Vistas de página en total

miércoles, 19 de marzo de 2014

La marcha más rara de todas las marchas

Por:  
/ Agencia Uno/ Agencia Uno
Me parece que “La Marcha de todas las marchas” es un enredo, un despelote, una idea atropellada, tan confusa que hasta Bachelet salió diciendo que era para apoyar las reformas que impulsa el gobierno y desde la organización tuvieron que aclarar que “no es en favor ni en contra del Gobierno”.

Apenas once días llevará en su cargo la nueva presidenta de Chile cuando este sábado se junten 32 organizaciones y movimientos a las 14:00 en Plaza Italia. Están convocados a una manifestación llamada “La marcha de todas las marchas”. Van a la calle a demandar todo tipo de medidas referidas a educación, trabajo, derechos civiles y sociales, salud y más, mucho más.
Entre los marchantes hay ecologistas, animalistas, indígenas, inmigrantes, mujeres, cannábicos (sic), ateos, trabajadores, personas con capacidades diferentes, lesbianas, gays, bisexuales y transexuales “que nos unimos por la igualdad, la justicia y la democracia en nuestro país”, explican en www.marchadetodaslasmarchas.cl. Eso sí, no están todos los grupos que uno se imaginaría. La Confech, por ejemplo, se bajó de la manifestación porque no alcanzaron a hacer “un proceso de consulta democrático a los estudiantes para decidir si se participaba”. Ahí están los hechos. Vamos al análisis.
¿Tiene sentido salir a la calle cuando el nuevo gobierno ni siquiera ha terminado de instalarse? ¿Tiene sentido mezclar el matrimonio igualitario con la asamblea constituyente con el tema mapuche con el tema animalista con la defensa de la música chilena con el aborto terapéutico y hasta con la independencia de Rapa Nui? ¿Tiene sentido el qué, el cómo y el cuándo de esta marcha?
Estoy a favor de muchas de las demandas y de muchos de los grupos que forman parte de esta iniciativa, pero me parece que “La Marcha de todas las marchas” es un enredo, un despelote, una idea atropellada, tan confusa que hasta Bachelet salió diciendo que era para apoyar las reformas que impulsa el gobierno y desde la organización tuvieron que aclarar que “no es en favor ni en contra del Gobierno, del  Congreso o de un programa presidencial en particular”.
Peor aún. ¿Por qué se asume que si soy animalista soy también partidario del aborto? ¿Por qué suponen que si estoy a favor del matrimonio igualitario necesariamente quiero una nueva constitución? Esto es como volver a los años setenta u ochenta, donde o apoyabas el blanco o el negro: no habían grises. Una de las gracias de estos tiempos son, justamente, los matices. Puedes votar por Piñera y odiar a la UDI y creer en el mercado y querer aborto y ser indiferente a los animales y apoyar la causa mapuche. Esa es la posmodernidad. Pero a lo que huele esta marcha es a ideología impregnada de naftalina: o estás conmigo o estás fuera.
Mal hecho. Mal pensado. Y muy mal ejecutado. Da hasta pudor constatar que los más jóvenes, los estudiantes, han sido los más estratégicos y racionales en el análisis. Por algo no están presentes. Entienden que mezclar peras con manzanas sólo genera confusión y ruido en el mensaje. Se dan cuenta de que es mejor ser tácticos y que más conviene poner los pies en la calle cuando el Ministro de Educación empiece con el gallito. No se creen esa declaración de los organizadores de que se trata de “la  manifestación de un monitoreo  activo  y  crítico por  parte  de  los  movimientos y de las organizaciones  sociales  al  cumplimiento  de las deudas  de  la democracia”. ¿Monitoreo activo? ¿En una marcha sin motivos? ¿A poco más de una semana de asumir Bachelet? Eso huele a amenaza. O a competencia de virilidad. Nada bueno puede salir de ahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores