Hallan muerto a integrante del MIR que se convirtió en agente de organismos de represión de la dictadura

En una entrevista de 2002, Leonardo Schneider dijo que estaba consciente de ser un traidor y aseguró que nunca cerraba con llave la puerta de su casa, pues estaba seguro que lo matarían.

El cadáver de Leonardo Schneider Jordán, quien integrara las filas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue hallado ayer en su casa de Vitacura, con el cráneo destrozado, según informa la agencia EFE.

Se indica que la autopsia al cuerpo de Schneider fue practicada este miércoles en el Servicio Médico Legal (SML), pero el informe se mantendrá en reserva hasta que sea conocido por el fiscal a cargo del caso, precisaron las fuentes.

Schneider fue conocido como "El Barba" en el MIR, enfrentándose al régimen de Augusto Pinochet, para posteriormente traicionar a sus pares e integrarse como "Teniente Velasco" a la Fuerza Aérea, señala la agencia.

En ese organismo, agrega, trabajó en estrecha colaboración con el coronel Edgar Ceballos Jones, actualmente procesado como uno de los autores de las torturas que en 1974 le habrían costado la vida al general de la Aviación Alberto Bachelet.

Miembro de la "Fuerza Central", un grupo selecto de guerrilleros del MIR, del que muy pocos lograron sobrevivir, el "Barba" logró trabajar a dos bandos hasta mediados de 1974 antes de quedar en evidencia.

"El Barba" trabajó para el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA), y algunos supervivientes sospechan que era un agente infiltrado desde antes de 1973 en el MIR, aunque él sostuvo algunas vez que cedió tras ser detenido y torturado para proteger a su familia.

De profesión ingeniero, Schneider fue capturado a finales de 1975 por la DINA (Dirección Nacional de Inteligencia), la policía secreta que lo mantuvo cautivo durante un año.

Posteriormente salió de Chile y permaneció 20 años en el exterior, supuestamente en Estados Unidos, y a su regreso trabajó como contratista en proyectos de la Corporación del Cobre.

En una entrevista publicada en 2002, Schneider dijo que estaba consciente de ser un traidor y aseguró que nunca cerraba con llave la puerta de su casa, pues estaba seguro de que algún día lo matarían.