Vistas de página en total

lunes, 10 de febrero de 2014

Perfil de futuro director para reconstruir la agencia estatal

El “modelo” Villalobos para la futura ANI

Ya sea consultando su opinión, con su asesoría directa o bien tratando de replicar un perfil profesional como el de Gustavo Villalobos, está claro que el modelo a seguir para el futuro de la ANI es el que implementó el abogado socialista durante su gestión. Incluso no se descarta que él pueda ser efectivamente el sucesor de Yuseff.
Con las primeras filas del futuro gabinete de Michelle Bachelet ya designado, en las siguientes semanas, hasta el 11 de marzo, el foco estará en la elección del resto de los cargos del aparato gubernamental, desde gobernadores hasta jefes y directores de servicios clave, empresas públicas y superintendencias. En esa línea, una definición fundamental será la del futuro director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI).
Durante el gobierno de Sebastián Piñera, la ANI ha estado dirigida por el abogado Gonzalo Yuseff (RN), quien fue puesto ahí por el otrora ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter. Pero con el cambio del personero a la cartera de Defensa, el ex fiscal perdió su principal fuente de blindaje y quedó expuesto a los cuestionamientos de La Moneda a su deficiente gestión.
Más allá de cierta personalidad excéntrica, las críticas a Yussef, desde el propio gobierno y la comunidad de inteligencia, apuntaban a que bajo su mando la ANI ha estado “ausente”, ha sido “totalmente inocua”, “no ha dado el ancho para las tareas de inteligencia nacional”, todo porque ha sido evidente su “falta de experiencia” en el tema.
Ese escenario llevó a que, hace un año ya, se pensara en la opción de una cirugía mayor de la ANI, que pasaba obviamente por la posibilidad cierta de remover a Yuseff de su cargo. Los errores no han sido menores, como las comentadas falencias ante los conflictos en la zona de la Araucanía y hace sólo unos meses, en noviembre, la salida de libreto de Yuseff y el excesivo autobombo que desplegó en el caso de los chilenos detenidos en España por la colocación de una bomba. Eso, sin contar el episodio de la detención del paquistaní.

Así de cuestionado Yuseff, es evidente que será removido, confesaron desde el nuevo gobierno, que ya está evaluando la situación de la ANI. El tema es de responsabilidad directa del Ministerio del Interior, o sea, desde el 11 de marzo, de Rodrigo Peñailillo, aunque siempre ha sido considerada la opinión de la cartera de Defensa, por tener materias vinculadas a las responsabilidades de la agencia.
En ese sentido, altas fuentes del nuevo gobierno precisaron que si bien son muchas las definiciones a tomar sobre la ANI, sí hay completa claridad en que será clave la figura del ex director de la agencia, Gustavo Villalobos, quien fue designado por Ricardo Lagos el 2004, cuando se creó la instancia, y luego ratificado el 2006 en el primer gobierno de Bachelet.
Y explicaron que, ya sea consultando su opinión, con su asesoría directa o bien tratando de replicar un perfil profesional como el de Villalobos, está claro que el modelo a seguir para el futuro de la ANI es el que implementó el abogado socialista durante su gestión. Incluso no se descarta que él pueda ser efectivamente el sucesor de Yuseff.
“Hay que evaluar bien el tema, pero lo que está claro es que nos vamos a basar en Villalobos”, precisó una fuente del futuro gobierno.
Villalobos fue durante toda la dictadura abogado y jefe de Departamento Jurídico de la Vicaría de la Solidaridad, en democracia fue director de CONACE, jefe de gabinete del Ministerio del Interior, subdirector de Seguridad Pública y luego estuvo a la cabeza de la Dirección de Seguridad Pública e Informaciones (Dispi), hasta que se hizo cargo de la ANI.
Además del manejo y experiencia reconocida en el área, tiene –recalcan– una característica primordial para el puesto: su bajo perfil. La ANI no generaba ruido en su época, no se hablaba de su trabajo ni menos se le cuestionaba, algo fundamental para el buen desarrollo de las labores de inteligencia. De hecho, recién asumido Piñera, a Villalobos se le dio la opción de continuar en el cargo, como una señal de que esta delicada tarea requiere más lógicas y tratamiento de Estado. Pero Villalobos declinó, pues –en su concepto– dichas tareas requieren la máxima confianza política presidencial.
No es un desconocido para el futuro gobierno. Su cercanía política en el PS está con el actual secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, pero la Mandataria electa lo conoce bien, tanto por su trayectoria previa como por sus labores en su primer gobierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores