por C. Leighton, M. Arriagada y A. Cárdenas 1 diciembre, 2022
Un mazazo. Así fue recibido por el Gobierno del Presidente Gabriel Boric el rechazo de José Morales para ser el próximo Fiscal Nacional. Y no solo porque este rechazo signifique que el país siga sin cabeza en el Ministerio Público en un período particularmente tenso en el país, con muchos hechos delictuales, sino que también significó una derrota para el propio Ejecutivo, puesto que Morales, la carta elegida por el Mandatario, no logró generar consenso entre las huestes oficialistas, pese a la labor de la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte, y su par de Justicia, Marcela Ríos.
Morales obtuvo 31 votos a favor y necesitaba 33. Los 2 votos que le faltaron estuvieron entre los 6 que rechazaron su nominación y los 8 que se abstuvieron, abstenciones que en este tipo de casos constituyen otra forma de rechazar. Y en este grupo había varios del oficialismo. Por eso, todos los dardos apuntan a Uriarte, quien previo a su llegada a la Segpres se veía con más muñeca política que su antecesor, el criticado Giorgio Jackson. Pero en esta primera prueba de fuego grande que tuvo, resultó quemada.
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Según fuentes oficialistas, el Presidente Boric nunca tuvo la convicción de que Morales fuera el nombre correcto para encabezar el Ministerio Público, y en su elección habrían primado las recomendaciones de Uriarte, quien le aseguró al Mandatario que el fiscal adjunto concitaba un consenso transversal, lo que a la postre constituyó un error de cálculo mayor que terminó por propinarle al Jefe de Estado una nueva derrota política.
Otra de las críticas del oficialismo apuntó a labor del "grupo de avanzada" del Ejecutivo para intentar capturar los votos, en particular al rol de la ministra de Justicia, Marcela Ríos, quien tampoco ha logrado construir puentes de confianza no solo con los parlamentarios, sino específicamente con los ministros de la Corte Suprema, a quienes se intentó hacer un gestó nominando a uno de los fiscales que más votos sacó en la quina, sin considerar los flancos que iba abriendo para el Ejecutivo las continuas controversias que ha enfrentado Morales a lo largo de su carrera como fiscal, y que le valieron el apodo del "sepulturero".
En las huestes oficialistas, el centro de las criticas apuntaron precisamente al equipo político, el que no solo no sopesó las dudas que generaba el candidato Morales entre los senadores de las propias coaliciones de Gobierno, sino que tampoco fueron capaces de ver que el aquel apoyo cerrado que suponían de la UDI y RN, tampoco era tal.
Flancos internos
Otra de las cosas que quedaron claras tras el rechazo de Morales, es que en el oficialismo nunca hubo convencimiento de la idoneidad de Morales, lo que quedó representado en las abstenciones. Una de las que se abstuvo fue la senadora FRVS Alejandra Sepúlveda, quien señaló a El Mostrador que "aquí hay una convicción absoluta de que esta persona no es la que tiene que manejar el liderazgo en la Fiscalía Nacional. No hay aquí ningún otro interés ni otra lectura más que esta persona no es la que debe manejar los destinos de la Fiscalía. Estamos en un minuto crítico en el país y esta persona no reúnele las condiciones".
La presidenta de la FRVS, Flavia Torrealba dijo a El Mostrador que "el rechazo de José Morales como Fiscal Nacional por parte del Senado refleja una falla que va más allá de una desajuste en la coalición de gobierno frente a una votación puntual. Está demostrando que el sistema político requiere una profunda rectificación donde las relaciones institucionales sean más sólidas y coherentes. Si bien valoramos la libertad de conciencia que tienen los parlamentarios en materias de esta naturaleza y otras, no podemos dejar de advertir que debe existir un mínimo de coherencia entre ser partes de una coalición de gobierno y la forma en que se votan las iniciativas y propuesta que éste somete a las votaciones del poder Legislativo"
Tanto en el FRVS, como en la Democracia Cristiana no votaron a Morales, lo que también golpea a Uriarte porque una de las misiones de la Segpres es esa: capturar los votos divididos en el Congreso para sacar adelante proyectos del Ejecutivo. No lo logró Jackson en su corta estancia y ahora tampoco lo está logrando Uriarte con el oficialismo. Desde dentro de la coalición, explican que esto se debe a que en este caso tan complejo de Morales, quien tenía estos antecedentes previos, no se pueden dar órdenes en los partidos en temas éticos o valóricos.
Pero Uriarte no fue la única derrotada este pasado miércoles. En el Partido Socialista tampoco pudieron alinear a sus huestes, lo que deja como derrotado a su presidenta Paulina Vodanovic y al senador José Miguel Insulza, férreo defensor de Morales. Esto, porque antes de la votación, otro PS, el senador Fidel Espinoza acusó a las ministras Uriarte y Tohá de hacer un “descarado lobby” en favor de Morales, y pidió tener “un poquito más de pudor y de cuidado”, lo que originó réplicas en el PS.
"(En este proceso) han salido cuestionamientos bastante graves. Soy de la idea que la clase política no tenga que ratificar a los fiscales. Voy a abstenerme en mi votación. Respecto a la trayectoria y experiencia del señor Morales no hay ningún cuestionamiento pero aprobar al señor Morales sería tropezar con la misma piedra", dijo Espinoza este miércoles.
El piñerismo, el otro gran perdedor
A parte de la derrota del gobierno, otro de los grandes perdedores fue el piñerismo, quienes hasta el último momento hicieron todo tipo de gestiones para asegurar el nombre de Morales, quien a su juicio, era el único fiscal daba las garantías de no impulsar una investigación vehemente en los casos de violaciones a los DDHH en el marco del estallido, que pudieran sentar en la banquillo a las más altas autoridades del gobierno interior. Esta derrota dejó en evidencia la pérdida de poder del ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, y de uno de sus principales asesores, el abogado Luis Hermosilla, conocido como "el señor de los pasillos".
Otro de los derrotados fue el presidente de la UDI, el senador Javier Macaya. Macaya era el encargado de asegurar los votos de su partido a favor de Morales, ya que era el favorito del piñerismo. De hecho, el mismo Chadwick, primo y mano derecha de Sebastián Piñera, lo visitó en la sede del partido. Allí, Macaya le asegurado que tenía todos los votos para respaldarlo.
Nada más lejos de la realidad, porque falló en uno, el senador David Sandoval. Pero otros senadores del partido, como Iván Moreira, votaron a favor, aunque aprovecharon su instancia para repasar a Morales. "La ministra de Justicia no tuvo la capacidad de convencer y hacer una verdadera defensa del candidato Morales”, sostuvo. Y advirtió a Morales: “le digo desde ya que desde la UDI seremos los primeros en felicitarlo por sus logros, pero también si es ratificado seremos implacables para criticar lo que se haga mal”.
Más tarde, en conversación con El Mostrador, Moreira ahondó estas críticas: “Votamos a favor y cumplimos porque entendíamos de que el Fiscal Morales propuesto por el Presidente Boric tenía las capacidades de llevar adelante el liderazgo contra el narcotráfico, la delincuencia y el terrorismo. Pero, lamentablemente, aquí expuso el propio Gobierno al Presidente a una derrota y frente a una derrota hay una responsabilidad política. Y esa responsabilidad política la tiene la Ministra de Justicia y a nuestro juicio debiese renunciar porque expuso al Presidente, nos expuso a nosotros, por lo tanto aquí ha habido una campaña de descalificación feroz y, lamentablemente, uno tiene que comenzar por casa".
Macaya, a la salida de la sesión del Senado, dijo que "ha sido un proceso con mucha exposición pública, yo creo que, a veces, lo puedo calificar como un proceso bien tóxico. Creo que el proceso de descalificaciones, de atentados a la honra de los candidatos, de filtraciones a la opinión pública (...) creo que no le han hecho bien al proceso”.
Peor le fue al presidente de RN, el senador Francisco Chahuán, ya que no logró alinear a su partido, a pesar de que habló a favor de Morales antes de la votación. Al final él votó a favor de su nombramiento, pero otros seis senadores del partido votaron en contra o se abstuvieron.
Uno de esos fue el senador Rodrigo Galilea, quien ya había dicho que a pesar de reconocer "los méritos, experiencia y conocimientos del fiscal Morales, creo que, en estos momentos, no es la persona adecuada para dirigir la institución". Posteriormente le dijo a El Mostrador que esta derrota "no es una buena noticia para el Gobierno y también reviste un carácter de derrota política, pero lo que yo creo es que el Presidente Gabriel Boric tiene que mejorar radicalmente su relación con los lideres de sus propios partidos en el Senado, saber leer mejor qué es lo que ellos están esperando y de ahí construir la mayoría necesaria para nombramientos tan importantes".
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