Vistas de página en total

domingo, 3 de julio de 2022

Crece especulación financiera con agua ante escasez global

   

A finales de 2018 se creó un instrumento asociado al precio del agua en California. Cuando dos años más tarde entró a cotizar en los mercados de futuros, el tema elevó un breve debate de qué tan ético es que las bolsas de Estados Unidos capitalicen un derecho humano. Desde entonces, el valor de ese índice se duplicó.

Con una cotización de 511.33 dólares al ser creado, en octubre de 2018, el Nasdaq Veles California Water Index (NQH2O) incluso se depreció en sus dos primeros años desde que fue creado. El 7 de diciembre de 2020, al entrar a cotizar en el CME Group –la bolsa de derivados financieros más grande del mundo— su valor era de 486.53 dólares.

Al entrar al mercado abierto, el índice –que representa el valor de 325 mil 851 galones de agua en California— se disparó 104.2 por ciento en menos de dos años. A la fecha el NQH2O se cotiza en 998.95 dólares.

Presentado como un tipo de cobertura para productores, sobre todo agrícolas, que requieren grandes cantidades de agua y están sujetos a la incertidumbre ambiental, el NQH2O en el CME Group no es para vender el líquido, sino contratos sobre su precio dentro de cierto plazo a futuro.

En el mercado de Chicago por lo general se comercializan productos derivados, instrumentos financieros en los que se establece un precio de compra y de venta para una transacción que se realizará en el futuro, explica Janneth Quiroz Zamora, subdirectora de análisis económico en Monex, al ser consultada sobre cómo operan los mercados de futuros.

Detalla que al vencimiento del contrato se debe respetar el precio pactado, lo que muestran estos índices es la expectativa de cuál será el precio en ese plazo. No obstante, estos mercados se usan con dos fines. Uno es de cobertura, para reducir la incertidumbre, pero hay otro tipo de usuarios, los especuladores, que al final sí pueden distorsionar los precios del mercado real.

James Salazar, subdirector de análisis económico de CIBanco, refiere que casi ningún futuro cierra la operación en la fecha pactada. Con el fin de evitar riesgos, algunos inversionistas lo cierran antes, una vez que vieron que ya ganaron o redujeron sus pérdidas, dado que si el precio llega a ir muy por arriba del precio en el contrato pueden quebrar.

Un ejemplo de la participación de especuladores en mercados de sectores donde no tienen un beneficio directo fue lo ocurrido en abril de 2020, a inicios de la pandemia de coronavirus, cuando los futuros de petróleo se cotizaron con valores negativos para el precio del barril y muchos de los compradores no tenían dónde almacenar el hidrocarburo, incluso pagaron para que se lo llevaran (https://bit.ly/3ui3anI).

Más allá de los mercados de futuros, en la Bolsa Mexicana de Valores se puede invertir en el mercado del agua, que de acuerdo con Global Water Intelligence tendrá un valor de 914 mil 900 millones de dólares en 2023, proyección que anticipa un crecimiento de 18.8 por ciento en cinco años.

La bolsa mexicana reporta que se puede invertir en empresas internacionales de tratamiento, almacenamiento e innovación del agua a través de Exchange Traded Funds (ETF), los cuales son portafolios asociados a un sector y que están compuestos por porciones de activos de diversas compañías, lo cual los hace más baratos (https://bit.ly/3ygwg82).

Pero más allá de los procesos alrededor del tratamiento o su almacenamiento, al entrar el NQH2O al mercado de futuros, el relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho al agua, Pedro Arrojo Agudo, condenó la cotización de futuros del líquido dado que, advirtió, invitaría al comercio especulativo.

Mientras una parte de los mercados financieros especula con su precio, 2 mil millones de personas en el mundo carecen de acceso a los servicios básicos de agua y saneamiento, muestran informes de Naciones Unidas.

 

Por Dora Villanueva

Fuente: La Jornada

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores