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lunes, 2 de abril de 2012


Ministerio Evangélico Misionero


Carta Abierta a nuestros gobernantes

Ha sido sorprendente oír al vocero de los homosexuales, Jaime Parada, tras el penoso pero esperado deceso del joven homosexual brutalmente golpeado, Daniel Zamudio. En su discurso, culpó a los políticos que no han aprobado aún el proyecto contra la discriminación y a la Iglesia, especialmente la evangélica, por resistir su aprobación. También fue sorprendente ver, curiosa paradoja, a una persona iracunda contra quienes no comparten la sexualidad que ellos reivindican como natural y normal.

Entramos en un conflicto de sensatez: son ellos mismos quienes sostienen que el inmoral proyecto contra la discriminación va a impedir la promoción del odio y a favor de la tolerancia. Nos preguntamos: si ese proyecto de ley hubiese estado aprobado, ¿sería él castigado penalmente por sus dichos?

¿Por qué habría de hacerse una ley por lo sucedido a aquel joven? Nuestro código penal ya establece el tipo penal y su reproche jurídico con sus penas respectivas, y a los supuestos implicados les corre la posibilidad de recibir hasta presidio perpetuo calificado, pena que parece bastante ajustada al crimen por lo alevoso del mismo. Consideramos que su promulgación, e incluso su génesis, son injustificadas. Se debe a motivos ideológicos y culturales, no morales.

¿Los medios de comunicación serían cómplices de aquel delito? Sin duda el pensamiento relativista ha entrado con fuerza en nuestra sociedad; no obstante ello, a pocos parece importarle la hiper-sexualización e híper-erotización de la que son víctimas las generaciones más jóvenes y adolescentes a través de la televisión. Esto, unido a la desmoralización social, a la falta de oportunidades, y a la falta de acceso a una educación de calidad; lleva a nuestros jóvenes a las drogas, el alcohol, el delito, la violencia y demás situaciones de riesgo que cada semana se materializa en alguna noticia negativa, y pocos reprochan estos sucesos.

Se habla de modernización, de desarrollo, de cambio, pero ¿Que se hace, por ejemplo, con los nuevos universitarios cada año colman ciertos lugares, playas o parques, emborrachándose hasta la intoxicación y practicando toda clase de actos impúdicos a la vista y paciencia de todos? ¿Ellos son la futura clase dirigente que cuidará de nuestra “copia feliz del edén”? ¿Juzgaremos eso como algo correcto y fruto del desarrollo nacional? Pareciera que los medios de comunicación y sus personeros nos tratan de convencer que ese cambio es bueno, que nos inserta como país en el conglomerado internacional de los países desarrollados; quieren hacernos creer que el desarrollo es opuesto a los valores, creencias y principios; es entonces cuando se nos acusa de conservadurismo, homofobia o violencia simbólica y que, cuando decimos algo que no está de acuerdo a la agenda gay, promovemos el odio. No señores, el desarrollo no es opuesto a los valores.

Existe una responsabilidad colectiva que la sociedad chilena deberá asumir y enfrentar, pero ¿será el camino correcto legalizar todo tipo de opciones sexuales, sólo porque existe un grupo que lo reclama como legítimo? o por el contrario ¿no será mejor establecer los cuidados y resguardos necesarios para que nuestras jóvenes generaciones se desarrollen de manera sana y saludable, psíquica, física y espiritualmente? con el respaldo de los medios de comunicación a su haber, y además del apoyo de algunos políticos progresistas, hay quienes dicen que se debe dictar una ley contra la discriminación sin importar que ello implique legalizar el libertinaje sexual; vemos que se está usando el caso de Daniel Zamudio para hacer creer a toda la ciudadanía que eso es positivo, que dichas prácticas son naturales y que no se pueden emitir “opiniones”, como la que ahora mismo emitimos, porque serían ofensivas contra los homosexuales; según esa legislación que nos proponen, sus preferencias sexuales son un “derecho humano” y nuestros valores, principios y creencias, y las opiniones que emitamos en virtud de ellas serían “discriminatorias”. Eso es inconsecuencia.

