremetiendo en contra de los pobladores que se encontraban en el lugar. "Iban a más de 100 kilómetros por hora", coinciden tres de los pobladores. El bus perdió el control y al golpear uno de los bandejones se le rompió el eje delantero, quedando en pane. En ese momento fue atacado por los manifestantes, por lo que los carabineros descendieron de la micro disparando en contra de todos quienes permanecían en la calle.

 Fue en ese contexto que Anibal - que según sus amigos y vecinos del lugar, no se encontraba participando del ataque al carro policial, sino que observaba la escena a unos treinta metros- fue alcanzado por una ráfaga de tiros, impactando uno de ellos en su brazo e ingresando por su tórax, lo que provocó la herida que le costó la vida.

Quien auxilió a Anibal, un joven de 22 años, relata que en ese momento en la calle había personas de todas las edades y que la forma de atacar de carabineros parecía “como si se tratara de una guerra”. 

El general de Carabineros Ricardo Yáñez explicó públicamente que "hubo hechos muy graves, en el contexto de un ataque a un vehículo policial nuestro que iba a prestar colaboración a la comisaría. La Victoria que estaba siendo atacada con armas de fuego y elementos incendiarios". 

Sin embargo, esta versión contrasta con los testimonios de vecinos y amigos de la víctima, quienes afirman que el ataque de la comisaría ya había finalizado casi una hora antes, respecto del momento en que el joven fue baleado.

Demasiado tarde

Cuando Villarroel cayó, su amigo Bastián Salamanca, que estaba junto a él, fue el primero en auxiliarlo. Luego, según relató a Radio Universidad de Chile, escucha varios balazos, y uno le llegó a él en su tobillo. 

“Yo me doy vuelta y el Aníbal me sigue, y en el momento en que él se da vuelta -yo estaba al lado de él, a medio metro-, escuchamos los disparos. Yo lo quedé mirando y ahí como que él se queda parado; y de repente se desmaya. Lo quedo mirando y le digo ‘¡hueón qué onda, qué pasa!’, cuando escucho varios balazos más y siento que uno me llega en el talón”, contó Salamanca.

Uno de los vecinos del pasaje fue la segunda persona en prestarle ayuda. “Yo vi todo, yo estaba mirando de mi casa y vi cómo caía el cabro. Yo salí a verlo y tenía una herida en el brazo, cerca del hombro, que le atravesó el brazo y le entró al costado, por el pulmón”, cuenta el vecino de 22 años, quien solicitó resguardo también de su identidad. 

“Lo metí a mi casa, estaba herido, todavía estaba consciente en ese momento. No salía sangre del pulmón, como que la bala se le quedó adentro. Estaba despierto, consciente, pero no podía hablar, porque ya tenía el pulmón herido, solo miraba y estaba mal”, cuenta.

El joven vecino, asustado, les indicó que tenían que ir a un centro asistencial. “Tenía miedo de que muriera en mi casa, me echaran la culpa a mí, no sé, porque el cabro estaba mal. Ahí llegó otro vecino y lo subimos al auto y lo llevó al Cesfam. Antes que partiera, le dije que tratara de no moverlo mucho, porque como tenía la bala adentro, podía desangrarse”, cuenta.

Él y su hermana reafirman que ningún efectivo policial se acercó a asistir a los heridos. Incluso afirma que, tras el incidente, algunos uniformados vestidos de civil llegaron a la escena a recoger algunos de los cartuchos de balas que estaban en el suelo. En el muro, aún se ven agujeros de proyectiles.

Villarroel ingresó al SAR del CESFAM Amador Neghme a las 23:17 horas. Además de las heridas, presentó dos paros cardiacos y falleció poco antes de la medianoche.

“No puedo asegurar muy bien de dónde exactamente vinieron los disparos, porque nos tiraron una lacrimógena antes y había mucho humo blanco. No pude ver muy bien”, contó Salamanca a Radio Universidad de Chile.

Sin embargo, vecinos de la esquina donde le dispararon a Villarroel, entrevistados por INTERFERENCIA, afirman que vieron a un efectivo de carabineros realizar una ráfaga de disparos en contra del grupo donde estaba Villarroel, que estaba observando la manifestación.

Ellos difieren solo en un punto sobre lo ocurrido. Tres de los entrevistados aseguraron que el bus de carabineros, tras recibir ataques de los manifestantes, se quedó ahí y llegó un zorrillo. Y que del zorrillo habría salido el uniformado que disparó. Otra versión, afirma que el uniformado que disparó salió del bus atacado. Todos coinciden que el uniformado disparó directamente al cuerpo del joven, a una distancia de aproximadamente 30 metros.

“Él estaba tranquilo mirando, yo lo vi todo, si por eso se corre, se pone de costado y la bala le entra por el brazo, porque estaba tratando de salir de acá”, agrega el vecino que lo auxilió, visiblemente afectado.

El ministro del Interior, Víctor Pérez, aseveró que “Carabineros se tuvo que defender de los hechos de violencia y por tanto estamos muy tranquilos a la espera de las investigaciones que realice tanto la Fiscalía como los estamentos policiales especializados”.

De acuerdo al fiscal Héctor Barros,quien investiga el caso, están a la espera de los informes policiales.  “Esperamos los respectivos informes policiales así como de los peritajes del informe médico legal con el fin de establecer la dinámica de estos hechos y establecer si existe grado de responsabilidad y quienes podrían ser los autores de estos hechos“, declaró.

Un abogado de la comuna, militante del Partido Humanista en la zona, anunció que iban a presentra una querella para que se investigue el hecho. En tanto, el Instituto Nacional de Derechos Humanos afirmó que "tomó contacto con la familia de la víctima y la Fiscalía, además de hacer un llamado al Estado a realizar una exhaustiva investigación que aclare las circunstancias en que se produjeron los hechos".

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