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jueves, 20 de marzo de 2014

Fiscalía abre investigación por amenaza con cuchillo y ácido que complica a ministro de Rancagua

 Jorge Molina Sanhueza,
 Foto: gentileza de www.diariolibertador.com

El organismo indaga a Alejandra Rebolledo, esposa del magistrado Emilio Elgueta, luego que el 11 de enero amenazó con cortapluma y ácido a CR durante su matrimonio. CR es la mujer con quien el juez tuvo una hija de una relación extramarital y quien lo denunció por hostigamiento ante el presidente de la Suprema. En tanto, ayer el tribunal de alzada rancagüino resolvió sobreseer a Elgueta, aduciendo que no se probó la imputación. Sin embargo, reconocieron que en los mensajes enviados a CR, “se pueden advertir descalificaciones… y manifestaciones de un estado de ánimo abatido, ofendido y hasta enfadado, pero sin que esos correos dejen de ser una comunicación privada”. Lo particular es que el abogado de la afectada nunca pudo tener acceso a la indagatoria administrativa.




La Fiscalía Centro Norte abrió una investigación por amenazas que conlleva un eventual intento de homicidio en contra de Alejandra Rebolledo, esposa del ministro de la Corte de Apelaciones de Rancagua, Emilio Elgueta.
El pasado 11 de enero Rebolledo se infiltró en el matrimonio de la funcionaria judicial de iniciales CR, la mujer con quien el magistrado de la Corte de Apelaciones tuvo una hija fuera del matrimonio y que denunció ante el ministro de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, que Emilio Elgueta la hostigaba vía llamadas telefónicas y mensajes de textos, desde el aparato institucional, información revelada ayer por The Clinic Online.

En la ceremonia, que se desarrollaba en una céntrica iglesia de Santiago, Rebolledo extrajo dos cortaplumas y una botella con ácido y amenazó a CR y su hija.
“Las voy a quemar a las dos. A ti y a tu hija, malditas”, gritaba Rebolledo a CR, de acuerdo a la querella interpuesta por la mujer a la que tuvo acceso The Clinic Online.
No fue todo. La mujer siguió con un rosario de improperios y se dirigió a realizar su cometido al altar, señala el libelo, cuando los familiares y amigos de la pareja la redujeron, le quitaron los elementos cortopunzantes y el ácido y la sacaron de la iglesia.
Al respecto, la fiscalía ya recibió una serie de diligencias solicitadas por el abogado defensor de CR.
Éstas apuntan a la eventual vinculación del magistrado Elgueta en los hechos o al menos el conocimiento que pudo haber tenido.
Se trata de la copia de las cámaras de seguridad cercanas a la parroquia, las de la Unidad Operativa de Control de Tránsito. Además la citación de la responsable de las amenazas. Se suma la citación al ministro rancagüino, el paso por los tags de su vehículo institucional y personal desde Rancagua a Santiago, la georeferenciación de su teléfono institucional y particular, como también el listado de llamadas un día antes y un día después del matrimonio.
¿Cómo sabía?
La petición de estas pesquisas que debe realizar la SIP de Carabineros de ser acogidas, tiene un antecedente: la madre de la novia, envió una mensaje de texto a Elgueta por lo ocurrido. Este último lamentó el hecho reconociendo que se había producido en la iglesia. Lo llamativo es que Elgueta no sabía la fecha del matrimonio ni el lugar, de acuerdo a la denuncia.
Hay que recordar que Elgueta fue sancionado por la Corte Suprema en 2010 por faltas a la ética, luego que se comprobara que, en el marco de una denuncia por violencia intrafamiliar que presentó contra su esposa Rebolledo, llamó al juez del Octavo Juzgado de Garantía Luis Avilés y al fiscal del caso, con el fin de evitar la detención de la mujer.
Descalificaciones privadas
En tanto, ayer el Pleno de la Corte de Apelaciones de Rancagua decidió sobreseer a Elgueta, ya que a juicio de los magistrados no se configuraron ninguna de las denuncias, coincidentemente, luego de la publicación hecha por este medio.
Aparte del acoso que CR denunció, incluyó otro episodio: mientras se desarrollaba la investigación administrativa a cargo del presidente del tribunal de alzada Fernando Carreño, la contactó un juez de garantía de la zona, Marcelo Vásquez, previo llamado de Elgueta con el fin de que retirara la denuncia.
Según los jueces rancagüinos este último hecho existió, pero el juez en su declaración aseguró que el llamado era sólo para felicitar a CR por su matrimonio, pero que nunca le contestaron.
“Es asombroso que se diga en el escrito respectivo (la denuncia) que no resulta ético para el funcionario inferior aceptar el llamado de un superior. Ello desde luego, no es cierto, pues dependerá del contenido de ese llamado, pero en principio no hay regla ética ni administrativa alguna que prohíba la comunicación social entre los escalafones”, señala la resolución.
Respecto de los mensaje y correos enviados por Elgueta a CR, la Corte estimó que existen estados de ánimo que pertenecen a la esfera privada: “No importa amenazas u ofensas dirigidas contra la mujer (CR) ni advertencias de males futuros ni claras ni veladas, hasta donde puede apreciarse”.
Sin embargo, a renglón seguido reconocen que si hubo impromerios.
“Todo lo más, se pueden advertir descalificaciones, reclamos y manifestaciones de un estado de ánimo abatido, ofendido y hasta enfadado, pero sin que ninguno de esos correos deje de ser una comunicación privada que podrá calificarse de atinada o no, pero que no permite advertir una falta, como para que se haga uso de facultades disciplinarias respecto de su autor”, señala la resolución.
Lo llamativo es que el abogado defensor de la afectada nunca pudo tener acceso al expediente administrativo seguido contra Elgueta y sólo hoy se enteró de la determinación.
La decisión de la Corte de Rancagua, en todo caso, deberá ser revisada por el Pleno Suprema.
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