La cantidad de evangélicos en Chile es superior a dos y medio millones, y seremos fieles a nuestros principios, valores y creencias aún a costa de ser injustamente catalogados como homofóbicos. ¿Dónde queda la libertad de conciencia? Claramente existe una colisión de derechos fundamentales propios de cualquier democracia. Hoy, “opinar” y “criticar” son concebidos indistintamente como actos discriminatorios. Nuestra opinión, aquí expuesta, posiblemente sea considerada como homofóbica, pero nosotros lo negamos. Tenemos opinión, y también tenemos el legítimo derecho de expresarla y darla a conocer, tal como los grupos homosexuales lo hacen. No actuaremos por el hecho políticamente correcto de aprobar mediáticamente dicho proyecto de ley. Reafirmamos nuestro absoluto rechazo a tales proyectos de leyes que proponen legalizar actos anti-naturales, y nos unimos completamente a la Excelentísima Corte Suprema en sus cuatro opiniones desfavorables a tal proyecto.

Sabemos, con tristeza, sobre la existencia de “brigadas escolares” que el Ministerio de Educación apoya y que promueven el librepensamiento sexual entre los adolescentes; tememos que este tipo de plataformas sean usadas para promover la temprana degeneración de los muchachos de nuestro país.

Lamentamos profundamente la muerte de aquel joven y rechazamos categóricamente la violencia de la que fue víctima, así como también rechazamos el abuso mediático que se le ha dado al caso. No daremos nuestra aprobación a proyectos que atenten contra la familia y la vida. El conglomerado evangélico de Chile tiene una clara postura respecto a este y otros temas, y no tranzará sus principios.

El cambio para nuestra nación no está en generar más leyes –ya tenemos bastantes-, sino en la transformación de vida y pensamiento de sus ciudadanos, y creemos con toda certeza que el único cambio posible está en la persona de Jesucristo.

No a la Ley contra la Discriminación

No al Aborto

SI A LA VIDA

SI A LA FAMILIA

Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas de Chile (CONIEV)

Federación de Entidades Religiosas de Chile (FERCHILE)

Unidad Evangélica de Concepción

Movimiento por la Familia de Temuco

Movimiento Social Cristiano de Chile

Red de Pastores por la Vida y la Familia

Confamilia Chile

Red de Jóvenes Cristianos por la Vida y la Familia

Red de Mujeres por la Vida y la Familia

Mujeres Pro-Familia de Temuco

Confraternidad Apostólica Internacional de Iglesias Evangélicas de la Región de los Lagos

Ministerio de Liberación Escrito Está de Puerto Montt

Iglesia Centro Evangelístico Carcelario de Concepción (CECARCON).

Iglesia Generación de Dios de Concepción

Iglesia Cristiana Betel de San Bernardo, Stgo.

Iglesia Cristiana Betel de Hualpén, Concepción.

Iglesia Cristiana Betel de Chillán.

Iglesia Cristiana Betel de Temuco.

Iglesia Cristiana Betel de Iquique.

Iglesia Cristiana Betel de San Ramón, Stgo.

Iglesia Cristiana Betel de San Pedro de la Costa, Concepción.

Iglesia El Faro Divino de Talcahuano

Iglesia Evangélica de la Fe Apostólica de Chile de Concepción.

Iglesia Jesús es el Camino de Talcahuano.

Iglesia Pentecostal Arca de Salvación de Talcahuano

Iglesia de Sanidad Cristo Jesús el Mensajero

Iglesia Visión Mundial Cristiana Familiar de Chillán

Iglesia Visión Apostólica Internacional

Iglesia Casa de Israel de Temuco

Iglesia Misión Cristiana El Calvario.

Iglesia Liberados por Cristo de Santiago

Iglesia Restaurados por la Palabra de Santiago.

Iglesia Unión Pentecostal Cristo Vine de Santiago.

Iglesia Confraternidad Cristiana de Chile.

Iglesia Cristo Jesús y sus Mensajeros.

Iglesia Arca de Salvación.

Iglesia los Valientes de David.

Ministerio Evangélico Escrito Está de Puerto Montt.

Ministerio Evangelístico Cruzada de Poder de Chile

Radio Palabra Viva (ex Yungay) 1460 AM

En defensa de la Vida y la Familia

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