Las AFP son un fracaso anunciado para otorgar buenas pensiones o al menos pensiones suficientes. Pero son un gran éxito para los grandes grupos económicos que pueden acceder al ahorro forzoso de los trabajadores convertidos depositados en los mercados financieros por las AFP.
El sistema de AFP explica gran parte de la desigualdad de ingresos en aumento. E𝗹 𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗨𝗡𝗖𝗧𝗔𝗗 (𝗱𝗲 𝗮𝗯𝗿𝗶𝗹 2023), 𝗽𝗿𝗲𝘀𝗲𝗻𝘁𝗮 𝘂𝗻 𝗮𝗻á𝗹𝗶𝘀𝗶𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗿𝗶𝗾𝘂𝗲𝘇𝗮 𝗲𝗻 172 𝗽𝗮í𝘀𝗲𝘀 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝗰𝗹𝘂𝘆𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗲𝗻 7 𝗽𝗮í𝘀𝗲𝘀, 6 𝗮𝗳𝗿𝗶𝗰𝗮𝗻𝗼𝘀 𝘆 𝗖𝗵𝗶𝗹𝗲, ú𝗻𝗶𝗰𝗼 𝗽𝗮í𝘀 𝗻𝗼 𝗮𝗳𝗿𝗶𝗰𝗮𝗻𝗼, 𝗲𝗹 10% 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝘀𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮 𝗺á𝘀 𝗱𝗲𝗹 80% 𝗱𝗲 𝗹𝗮 r𝗶𝗾𝘂𝗲𝘇𝗮.
El corazón de este sistema nefasto de pensiones es la capitalización individual del ahorro forzoso. Las AFP no se acabarían por cambiarles de nombre y quitarles la obligación de recaudar las cotizaciones como propone la reforma del gobierno Boric. La cotización adicional de un 6% que propone la reforma para fortalecer la solidaridad y mejorar las pensiones es una modesta concesión a los trabajadores, pero el gran empresariado y la mayoría del Congreso ya han dejado claro que no lo aceptarán.
Según la Superintendencia de Pensiones a mayo de 2023 la mitad de los hombres recibía menos de UF 5,72 ($206.108) autofinanciados con sus fondos de capitalización individual, con los subsidios del Estado aumentan a menos de UF 10,88 ($392.038)
Peor es la situación de las mujeres pensionadas. A mayo de 2023 la mitad de las mujeres recibía menos de UF 4,80 ($172.958) autofinanciados con sus fondos de capitalización individual, con los subsidios del Estado la mitad de las pensiones eran menos de UF 6,40 ($230.610)
Cuando Pinochet y José Piñera inauguraron el sistema de AFP y comenzaron a terminar el sistema antiguo además de liquidar a precio vil los principales activos de las Cajas de Previsión, como sus balnearios recreacionales, sus proyectos de vivienda, o la Clínica Dávila que pertenecía a la Caja de trabajadores bancarios, además mintieron descaradamente explicando que era para sacar al Estado una obligación financiera insoportable sin embargo actualmente aunque el Estado no recibe cotizaciones en el sistema de AFP y que las empresas no aportan para las pensiones, el Estado aporta actualmente el 30% de las pensiones del sistema de AFP y sigue creciendo.
También mintieron descaradamente sobre las pensiones que recibirán los jubilados, incluso en los años 2.000 El Mercurio tituló que en el futuro los pensionados recibirían el 100% de sus últimos salarios como monto de su jubilación. Mentiras y mentiras para asegurar siempre mayores ganancias para los grandes grupos económicos y multinacionales.
La derecha con descaro presiona para aumentar los montos de la Pensión Garantizada Universal, pero al mismo tiempo se niegan a aumentar los impuestos a las empresas, proponen en cambio aumentar los impuestos a los salarios. Si el Estado tiene que dedicar más recursos a las pensiones de AFP sin aumento de recursos, significa que muchas otras necesidades sociales como salud, educación, vivienda, deportes o seguridad no tendrán financiamiento.
Con la precarización y flexibilidad creciente del trabajo al alza y los bajos salarios, el sistema de AFP simplemente no puede funcionar con esta estructura de trabajo.
La solución a las pensiones miserables que tenemos es un sistema de reparto, es decir de solidaridad entre generaciones y entre hombres y mujeres. Esto es una política pública basada en la Seguridad Social para las pensiones, es decir una política pública socialista.
Pero el gran empresariado y las multinacionales financieras que controlan y se benefician del negocio inaugurado por la dictadura defienden sus privilegios y se niegan a ceder siquiera parte del 6% de incremento de las cotizaciones propuesto por el gobierno, a un fondo solidario para mejorar las pensiones de los sectores más desfavorecido y las mujeres.
Patricio Guzmán S.
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